POEMA de Amelia Arellano y FOTOS de Yanina Hinrichsen
Amelia Arellano, San Luis, Argentina
DE CARNE APASIONADA
Magia y pasión, mi amor ¿que es? Vivir, simplemente, vivir.
Apasionada soy y mujer y rebrote. Raíz y fruto .Pulpa.
He vertido libaciones en el retoño nacido de mi tierra.
De leche, aceite y aguamiel.
El miedo de la noche devora pájaros dormidos.
He convocado las magas de cuya carne enardecida vengo.
Hemos cerrado las puertas a esa enorme lengua de lagarto.
Y hemos detenido el jadeo, el latigazo, la irredención.
Tiernas nanas cantamos. El fuego arde y la muerte se aleja.
Apasionadamente hice mil veces el truco de la cuerda que se corta.
Y reaparece intacta en el cordón umbilical.
He transformado cebollas de hambre en jugosos duraznos.
En naranjas dulcísimas, en frutos del árbol pan.
He cortado cabezas de sandías del mal, con una hoja de parra.
Con una daga he atravesado el cuerpo de mil Lázaros.
Mis manos han sembrado en tus venas memoriosas semillas.
Te he lamido como un cachorro triste y susurrado en tu oído:
El amor es apenas una tregua. También lo es la tristeza.
Y has meneado la cola, mi mandril con cabeza de cigüeña.*
Has libado de mis ubres la magia universal.
Apasionada. De luminosos sortilegios preñada.
Naceres.
Dios de la luna, mago y artista, escriba de los dioses.
Y has sido sabio, ignorante. Hombre y rebrote. Raíz y fruto.
Y humano, sobre todo, humano.
• En referencia al dios egipcio Thot
Magia y pasión, mi amor ¿que es? Vivir, simplemente, vivir.
Apasionada soy y mujer y rebrote. Raíz y fruto .Pulpa.
He vertido libaciones en el retoño nacido de mi tierra.
De leche, aceite y aguamiel.
El miedo de la noche devora pájaros dormidos.
He convocado las magas de cuya carne enardecida vengo.
Hemos cerrado las puertas a esa enorme lengua de lagarto.
Y hemos detenido el jadeo, el latigazo, la irredención.
Tiernas nanas cantamos. El fuego arde y la muerte se aleja.
Apasionadamente hice mil veces el truco de la cuerda que se corta.
Y reaparece intacta en el cordón umbilical.
He transformado cebollas de hambre en jugosos duraznos.
En naranjas dulcísimas, en frutos del árbol pan.
He cortado cabezas de sandías del mal, con una hoja de parra.
Con una daga he atravesado el cuerpo de mil Lázaros.
Mis manos han sembrado en tus venas memoriosas semillas.
Te he lamido como un cachorro triste y susurrado en tu oído:
El amor es apenas una tregua. También lo es la tristeza.
Y has meneado la cola, mi mandril con cabeza de cigüeña.*
Has libado de mis ubres la magia universal.
Apasionada. De luminosos sortilegios preñada.
Naceres.
Dios de la luna, mago y artista, escriba de los dioses.
Y has sido sabio, ignorante. Hombre y rebrote. Raíz y fruto.
Y humano, sobre todo, humano.
• En referencia al dios egipcio Thot
Amaleia Arellano
Fotos de su colección Spring 2013, Yanina Hinrichsen (c) Londres, 2013
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