ElLOGIO -Y RESPUESTAs - DE 'LA MUJER BRAVA'



NOTA BENE: Marta Zabaleta es la primera d elas escritoras, desde la izquierda


Elogio de la mujer brava
Por Héctor Abad*

3.11.2005

A los hombres machistas, que somos como el 96 por ciento de la población masculina, nos molestan las mujeres de carácter áspero, duro, decidido. Tenemos palabras denigrantes para designarlas: arpías, brujas, viragos, marimachos.
En realidad, les tenemos miedo y no vemos la hora de hacerles pagar muy caro su desafío al poder masculino que hasta hace poco habíamos detentado sin cuestionamientos. A esos machistas incorregibles que somos, machistas ancestrales por cultura y por herencia, nos molestan instintivamente esas fieras que en vez de someterse a nuestra voluntad, atacan y se defienden.
La hembra con la que soñamos, un sueño moldeado por siglos de prepotencia y por genes de bestias (todavía infrahumanos), consiste en una pareja joven y mansa, dulce y sumisa, siempre con una sonrisa de condescendencia en la boca. Una mujer bonita que no discuta, que sea simpática y diga frases amables, que jamás reclame, que abra la boca solamente para ser correcta, elogiar nuestros actos y celebrarnos bobadas. Que use las manos para la caricia, para tener la casa impecable, hacer buenos platos, servir bien los tragos y acomodar las flores en floreros. Este ideal, que las revistas de moda nos confirman, puede identificarse con una especie de modelito de las que salen por televisión, al final de los noticieros, siempre a un milímetro de quedar en bolas, con curvas increíbles (te mandan besos y abrazos, aunque no te conozcan), siempre a tu entera disposición, en apariencia como si nos dijeran "no más usted me avisa y yo le abrolas piernas", siempre como dispuestas a un vertiginoso desahogo de líquidos seminales, entre gritos ridículos del hombre (no de ellas, que requieren más tiempo, y se quedan a medias).
A los machistas jóvenes y viejos nos ponen en jaque estas nuevas mujeres, las mujeres de verdad, las que no se someten y protestan, y por eso seguimos soñando, más bien, con jovencitas perfectas que lo den fácil y no pongan problema. Porque estas mujeres nuevas exigen, piden, dan, se meten, regañan, contradicen, hablan, y sólo se desnudan si les da la gana.
Estas mujeres nuevas no se dejan dar órdenes, ni podemos dejarlas plantadas, o tiradas, o arrinconadas, en silencio, y de ser posible en roles subordinados y en puestos subalternos. Las mujeres nuevas estudian más, saben más, tienen más disciplina, más iniciativa, y quizá por eso mismo les queda más difícil conseguir pareja, pues todos los machistas les tememos.
Pero estas nuevas mujeres, si uno logra amarrar y poner bajo control al burro machista que llevamos dentro, son las mejores parejas. Ni siquiera tenemos que mantenerlas, pues ellas no lo permitirían porque saben que ese fue siempre el origen de nuestro dominio. Ellas ya no se dejan mantener, que es otra manera de comprarlas, porque saben que ahí -y en la fuerza bruta- ha radicado el poder de nosotros los machos durante milenios. Si las llegamos a conocer, si logramos soportar que nos corrijan, que nos refuten las ideas, nos señalen los errores que no queremos ver y nos desinflen la vanidad a punta de alfileres, nos daremos cuenta de que esa nueva paridad es agradable, porque vuelve posible una relación entre iguales, en la que nadie manda ni es mandado. Como trabajan tanto como nosotros (o más) entonces ellas también se declaran hartas por la noche, y de mal humor, y lo más grave, sin ganas de cocinar. Al principio nos dará rabia, ya no las veremos tan buenas y abnegadas como nuestras santas madres, pero son mejores, precisamente porque son menos santas (las santas santifican) y tienen todo el derecho de no serlo. Envejecen, como nosotros, y ya no tienen piel ni senos de veinteañeras (mirémonos el pecho también nosotros, y los pies, las mejillas, los poquísimos pelos), las hormonas les dan ciclos de euforia y mal genio, pero son sabias para vivir y para amar, y si alguna vez en la vida se necesita un consejo sensato (se necesita siempre, a diario), o una estrategia útil en el trabajo, o una maniobra acertada para ser más felices, ellas te lo darán, no las peladitas de piel y tetas perfectas, aunque estas sean la delicia con la que soñamos, un sueño que cuando se realiza ya ni sabemos qué hacer con todo eso.
Somos animalitos todavía, los varones machistas, y es inútil pedir que dejemos de mirar a las muchachitas perfectas. Los ojos se nos van tras ellas, tras las curvas, porque llevamos por dentro un programa tozudo que hacia allá nos impulsa, como autómatas. Pero si logramos usar también esa herencia reciente, el córtex cerebral, si somos más sensatos y racionales, si nos volvemos más humanos y menos primitivos, nos daremos cuenta de que esas mujeres nuevas, esas mujeres bravas que exigen, trabajan, producen, joden y protestan, son las más esafiantes, y por eso mismo las más estimulantes, las más entretenidas, las únicas con quienes se puede establecer una relación duradera, porque está basada en algo más que en abracitos y besos, o en coitos precipitados seguidos de tristeza: nos dan ideas, amistad, pasiones y curiosidad por lo que vale la pena, sed de vida larga y de conocimiento.

