La maravilla del encuentro, Poema de Jorge Etcheverry
LA MARAVILLA DEL ENCUENTRO BAJO ESAS ALAS DE LA HISTORIA QUE CUBRÍAN TODO SANTIAGO Y PROVINCIAS EN ESOS AÑOS DE LA SEGUNDA MITAD DE LOS SESENTA
Circunscritos, empequeñecidos, míseros
tratando de entrever las estrategias para asegurar otras pocas comodidades, evitar algunos sobresaltos
cuando la realidad es que se nos está acabando la cañuela...
ya no nos está quedando mucha cuerda
En ahora en que nos proponíamos levantarnos sobre todo esto como un pájaro pesado
de alas grises
para por fin sobrevolar sobre todo esto como por sobre los escombros de una ciudad
Para tratar de reconquiatas esa dimensión antañona de estandartes, horizontes claros y abiertos
muros que se dejaban disolver por los torrentes de la historia
al menos eso creíamos
Que como una gallina de un plumaje naranja tirando a rojo y gordita
empollada ese huevo de los nuevos tiempos
azulino o rosado, como los que ponen las gallinas araucanas
Extendiendo una de sus alas, como cobijando y arrullando a esa flor de las generaciones que se alzaba vociferante, demandando sus derechos a voz en cuello
en un exceso de energía esos estudiantes miraban por un momento hacia la ventana por la entraba el sol a raudales
y luego salían a los prados que circundaban al vetusto edificio de la biblioteca
no pudiendo aguantarse más adentro
salen a conversar en grupo, si hace frío se soplan las manos, tiritan haciendo crujir la escarcha
si hace ya un poco de calor en mangas de camisa, buscando la sombrita
Sin temor a los gerundios, teniendo siempre esa referencia tenaz de la Cordillera
que algunos especulan que nos focaliza en extremo
como las anteojeras el caballo
otros sostienen que por el contrario nos da esa sensación de lo separado y lo propio
nos hace soñar con horizontes planos
nos hace sentirnos perdidos en las planicies, pero a la vez
nos da esa ansia de saber desde niños así de grandes lo que se encuentra al otro lado
Es así a lo mejor que se desplegaban esos años de barricadas
de proyectos nebulosos pero no carentes de brillo
de estrellas al alcance de la mano
Incluso organizaciones vetustas, antidiluvianas casi
proliferadas por adultos sólidos e importantes en sus respectivos campos o profesiones
Algunas que se hundían como vastas raíces ambiguas en la rica tierra de nuestra historia
Y que no podemos nombrar por miedo a que su sombra a mal traer y venida a menos
todavía se proyecte sobre las espaldas encorvadas, si, pero no es cosa nueva
pero todavía resistentes de esa mujer que es nuestra historia
que tiende a llevar de la mano a esos niños traviesos y un poco flojos
soñadores, pero llenos de posibilidades ocultas
para bien o para mal
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