SUDAFRICA Más amenazas tras la masacre
Después de que el jueves pasado la policía sudafricana abriera fuego contra una manifestación de trabajadores de una mina de la ciudad sudafricana de Marikana, asesinando a 34 mineros e hiriendo a otros 78, la empresa británica Lonmin, a cargo de la explotación del yacimiento, dictó un "ultimátum" en el que ordena a los mineros "a volver a sus puestos de inmediato o arriesgarse a ser despedidos". Pese a la intimación, sólo el 27 por ciento de los obreros reanudó la actividad.
La semana pasada treinta y cuatro mineros en huelga fueron asesinados por disparos de la policía en una matanza que sacudió a la sociedad de este país, siendo la intervención policial más sangrienta que tiene lugar en Sudáfrica desde 1994, cuando finalizó el “apartheid”, el régimen impuesto por la minoría blanca sudafricana desde 1949.
Los trabajadores de la mina de Lonmin, al oeste de Pretoria, iniciaron una huelga el viernes pasado para exigir un aumento de sueldo del 200 por ciento, a 12.500 rand (1200 euros).
Mientras tanto, hoy se inició la semana de duelo decretada por el presidente sudafricano, Jacob Zuma, en memoria de las víctimas. Zuma ordenó además la creación de una Comisión de Investigación para determinarlas razones de la masacre.
Pág 12. Los mineros piden un aumento del 200% de su salario, que quedaria equivalente a 1200 euros.
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