CABA: ANTE EL ASESINATO DE ANGELA RAWSON, Cristina Villanueva responde asi
SIN CIELO*
Ángeles más cerca del infierno que del cielo, infierno en la terrible muerte, en el cuerpo tirado a la basura y en ser suplantada como víctima por el criminal que la asesinó. Un abogado famoso dispuesto a defenderlo por nada, manifestaciones a su favor y una cierta DISIMULADA simpatía, en algunos periodistas y público , para un crimen tan atroz. Por suerte la intencionada búsqueda de la desaparición del cuerpo fracasó y ella guardó en su dedo la acusación. En sus manos pequeñas de niña dulce. Así se espera que sean las mujeres y así se las educa. ¿Habría que capacitarlas en defensa personal, boxeo, artes marciales? O habría que luchar con más energía para cambiar este sistema patriarcal en el que vivimos. Inventar un mundo donde se aliente la dulzura de hombres y mujeres, donde se les permita la sensibilidad, la afirmación, la solidaridad, el enojo y los placeres de la vida. Un mundo en el que el mejor no sea el que más cabezas pisó. ¿Será posible ese espacio donde las mujeres sean libres, sin pensar si van a encontrar en las calles o en sus casas, un hombre que las pueda someter? Un mundo donde las mujeres tengan voz y no tome la palabra lo que guardó una niña debajo de su uña para defenderse, porque ella ya está callada para siempre.
Tarda más de lo que pensábamos ese mundo donde ningún hombre piense que es natural adueñarse de una mujer.
Cuerpos negados desde las religiones, abusados, mostrados como carne en un negocio, gozados en la prostitución como una mercadería. Desafiados por estéticas casi imposibles de cumplir. Cuerpos que tienen que funcionar de acuerdo al deseo de otros. Religiones que consideran que las mujeres no pueden elegir tener un hijo o no de acuerdo a su deseo. Este asesino no expresa sólo su perversión individual, se inserta en una matriz patriarcal de siglos en la sociedad. Pone en evidencia la violencia de los medios que ganan con el cuerpo de una niña muerta, con los avisos de la prostitución que se resisten a perder. Con la exposición de cuerpos femeninos como objetos.
El liberalismo salvaje que empezamos a desandar es un modelo violento donde las cualidades angelicales no son redituables.
Es verdad que hay importantes cambios en la situación de la mujer, pero eso justamente trae, muchas veces, consecuencias de rabiosas respuestas.
Mientras un equipo de abogados famosos trata de encontrar las mejores posibilidades para que el asesino pague barato su crimen detestable,
Ángeles ha pagado el precio más caro
*De Cristina Villanueva. Cristinavillanueva.villanueva@gmail.com
Ángeles más cerca del infierno que del cielo, infierno en la terrible muerte, en el cuerpo tirado a la basura y en ser suplantada como víctima por el criminal que la asesinó. Un abogado famoso dispuesto a defenderlo por nada, manifestaciones a su favor y una cierta DISIMULADA simpatía, en algunos periodistas y público , para un crimen tan atroz. Por suerte la intencionada búsqueda de la desaparición del cuerpo fracasó y ella guardó en su dedo la acusación. En sus manos pequeñas de niña dulce. Así se espera que sean las mujeres y así se las educa. ¿Habría que capacitarlas en defensa personal, boxeo, artes marciales? O habría que luchar con más energía para cambiar este sistema patriarcal en el que vivimos. Inventar un mundo donde se aliente la dulzura de hombres y mujeres, donde se les permita la sensibilidad, la afirmación, la solidaridad, el enojo y los placeres de la vida. Un mundo en el que el mejor no sea el que más cabezas pisó. ¿Será posible ese espacio donde las mujeres sean libres, sin pensar si van a encontrar en las calles o en sus casas, un hombre que las pueda someter? Un mundo donde las mujeres tengan voz y no tome la palabra lo que guardó una niña debajo de su uña para defenderse, porque ella ya está callada para siempre.
Tarda más de lo que pensábamos ese mundo donde ningún hombre piense que es natural adueñarse de una mujer.
Cuerpos negados desde las religiones, abusados, mostrados como carne en un negocio, gozados en la prostitución como una mercadería. Desafiados por estéticas casi imposibles de cumplir. Cuerpos que tienen que funcionar de acuerdo al deseo de otros. Religiones que consideran que las mujeres no pueden elegir tener un hijo o no de acuerdo a su deseo. Este asesino no expresa sólo su perversión individual, se inserta en una matriz patriarcal de siglos en la sociedad. Pone en evidencia la violencia de los medios que ganan con el cuerpo de una niña muerta, con los avisos de la prostitución que se resisten a perder. Con la exposición de cuerpos femeninos como objetos.
El liberalismo salvaje que empezamos a desandar es un modelo violento donde las cualidades angelicales no son redituables.
Es verdad que hay importantes cambios en la situación de la mujer, pero eso justamente trae, muchas veces, consecuencias de rabiosas respuestas.
Mientras un equipo de abogados famosos trata de encontrar las mejores posibilidades para que el asesino pague barato su crimen detestable,
Ángeles ha pagado el precio más caro
*De Cristina Villanueva. Cristinavillanueva.villanueva@gmail.com
Texto enviado por la autora.Foto de mi jardin, tomada por mi ,Marta Zabaleta
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