ARGENTINA: puertas abiertas para los represores
SOCIEDAD › EL AUMENTO DE LAS PRISIONES DOMICILIARIAS DESDE EL CAMBIO DE GOBIERNO
Puertas abiertas a los represores
Los argumentos son disimulados y van desde el costo de
tener a un anciano preso a una evidente flexibilidad ante las razones de
salud. Nombres simbólicos del terrorismo de Estado de vuelta en su
casa.
Por Alejandra Dandan
El poder
judicial recibió de parte del gobierno una invitación para abrir las
puertas de las cárceles flexibilizando las condiciones para lograr la
detención domiciliaria. Según un juez federal y un fiscal federal –uno
de la Ciudad de Buenos Aires y otro de Córdoba– el secretario de
Justicia Santiago Otamendi mantuvo reuniones en distintas jurisdicciones
para explicar lo que seria parte de una nueva política criminal. El
énfasis del argumento que recuerda uno de los testigos no fue la defensa
de los derechos individuales o humanos de los detenidos y detenidas.
Otamendi les habló de gastos y de costos: un preso, dijo, le cuesta al
Estado cincuenta mil pesos al mes y una pulsera electrónica seis mil.
Un sector de la población carcelaria del país son los detenidos por
crímenes de lesa humanidad, la mayor parte con más de setenta años de
edad. Con alguna excepción, son los únicos detenidos de esa edad en
cárceles con una población promedio de 21 a 34 años. En ese sentido, la
invitación del Ejecutivo podría ser leída como dirigida a ese sector,
sobre todo al tener en cuenta antecedentes como las polémicas
declaraciones del secretario de derechos humanos Claudio Avruj en marzo.
En una entrevista con La Nación dijo estar de acuerdo con la
reubicación de detenidos de más de setenta años en sus casas. El
secretario no mencionó los casos de lesa humanidad, pero en este
escenario la idea los beneficia prácticamente a ellos solos.
Comentarios
Publicar un comentario