LONDRES:: mujeres escritoras de la memoria
CON TOQUE DE MUJER- TALLER DE MUJERES ESCRITORAS DE LA MEMORIA
Londres 2011 por Aculco Media.
Tuvimos la oportunidad de ser parte de aquel selecto grupo de personas que asistieron al Bolivar Hall, en Londres, para celebrar el primer año del taller de escritoras hispanoamericanas de la memoria. Hasta allí la velada se insinuaba cultural, llena de narrativa, poesía y música, como anunciaba el programa, como muchas otras a las que nos hemos acostumbrado en esta ventana al mundo latinoamericano en que se ha convertido este recinto.
Pero no más cruzar los umbrales de la puerta y el sentido era otro, una escenografía llena de simbolismo en cada detalle, la literatura de un lado y la cultura aborígen de otro y el sentimiento al frente en una pared imaginaria en la que sucedía todo. Lo bueno, lo malo, lo bello, lo humano, el amor, el odio, el dolor y todo aquello visto con ojos de mujer y esta vez expresado a través de sus palabras, de sus escritos, de sus gestos, de su vestir, de su actitud.
Porque es cierto, nada tan lleno de simbolismo o significancia como una mujer, con el seguir de la noche estaban allí las mujeres de las opresiones políticas, las madres, las hijas, las esposas, las luchadoras, las corajudas, las sometidas, las rebeldes y las alegres y las amadas también.
Una noche en la que para amenizar nos encontramos con el sabor lúdico de Isabel que hasta pasó con su canasta de confites para el público en medio de la función a la usanza de las salas de mediados del siglo pasado que de seguro le tocó de niño o niña a uno que otro de los asistentes.
El evento sucedió en dos etapas, en la primera ellas nos acercaron al libro Arena en la Garganta escrito por, Consuelo Rivera Fuentes. Y estuvimos absortos en su literatura recreada a veces leyendo, a veces recitando, a veces cantando por sus compañeras de taller.
Fue allí donde la noche tuvo ese toque de mujer y se convirtió en una de aquellas donde tu hubieses querido que estuviese tu mejor amigo o amiga, los encantados de la poesía, los literatos, los contertulios, todos aquellos que le encontrarían el sabor agridulce de acuerdo al contexto literario de cada gesto, de cada postura, de cada vestido, de cada mujer.
En la segunda parte disfrutamos de los trabajos del taller de la memoria, La Tarde, Mi País, Sin Miedos, El Colibrí, Fronteras, El Despiste y algunos otros más, fueron los títulos entre versos, cuentos , canciones y música que nos llevaron de Sur a Norte y de Norte a Sur de latinoamérica vista con ojos de mujer y como dejar pasar aquellos otros títulos como Tengo un corro de brujas, interpretado por Isabel, o la Llorona cantada por Sofía en hermoso vestido mexicano o el cuento mentiroso, Mujer Kantu, Rutina, Bistec con papas, Las Casa y un cierre musical colectivo con Guantanamera a la que el público se unió.
Una hermosa velada con un toque de mujer.
Tuvimos la oportunidad de ser parte de aquel selecto grupo de personas que asistieron al Bolivar Hall, en Londres, para celebrar el primer año del taller de escritoras hispanoamericanas de la memoria. Hasta allí la velada se insinuaba cultural, llena de narrativa, poesía y música, como anunciaba el programa, como muchas otras a las que nos hemos acostumbrado en esta ventana al mundo latinoamericano en que se ha convertido este recinto.
Pero no más cruzar los umbrales de la puerta y el sentido era otro, una escenografía llena de simbolismo en cada detalle, la literatura de un lado y la cultura aborígen de otro y el sentimiento al frente en una pared imaginaria en la que sucedía todo. Lo bueno, lo malo, lo bello, lo humano, el amor, el odio, el dolor y todo aquello visto con ojos de mujer y esta vez expresado a través de sus palabras, de sus escritos, de sus gestos, de su vestir, de su actitud.
Porque es cierto, nada tan lleno de simbolismo o significancia como una mujer, con el seguir de la noche estaban allí las mujeres de las opresiones políticas, las madres, las hijas, las esposas, las luchadoras, las corajudas, las sometidas, las rebeldes y las alegres y las amadas también.
Una noche en la que para amenizar nos encontramos con el sabor lúdico de Isabel que hasta pasó con su canasta de confites para el público en medio de la función a la usanza de las salas de mediados del siglo pasado que de seguro le tocó de niño o niña a uno que otro de los asistentes.
El evento sucedió en dos etapas, en la primera ellas nos acercaron al libro Arena en la Garganta escrito por, Consuelo Rivera Fuentes. Y estuvimos absortos en su literatura recreada a veces leyendo, a veces recitando, a veces cantando por sus compañeras de taller.
Fue allí donde la noche tuvo ese toque de mujer y se convirtió en una de aquellas donde tu hubieses querido que estuviese tu mejor amigo o amiga, los encantados de la poesía, los literatos, los contertulios, todos aquellos que le encontrarían el sabor agridulce de acuerdo al contexto literario de cada gesto, de cada postura, de cada vestido, de cada mujer.
En la segunda parte disfrutamos de los trabajos del taller de la memoria, La Tarde, Mi País, Sin Miedos, El Colibrí, Fronteras, El Despiste y algunos otros más, fueron los títulos entre versos, cuentos , canciones y música que nos llevaron de Sur a Norte y de Norte a Sur de latinoamérica vista con ojos de mujer y como dejar pasar aquellos otros títulos como Tengo un corro de brujas, interpretado por Isabel, o la Llorona cantada por Sofía en hermoso vestido mexicano o el cuento mentiroso, Mujer Kantu, Rutina, Bistec con papas, Las Casa y un cierre musical colectivo con Guantanamera a la que el público se unió.
Una hermosa velada con un toque de mujer.
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