La ministra de Mujeres de la India advierte de que la publicación de violaciones en medios desincentiva el turismo

Redacción Tribuna

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Maneka Gandhi, ministra de Mujeres y Desarrollo Infantil del gobierno indio, ha declarado a una periodista que la India se encuentra entre los países con menor tasa de agresiones sexuales a mujeres. Estas declaraciones de la ministra han sido duramente criticadas no sólo por la inexistencia de una fuente de datos fiable en la que apoyarlas, si no por el propio objetivo por el que fueron comentados: criticar a los medios de comunicación que, según ella, con la publicación de noticias sobre violaciones en la India, desincentivan la llegada de turistas.
Gandhi apelaba a cómo la exageración por parte de los medios de los casos de mujeres que son agredidas sexualmente, hacía que la India se viera como un sitio turístico inseguro para las mujeres. Para apoyar su argumentación, la ministra explicaba cómo en una visita a Suecia había podido comprobar cómo las estadísticas del gobierno sueco mostraban un número de violaciones mayor que el que reflejan los datos del gobierno indio.
La ministra dejaba de lado varios factores a tener en cuenta a la hora de cuantificar la violencia sexual. El primero de ellos, es la propia dificultad, no sólo en la India sino en cualquier país, de tener datos reales sobre la totalidad de los casos de violencia sexual que viven las mujeres en cualquier parte del mundo. Hay estadísticas que se recogen a partir del número de denuncias, otras que muestran el número de usuarias que han acudido a una asociación especializada o a un centro médico, pero no hay una base de datos
En segundo lugar, la comparación que hacía la ministra de las estadísticas suecas e indias era inadecuada, en cuanto que las metodologías de recolección de datos para una y otra son diferentes. Y la forma de cuantificar los delitos, también. Por ejemplo, mientras en Suecia cada agresión cometida por un hombre es un delito independiente, en la India, si un hombre agrede sexualmente a una mujer de forma reiterada, sólo se enfrentará a un delito de agresión único.
Por último, la ministra de Mujeres y Desarrollo Infantil aludía a unos datos que sólo recogen a aquellas mujeres que, habiendo sufrido una violación, han denunciado y han sido atendidas. Por tanto, la dificultad de cuantificar la realidad es mucho mayor, al tener un primer filtro que es el más complicado de superar en caso de agresiones: la denuncia por parte de la mujer agredida de lo que ha ocurrido. Sobre todo, en contextos socio-culturales poco favorables a acoger esta denuncia, como es la India, según la CEDAW que en su informe del 18 de julio 2014 expresaba su preocupación porque “el alto número de casos de agresiones sexuales reportados por la Oficina Nacional de Crímenes en 2012, indica una subida de estos actos del 902,1% desde el año 1971”.


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