Nusrat Jahan Rafi es la última
víctima de abuso sexual en Bangladesh, un país en el que la
vulnerabilidad de los derechos de las mujeres y las niñas esta a la
orden del día. La joven, de 19 años, decidió presentar una denuncia contra el director de su centro educativo el mismo día que se produjo la agresión.
Solo dos semanas después fue quemada viva. La joven fue rociada con queroseno y prendida fuego en su colegio. Murió cinco días después. Sin embargo, informa La Sexta,
antes de fallecer logro hacer su última declaración: "El profesor me
tocó. Combatiré este crimen hasta mi último aliento", reafirmo.
Su valentía para denunciar la agresión ha conmocionado al país asiático, donde la mayoría de víctimas de abusos sexuales no denuncia
por miedo al rechazo de su familia o de una sociedad conservadora y que
de hacerlo, podrían sufrir las mismas consecuencias que Rafi.
La violencia machista parece no tener límites. Una adolescente de 19 años denuncia al director de la escuela donde estudia por acoso sexual y la queman viva para que se retracte. Participan de ese acto de barbarie machista algunos de sus propios compañeros. El hecho ocurrió el 6 de abril. La llevaron a la terraza de la escuela, la ataron con un pañuelo, la rociaron con nafta y le prendieron fuego. Querían hacer pasar la escena como un suicidio. Pero el fuego quemó el pañuelo y ella pudo soltarse y escapar. Ocurrió en Bangladesh. Nusrat Jahan Rafi resultó con el 80 por ciento de su cuerpo quemado y murió después de cuatro días de agonía en un hospital, pero antes, grabó un video donde ratificó las acusaciones contra el director. “El maestro me tocó, lucharé contra este crimen hasta mi último aliento”, dijo. También identificó a algunos de sus atacantes.
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Aniquilar la palabra, nuestra palabra, aniquilar nuestros cuerpos, silenciarnos. Eso buscan quienes se resisten a perder sus históricos privilegios sobre nuestras vidas y nuestros cuerpos. Estamos, sin dudas, librando una guerra. El enemigo nos acecha. Está ahí, cerca, en nuestra casa, en la escuela, a la salida de un boliche, en un viaje de estudios…
Es conmocionante esta noticia, en medio de la creciente ola feminista en el mundo. El femicidio de Nusrat provocó en Bangladesh una sucesión de protestas y hasta el compromiso público de la primera ministra Sheikh Hasina de que “ninguno de los culpables se librará de acciones legales”. Lo mínimo que esperamos: Que sean juzgados y condenados.
La agresión brutal, horrorosa contra Nusrat es una reacción para acallarnos. Un mensaje para otras, tantas, que se están animando a poner en palabras la violencias sexuales sufridas por tantos años, en contextos de impunidad. No lo van a lograr. Mi solidaridad con las mujeres de Bangladesh. Lejanas pero tan cerca hoy de mí corazón. Yo te creo Nusrat, yo te creo hermana.Mariana Carvajal, Pag 12,hoy.