COLOMBIA: mujer, campesina y pobre


 
A Yoladis Zuñiga ser pobre, campesina y mujer le ha costado tan caro que muchas mañanas, cuando se despertaba, sólo deseaba estar muerta. Tanto que intentó suicidarse en varias ocasiones. En cambio, hace no tanto tiempo pero sí muchas muerte, en los 90, lideraba un comité campesino para exigir una mejora de las condiciones de vida de su comunidad, donde construyó la primera escuela con sus propias manos. Las mismas que años después recogerían el cuerpo acribillado de su marid...o.

En el año 2000, Yoladis fue violada por diez paramilitares y el mismo día delante de su esposo, que después fue asesinado, en una masacre que acabó con la vida de 100 personas en sólo cuadro días en El Salado, una localidad del norte colombiano en el departamento de Bolívar. Miembros de la Infantería de Marina colaboraron en la matanza.

Como el resto de sus vecinos, Yoladis fue obligada a abandonar su pueblo. “Huir con tus hijos escondiéndote entre los árboles mientras te disparan es algo que te marca para siempre”. Sin ninguna ayuda del Estado, como la mayoría de los 5 millones de desplazados que la guerra ha generado en Colombia, tuvo que prostituirse para sacar adelante a sus niños. Gracias al apoyo de la Corporación Sisma Mujeres y otras ONG, se ha recuperado física y psicológicamente, y se ha capacitado para apoyar a otras mujeres víctimas de la violencia sexual, un arma de guerra empleada por tres actores del conflicto: los paramilitares, el Estado y, en menor, medida, la guerrilla de las FARC. Hace ya cinco años, la Corte Constitucional advirtió que la violación, la esclavitud sexual y la prostitución forzada son prácticas habituales, sistemáticas e invisibilizadas en el país. Sin embargo, la inmensa mayoría de los casos siguen en la impunidad. Por ello, Sisma Mujeres llevó ante la Corte Interamericana de Derecho Humanos la petición para que el gobierno colombiano implementase políticas contra la violencia contra las mujeres.

“El dolor no se va, pero te acostumbras a vivir con él. Me siento muy orgullosa de saberme más fuerte que los que me violaron. Yo tuve tres intentos de suicidio, pero ya no me quiero quitar la vida. Ayudar a otras personas te da ganas de seguir adelante”, nos explica emocionada, pero con entereza, Yoladis. “A otras mujeres que hayan pasado por lo mismo que yo les diría que miren en el espejo y vean lo valiosas que son, que la vida sigue y que hay que vivirla”.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Fusilados/as :PRESENTE

DISCUSIONES SOBRE LAS PILDORAS

PERU : STOP NEWS FUJIMORI CONDENADO.RU