CHILE:necesidad de un Nuevo Modelo Forestal
Ing. luis Eduardo Astorga Schneider (Nacho) |
La
gran publicidad que se ha dado al proyecto MAPA -ampliación de la
planta de celulosa de Arauco- confirma los planteamientos de la
Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo (AIFBN) de
avanzar en la propuesta de un nuevo Modelo Forestal para Chile, sobre la
cual se ha estado trabajando desde fines del siglo pasado.
A
comienzos del nuevo milenio, el PNUD (Programa de Naciones Unidas para
el Desarrollo) elaboró el Índice de Desarrollo Humano -ingreso,
educación y salud- para todas las comunas de Chile. En aquella época
nuestra lucha como Agrupación se orientaba principalmente a evitar que
los bosques nativos se transformaran en plantaciones de pinos y
eucaliptos. Pero el Índice mencionado, mostró que las comunas con
extensas plantaciones en las regiones de Maule, Bío-Bío y Araucanía,
tenían los valores más bajos del país. Situación que se corrobora con la
encuesta CASEN de 2015, donde se confirmó que en esas regiones se
habían mantenido los ingresos más bajos de Chile, a pesar de la inmensa
riqueza que se había creado con las plantaciones forestales.
Coincidentemente con esa situación de pobreza, en la década de los años
90 las comunidades campesinas e indígenas manifestaban un fuerte rechazo
a las plantaciones forestales. Se reclamaba en contra de sus impactos
negativos en la provisión de agua, biodiversidad, efecto en el paisaje
de las grandes talas rasas, uso de agroquímicos, peligro de incendios
forestales, cierre de escuelas y emigración obligada a los pueblos.
Mientras
tanto, el bosque nativo continuaba su proceso destructivo y de
paulatina degradación – a menor escala es efectivo – pero desapareciendo
poco a poco. Los Parques Nacionales y Reservas del Estado (SNASPE) se
libraban de ello gracias a la excelente labor de CONAF.
El
modelo forestal basado en las plantaciones – iniciado en 1974 en la
dictadura y logrado grandes éxitos macroeconómicos en producción de
celulosa y exportaciones – no había sido capaz de tener impacto positivo
en la calidad de vida de las comunidades locales. Todo lo contrario. Se
modificó la estructura rural de las regiones mencionadas, obligando a
muchos pequeños agricultores a emigrar a los pueblos. La gran riqueza de
las plantaciones tuvo escaso impacto en la mejoría de ingresos de las
comunidades locales. Solo enriqueció a las grandes empresas.
Este
análisis nos abrió el espacio para plantear la necesidad de un nuevo
modelo forestal, cuyos ejes esenciales publicamos en un libro en 2010
(adjunto). La propuesta tuvo escasa acogida aquellos años, porque se
suponía que la Certificación FSC podía resolver los impactos ambientales
y sociales negativos de las plantaciones. A su vez, los medios de
comunicación y las grandes empresas se encargaron de insistir en el
éxito del modelo forestal.
Sin
embargo, la agudización del problema de escasez de agua, que obligó a
las municipalidades de las zonas de plantaciones a gastar miles de
millones de pesos en la distribución de agua a la población rural, el
recrudecimiento del conflicto generado por la instalación de grandes
empresas forestales en la Araucanía y últimamente, los inmensos y
devastadores incendios forestales del verano pasado, nos demostraron la
vigencia y necesidad de un Nuevo Modelo Forestal. Estos problemas
trascienden lo económico, ambiental o técnico transformándose en un
problema de Seguridad Nacional por la urgencia de resolver amenazas a la
población por falta de agua, de seguridad alimentaria, de atropello a
la cultura indígena, y su lucha por la tierra, y de proteger las
comunidades rurales de los incendios forestales.
Ante
este escenario, la AIFBN ha reunido a un grupo de 26 profesionales de
diversas especialidades, quienes a partir de noviembre del año 2017
estamos trabajando en 14 temas para dar forma a la propuesta del Nuevo
Modelo Forestal. Los aspectos esenciales de ella no desconocen los
avances en los documentos de política forestal y plantaciones del
Consejo de Política Forestal porque hemos participado en ellos. Pero es
un paso adelante y se fundamenta en el hecho que el mercado, cuyo rol no
se desconoce, no ha tenido ni tiene la capacidad de generar ajustes en
un sector como el forestal en que las decisiones se toman a mediano y
largo plazo afectando el medioambiente y la vida de las futuras
generaciones. Las dos “leyes” forestales más importantes en el sector
han sido “decretos leyes” promulgados por dictaduras, primero en 1931
durante la dictadura de Ibáñez y luego en 1974, por Pinochet. El
proyecto de ley forestal que presentó el gobierno de Frei Montalva
(1966) duerme en el Congreso y la actual ley de Bosque Nativo demoró 16
años en ser promulgada y tuvo tantos cambios que no se han dado los
resultados esperados. En general, la clase política chilena solo piensa
en períodos cortos, en la próxima elección.
Un
nuevo modelo forestal exige que el Estado chileno (ejecutivo,
legislativo y judicial) se involucre a fondo en decisiones de corto y
largo plazo que afectan a chilenas y chilenos.
La propuesta está en proceso y esperamos entregarla al país en el primer semestre de 2019.
Luis Astorga Schneider, Director Honorario, AIFBN
FELICITACIONES!!!! BRAVISIMO.
Dra. Marta R. Zabaleta, Londres.
Excelente apreciacion sumaria; me parece extremadamente clara y rigurosa. Me parec que un breve curriculum del autor, que deje en evidencia su eminencia profesional y etica, ayudaria al lector que pudiera desconocer su afamada trayectoria. Alberto Hinrichsen
ResponderBorrarAgradezco profundamente a Marta (con quien fuimos compañeros en ESCOLATINA de la U de Chile por los años 60) al publicar esta reseña de nuestra propuesta para un NUEVO MODELO FORESTAL. En realidad, en todos los sectores: minería, agricultura, etc. se necesitan nuevos modelos que salgan del neoliberalismo y transformen el crecimiento (que se mide en cifras) en desarrollo (que se mide en la satisfacción de las necesidades del pueblo).
ResponderBorrarParecieran cosas tan lógicas y de sentido común, pero no es así en la realidad debido a los intereses de los grupos económicos.
Alberto, espero abrir a fin de año un blog cuyo título es "60 años de historia forestal" en donde - siguiendo el ejemplo de Marta - pueda mostrar mas a fondo lo que ha ocurrido en esos años que me hacen participar en el propuesta de un NUVO MODELO FORESTAL. Un abrazo LEA.