MEXICO:SIGUE EL ABUSO INFANTIL


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El fenómeno del trabajo infantil crece en todo el país y, a pesar de su recurrencia, no resuelve las carencias familiares de los pequeños, que dejan trunca su instrucción académica por asumir roles que aún no les corresponden.
Investigadores de las universidades con mayor matrícula en el estado de Jalisco, consultados por Reporte Jalisco, exponen que existen muchas lagunas legales que evitan sanciones para los padres de estos menores de edad y pocas oportunidades para los chicos.
El Secretario del Trabajo y Previsión Social de Jalisco, Héctor Pizano Ramos, lo califica como un fenómeno social que vulnera los derechos de la niñez y propicia entornos de desigualdad: “Estamos trabajando con un programa a nivel nacional para erradicar el trabajo infantil”.
El funcionario agrega que es grave el daño que se le causa a un menor que deja de hacer actividades propias de su edad, como estudiar, el esparcimiento y el deporte. “El peso que gana un menor hoy, empobrece su futuro mañana; es decir, que cuando dejan de cumplir el proceso natural que tiene de formación, de preparación académica, de tener una oportunidad, el día de mañana tendrá más dificultades para enfrentar el día a día con un tipo de trabajo que le sea adecuadamente remunerado y suficiente para un desarrollo pleno”.
Pizano Ramos señala que en el estado se emprendió una campaña permanente con un esquema de inspección muy rígido “para que tanto en campo como en la ciudad podamos erradicar el trabajo infantil y garantizar la educación mas básica para poder salir adelante, nosotros estamos concientizando y trabajando de manera transversal con las diferentes entidades, pero ya dejando de aventar -como dicen- la bolita, de una dependencia a otra”, y agrega que las acciones se extienden a quienes están en situación de calle.
Dos tipos de trabajo
La economista y catedrática de la Universidad Panamericana, Nora Ampudia, refiere que existen dos tipos de trabajo infantil: “Uno de ellos es cuando los niños trabajan, por ejemplo en negocios callejeros, cuando jalan diablitos en el mercado, o lavan carros y vidrios en la calle; es un subempleo. El otro tipo es doméstico, cuando apoyan en las labores de casa, cuando trabajan en el negocio familiar, como una manera de que aprendan el valor de las responsabilidades”.
Agrega que los menores de edad no deben tener actividades de carácter laboral por más de tres horas.
Mientras tanto en el campo
El sector agroindustrial es escenario recurrente del empleo a niños de 6 a 14 años, que trabajan como jornaleros, con un pago de 20 pesos por una jornada de siete horas, y en ocasiones ni eso, ya que el padre de familia suele hacer el trato para que su esposa e hijos trabajen en las cosechas y él cobra, a destajo, por lo que hacen sus parientes.
Este es un “lado oscuro” de Jalisco como líder agroalimentario del país y es que es una de las 12 entidades que incurren en esta práctica.
Al respecto expone María Antonia Chávez Gutiérrez, investigadora del Departamento de Desarrollo Social de la División de Estudios Políticos y Sociales de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
“El trabajo infantil ha sido través de la historia una de las formas visibles de explotación más naturalizadas: reutilizar la fuerza del trabajo de los niños, de los adolescentes, como una manera de supervivencia familiar; o por otro lado, es una forma sencilla de no cubrir los derechos laborales a la mano de obra que es necesaria por diferentes tipos de empresas, o de áreas de producción.
“Es ampliamente conocido que México ha utilizado la mano de obra infantil para muchos trabajos de recolección, entre ellos por ejemplo recolectores de café, de fruta o frutilla o del tomate, que requieren una mano fina, un movimiento fino, una mano pequeña y se utiliza el trabajo infantil como una manera cotidiana para un trabajo, prácticamente especializado, y claro que la paga no es equivalente a lo que se le pagaría a un adulto”.
Son jornaleros
Los menores terminan siendo subempleados y ofrecidos como una herramienta de trabajo, propiedad de sus padres, que llegan con todos sus hijos a laborar como jornaleros en el campo jalisciense, expone el investigador Luis Ignacio Román Morales, profesor del Departamento de Economía, Administración y Finanzas del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO): “Trabajadores sin pago fundamental, son trabajadores familiares, laboran en bancos agrícolas, van a la cosecha de lo que sea: frutales, o de jitomate, o de berry, o de lo que queramos.
“Resulta que contratan al jornalero que viene de Guerrero, de Veracruz, Oaxaca o equis, pero le pagan solamente a él, entrecomilladamente, pero la realidad que no sólo trabaja él: está trabajando él, está trabajando la mujer, están trabajando los hijos, está trabajando un montón de gente, pero por el sistema de pago a destajo no se está reconociendo el trabajo individual de los demás; lo cual genera que las peores condiciones laborales sean justamente para estos niños en el medio agropecuario”.
Los actos de gobierno
Cifras de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social de Jalisco exponen que en la entidad existen cerca de 200 mil menores de edad, y la estadística aumenta el comercio informal.
Héctor Pizano Ramos expuso que se ha sancionado a las empresa empleadoras de niños, “en virtud de que hay una prohibición natural para ellos y estamos viendo una revisión de la circunstancia que se vive sobre todo en el campo jalisciense porque, aquí en Jalisco, hay una costumbre muy añejada en las familias porque se forman a muy temprana edad y conforman un matrimonio y tienen una serie de obligaciones”. Agrega que las sanciones van desde los 3 mil a los 70 mil pesos.
Asegura que el 45 por ciento de la fuerza laboral, integrada por menores de edad, fue sacada de su centros de trabajo: “Lo importante es que regresen a la escuela, ver la situación económica en la que se encuentran y apoyarlos con programas sociales y asistenciales que tiene el Gobierno Federal y el estatal”.
En tanto, María Antonia Chávez Gutiérrez pone en tela de juicio a los índices de efectividad de los operativos de la dependencia. “Yo quisiera confiar que realmente ha sido esa cantidad de niños que han sido sacados de explotación en términos de trabajo infantil; pero bueno, yo desconozco cuáles son las acciones que han desarrollado y con qué numero de niños, porque de pronto uno por donde vaya, donde éste, hay evidencias de un trabajo infantil en términos de explotación y el mayor peligro es que puedan ser utilizados este tipo de niños por la trata y el tráfico de personas”, señaló la investigadora de la UdeG. Por su parte, Luis Ignacio Román Morales refiere la necesidad de una política pública activa y eso implicaría un política educativa, otra de salud, de recreación y de vivienda. “Que haya centros culturales, centros educativos, deportivos, o bien, si el gobierno no puede, o si la sociedad no puede, si los recursos financieros no dan, al menos, entonces, lo último sería implicar jornadas mínimas de trabajo y condiciones altísimamente protegidas, sobre todo garantizar que los niños puedan vivir dignamente; creo que lo fundamental podría ser propugnar que no se necesite, en este país, el trabajo infantil.
“No es bronca sólo de los papás, es bronca del país, si el papá está en la miseria y necesita de su hijo para completar el ‘chivo’, no podemos simplemente condenarlo, va mucho más allá de eso”, finalizó el especialista del ITESO.

“En México, para trabajos de recolección, requieren una mano fina, una mano pequeña y se utiliza el trabajo infantil como una manera cotidiana”
María Antonia Chávez Gutiérrez
Investigadora de la UdeG
Para saber
El sector agroindustrial es escenario del empleo a niños de 6 a 14 años donde no perciben salario fijo, ya que el padre de familia suele hacer el trato para que su esposa e hijos trabajen en las cosechas y él cobre.


Reporte Jalisco.com
17 mayo, 2016

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