* Escritor colombiano. 47 años, dos veces casado, dos hijos, tres novelas publicadas

Artemisa Noticias/Semana Digital


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Marta R. Zabaleta *


Gracias, Maria Cristina, por este envío, que supongo salio en Venezuela...

No se que te pareció a ti este comentario, pero yo lo encuentro, por decir lo menos ofensivo, súper ingenuo y tal vez, no se, un poco oportunista .Y como a este señor H. Abad nunca lo oí nombrar antes, creo que no hablo por prejuicio,cuando me pregunto, muy rápidamente - porque el tema no da para mas -, ? adonde quedamos en 1 este análisis, personas como tu y yo , que somos 'bravas' de acuerdo a estas definiciones de Abad, desde que yo tengo memoria?

Ni yo fui mamacita que cocino para su hija y su hijo por antojo ni obligación, ni estos lo permitirían, ni ellos cocinan para mi solo porque estoy enferma, si no es también placentero y/o necesario.Además, para poner otros ejemplos que aquí faltan por el edismo del autor, que pareciera que siente que esta re descubriendo la pólvora: yo creo que mis senos son muy bellos, y aun tengo pelos como para usar mucho shampoo, y diablos, harta tintura.. tan cara ella.Y hasta podría ser millonaria si alguien valorara las grasas por gramos. Digo, un hombre bravo, claro!...

También creo que entre mis jóvenes alumnas y amigas, hay muchas que lucen como pero no son lo que el describe, yque si lo son, pronto evolucionan bajo estímulos adecuados que empoderan su yo. Pero en fin: e confieso que mi me gustan los hombres como son ahora, incluidos los gays y travestis, etc, y hay algunos pocos, pero que me gustan MUCHO. Será por eso que creo que si me quedo esperando por uno de los nuevos, aquellos hombres 'bravos' como diría tal vez este autor, pues realmente mejor me compraba unas vacaciones en el espacio, pues solo allí deben de comenzar a verse estos miembros de diferentes géneros con atributos y valores tan nuevos...

Sursum corda, colega y amiga y a no bajar la guardia, querida, que una larga historia nos espera. Pero no para separarnos!...

Besitos y abrazos, para todas y todos, afectuosamente, de

Marta Zabaleta
Coordinadora de Grupo de Trabajo de CEISAL /Genero

Dr Marta R. Zabaleta
Honorary Visiting Senior Lecturer
Latin American Development and Gendered Cultural Studies
School of Arts and Education
Middlesex University,.
London, UK

m.zabaleta@mdx.ac.uk

* escritora y poeta argentina
** ver capitulo 11, destinado a Marta Zabaleta Hinrichsen, cuya obra fue fuertemente influenciada por la vida y el trabajo de Simone, a los cuales fue introducida alrededor de 1958 por su madre, a maestra argentina Catalina Gerlo de Zabaleta(1907-1960).

