Navegando la Utopia- Los migraciones debidas a la acumulacion capitalsita: migrants or refugees, is that the question?
Las piñatas que idearon l@s latin@s para pegarle a Donald Trump
La guerra contra el magnate y su política xenófoba.Se venden en San Francisco y son furor entre las comunidades latinas.
Navegando la
utopía
Expulsados,
llegamos a Escocia.
Allí la hijita
chilena tuvo su primera Navidad blanca.
Yo lloraba por dentro cuando le decía a Yanina
Yo lloraba por dentro cuando le decía a Yanina
que los 'crackers'
con juguetes y sombreros del arbolito,
los habría visto
también Lenin, quien llegado al río Clyde
recorrió este
mismo camino hacia los astilleros de Glasgow.
El hijo aun no nacido pateaba que quería ser argentino.
El hijo aun no nacido pateaba que quería ser argentino.
Tomás el
escocés llegó sano y salvo. Irrumpió en la desolación del destierro,
testigo y víctima de tanto desarraigo.
testigo y víctima de tanto desarraigo.
Mucho después,
fue en una tarde como esta. Con cien trinos,
extraña
tarde/noche inglesa de verano, cuando ya sola,
perdida en
Londres, divisé una arboleda.
Era Argentina,
adonde crecí, allá en el campo.
Y luego vi esos
escudos rojos
que se parecían a las banderas ojinegras
que avivaron mis sueños milenarios.
Fue entonces que pensé otra vez
que se parecían a las banderas ojinegras
que avivaron mis sueños milenarios.
Fue entonces que pensé otra vez
en la sangre de
Tania embarazada,
cruzando el río,... el río de Bolivia
que jugaba burbujas sobre sus pieles bravas
y la vi caer de nuevo, acribillada.
cruzando el río,... el río de Bolivia
que jugaba burbujas sobre sus pieles bravas
y la vi caer de nuevo, acribillada.
Sentí esa tarde
que me subía al barco con mi abuela
allá en
Piamonte, más de cien años atrás,
Y recorríamos
juntas el golfo dejando atrás Rapallo,
navegando hacia
Argentina.
A mi abuela
arribada, le vendieron un tranvía.
¿Qué entendería
ella cuando le abrió la puerta a los ladrones?
¿Todavía no
sabría el cuento del tío en castellano? ¿Solo italiano?
Ahora soy yo la
que atiendo la puerta y escucho
pero no
entiendo
cuando me hacen
el cuento del tío en otro idioma extraño.
La imagino en su
semana final, muy joven
cuando su corazón estalló en pedazos
cuando su corazón estalló en pedazos
con el incendio
de los tres destilerías de Campana.
Ciudad del Río
Paraná adonde buscó otra patria.
Por eso, cuando
murió mi madre
en sueños me
embarqué de vuelta hacia el Piamonte.
¿Murmuraría
allí su corazón? Vehemente flor adormecida, locos amarillos
y azulados
trineos acuáticos barrenando como martinetes
la estela
burbujeante de ese barco que dejaba atrás las grúas de La Boca.
Lejano se
escuchaba el llanto de un urutaú.
Llora llora urutaú.
Ya no existe esa Argentina
donde nací como
tú. Llora llora urutaú.
En el exilio
hay ausencias. Soledades. Pérdidas.
Pero dicen que
allá hay tambores que truenan
porque se sienten
pueblo, que otros Ches y muchas Tanias se levantan.
Que Víctor Toro
se monta a una estatua en el Bronx,
y grita 'Viva
Chile', antes de que lo pongan preso.
Porque en Chile
hay mapuches que están en huelga de hambre
y setecientos estudiantes
secundarios que están presos,
aunque gobierna
una mujer de izquierda.
Creían que iba
a escribir la nueva historia. Pero se la tragó el sistema.
Mientras, la
nieve andina se va tornando rojo-verde oliva, rugen los volcanes,
y surgen miles
de fogatas blancas. Tómate de mi mano.
Adonde cayó la
sangre germinará la tierra.
Y vendrá otra vida con un pedazo de pan bajo su brazo.
Y vendrá otra vida con un pedazo de pan bajo su brazo.
Con este verso
yo te canto, cuando te vas
sin destino y
sin vuelta. Cuando llegues, si llegas,
lucharás por
ser alguien. Y estaré para tenderte los brazos.
Marta
Zabaleta©1973/2006/2015
http://mispoetascontemporaneos2.blogspot.com.ar/2015/08/poema-de-marta-zabaleta.html
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