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De algunas de las respuestas recibidas por mi comentario al articulo del colombiano Hector Abad, sobre las ‘mujeres bravas’ *
1
‘>El texto que me mandas, cuyo autor se identifica como Héctor Abad, me
>ha tocado, mientras lo leía y para mi comentario me voy a basar en
>esa primera impresión mía, porque la experimenté como genuina.
>
>Es posible que el nombre del autor sea legítimo, en cuyo caso es un
>hombre ya no tan joven y bastante visionario, o que sea un texto
>hecho por una mujer, usando el seudónimo Abad, en cuyo caso es
>alguien que ha sufrido vivencias muy parecidas a las mías y no puede
>ser persona muy joven.
>
>El comentario que aparece al final del texto, firmado por Marta
>Zabaleta, me parece ser de una mujer joven que nunca ha sufrido los
>problemas que han aquejado, apabullado y aplastado a las mujeres de
>mi generación, y que obviamente goza de las conquistas que ha hecho
>el feminismo. Te puedo agregar también que en las mujeres indígenas
>con las que me toca tratar observo problemas muy parecidos a los que
>he vivido yo: se sienten aplastadas, tienen miedo, y muy pocas de
>ellas logran pararse en sus patas para intentar algo que sea
>diferente de la opresión que sufren a manos (y otras partes de los
>cuerpos) de todo el sistema patriarcal en que viven compuesta
>principalmente por varones, pero también por mujeres, que por ser
>subyugadas, colaboran con éstos.
>
>Te agradezco el envío y te abrazo con mucho cariño’
>
México
2
‘BRAVO!!! creo que a merece ser traducido a todos los idiomas.’
EEUU
3
‘Ese machito edulcorado, a quién pretende engañar con esa prédica? Me recuerda a muchos de mi generación con un discurso "amable" con la sola intención -no declarada, of course- de que las jovencitas perdieran las bragas con sus ohhhh de admiración...
Cuánto hemos de aprender todavía para, más allá del discurso, aceptar que somos no sólo hombres sino humanos con contradicciones, defectos, limitaciones, imposturas, apósitos y un largo etc... pero con el firme e íntimo propósito de considerar a las mujeres como reales y no arquetipos, y a respetarlas como lo que son, personas con un sexo distinto, complementario, hermoso y libre, y no sólo por biología, y que nos gustan porque justamente lo son, como cuando nos gustan los hombres porque lo sean, y no confundimos el respeto, la admiración, la estima, el amor o la pasión más o menos duradera, la camaradería interpersonal y etc... con la posesión y el ejercicio malsano de la dependencia afectiva...
No soy menos hombre ni menos humano ni menos persona porque admita que me gustan las mujeres reales, sin capas de plastilina ni mostaza fashion...
Y por lo demás, me siento tan falible como cualquiera de ellas, aunque mi mundo no sea, ay, ni por asomo el suyo a partes iguales. Como cantaba James Brown, It´s a men´s world..., pero de otra manera. Como la luz de una quejumbrosa taberna que nos iluminase los sentidos más que una/la aurora boreal...’
España
4
Muy muy buena !
Inglaterra
5 ‘Maybe your manner of presenting the message was
confusing -- not all of us spend their entire time on the net. In any case,
being as advanced as you are in feminst politics you have apparently given
up the role of peace maker and prefer confrontation. For myself I prefer
inclusivity.’

‘Did I tell you I went to the first mass celebrated by a woman priest here
in the US? She was ordained by an Austrian bishop on a boat in a lake so
that the Austrian church would not have to answer to the pope. And now a
bunch more are coming up. One does not have to be a Catholic to cheer their
efforts to be included.’

The world
* Esta seleccion no contiene el nombre de la autoría de la respuesta. Dichos nombres se han suprimido porque estimo que contenían demasiadas erradas interpretaciones, y/o algunas expresiones desmedidas, excepto una, que por razones de equidad se publica anónima..

Comentarios

  1. Marta,

    No sé como ha sido, pero te agradezco mucho el puente.
    me apetecia volver a saludar al poeta.
    Me gusta mucho poder leerte, aunque en el foro era tan genial...ahora está raro.., por aqui nos vamos viendo tb.

    abrazo poético

    sinorg

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  2. Quien me ayuda con una tarea sobre este temaa

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  3. Quien me ayuda con una tarea

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