Eva Giberti, Dora Barrancos y Diana Maffía ganaron el premio Konex a la trayectoria en estudios de género
CONVERSACIONES
Reunión cumbre
Eva Giberti, Dora Barrancos y Diana Maffía ganaron el
premio Konex a la trayectoria en estudios de género y son tres
feministas pioneras en Argentina. Eva Giberti, además, recibirá el
premio de platino a mitad de noviembre. Sin sentarse en los laureles más
que merecidos, las tres analizan, desde diferentes miradas pero con
complicidad y sabiduría, el paro y movilización del 19 de octubre y
festejan feminismos plurales y jóvenes que enredados con otras
generaciones hicieron oír un grito poderoso frente a la crueldad de la
violencia machista y también frente al contexto de crisis.
Por Luciana Peker
Foto: Constanza Niscovolos
Eva Giberti, Dora Barrancos y Diana Maffía ganaron el Premio Konex que, por primera vez, en el 2016, después de treinta y siete años de recorrido, contempló la disciplina Estudios de Género. Las tres no son solo académicas o investigadoras, sino que pusieron el cuerpo en la actividad pública, en la política y en las miles de marchas que mostraron que la ola feminista es una marea de mujeres dispuestas a parar de pie la violencia, llueve o truene. Las tres rescatan la fuerza de los feminismos plurales y la vitalidad de las jóvenes en el protagonismo político del feminismo a partir del fenómeno colectivo de Ni Una Menos y los masivos Encuentros de Mujeres.
Diana Maffía es doctora en Filosofìa, directora del Centro Cultural Tierra Violeta y del Observatorio de Género en la Justicia del Consejo de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires. Dora Barrancos es socióloga, historiadora y directora del CONICET en representación de las Ciencias Sociales y Humanas. Eva Giberti es doctora en Psicología y coordinadora del Programa Las víctimas contra las violencias, del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, y Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires.
Eva Giberti tiene 87 años, Dora Barrancos 77 y Diana Maffía 63. A cada una la envuelve una década y entre las tres tejen lazos que no tienen fecha de vencimiento. Son protagonistas activas de un pasado que se volvió fulgor y que es un trayecto rebelde y renovado. Desde sus miradas en común y divergentes observan la situación de la violencia de género en la Argentina de hoy y de un feminismo más vivo que nunca antes.
-No son mujeres de luto, son mujeres que gritan. La cosa pasa por el grito -señala Eva, que se convierte en anfitriona de tazas de porcelana y ronda de convites para una vida de mujeres libres, sin tiempos ni silencios u ostracismos. La charla comienza con una ronda de té y termina cuando el atardecer ilumina, desde la ventana, a los unicornios que colecciona como un símbolo de libertad desde su infancia hasta ahora en que su edad lo único que define es a una pluralidad de mujeres sin límites.
¿Cómo se convive con un país donde hay 60 por ciento
de becarixs en el CONICET y una descalificación al debate sobre
necesidad de paridad diciendo que las mujeres tienen que demostrar
capacidad para ocupar lugares?
Diana Maffía: En Argentina se organizó un Congreso
de Biología donde solo exponían varones cuando es una carrera con
sesenta por ciento de mujeres. Visualicemos donde buscamos la capacidad.
¿Quiénes son sujeto de diálogo? No pasa en la Universidad algo
diferente que lo que pasa en otros lugares. Pensemos que cuando hacíamos
la marcha, bajo la lluvia, con un hartazgo a partir de un femicidio tan
salvaje que no podìamos esperar al próximo 3 de junio pidiendo que no
nos maten, en la Casa de Gobierno había una reunión con empresarios,
sindicalistas y funcionarios en la que mandaron a hacer, especialmente,
una mesa rendonda. (Mauricio) Macri dijo “para que todos nos veamos”.
Entonces mientras los varones discuten cómo se va a invertir y
distribuir la riqueza en esa mesa redonda nosotras tenemos que salir a
la calle para que no nos vean y no nos maten. Es terrible la
desproporciòn de ciudadanía. Y esto ha ocurrido simultáneamente.
Nosotras tenemos que salir de nuestras casas para que no nos maten. Hay
un escenario donde las mujeres teenemos que convertir esa demanda en
exigencias muy concretas y en control de polìticas y estos señores
tienen que darse cuenta que no están todos si no estamos nosotras.
¿Qué implica que la respuesta a Ni Una Menos sea “nadie menos”?
Eva Giberti: El feminismo es cambiar al mundo y eso
es lo que hay que cambiar. Cuando se dice todos, eso tiene que ser todos
y todas y no hay que dejar afuera a las personas trans que estaban
también en la marcha con un papel visible. Estamos viendo el proyecto
constantemente en la radio y televisión. Ahora la cosa es que hay que
decir “Ni uno Menos, también para los varones, o “Nadie menos”, y no
están pensando en los trans. Esto es el contraproyecto. Pero nos tiene
que alegrar. Esto determina que las compañeras vayan a la televisión y
la radio. Las escucho con énfasis y potencia tratando de convencer al
interlocutor para que comprendan el fenómeno. Es necesario que vayan a
la televisión, pero quisiera desesperanzarlas de la idea utópica de que
van a lograr convencer a los conductores. Ellos son el muro. Son
representativos de una formidable porción de la sociedad y de una
mentalidad.
¿El feminismo no tiene que ser más popular y llegar a la televisión?
Eva: La televisión da lugar para mostrar que no nos excluyenDora Barrancos: Es un acto muestral.
Diana: Y, muchas veces, para quedarse con la última palabra. Es muy común en la radio que cortan y se quedan refutándote sin darte la posibilidad de contestar. Es muy desleal la comunicación.
Eva: Yo escucho mucha radio y me llama la atención cómo tratan los conductores a las mujeres con las que trabajan. “¡Qué bonita se vino hoy! ¡Se ha venido con un escote que nos ha dejado conmovidos”
Diana: Y la minifalda..
Eva: Todavía nos falta que haya mujeres alertadas que podrían reaccionar y no levantarse a servir el café. ¿La mujer dice “Qué bien el pantaloncito apretado que te trajiste, cómo te marca todo lo que tenés!”? Eso sería lo verdaderamente desfachatado... En mis años de juventud, a un señor galante, yo le decía: “Usted es un buenmozón, mire qué perfil que tiene, parece un romano”.
Eso ahora se llama autodefensa, fuiste una precursora Eva (risas).
Eva: Tengo indignación que a la gente que escucha la
radio le pasan por delante violencia y discriminaciones de género de
forma permanente.
¿Qué quiere decir la idea de un contraproyecto a la salida a la calle de las mujeres?
Eva: La aparición de estos sujetos que están contra
el proyecto de la marcha. Un contraproyecto a la marcha con la idea de
que la marcha no sirve para nada o que pregunta “¿Qué quieren las
mujeres?” o que alegan “A los hombres también nos matan”.Diana: Dicen “Se está silenciando que hay más varones asesinados que mujeres”. Efectivamente, mueren más varones que mujeres.
Dora: ¡Pero no por ser varones!
Diana: Están disputando privilegios entre sí: poder, propiedad privada. Pero en los asesinatos de mujeres no se dan esos contextos. No estamos disputando cantidad de muertes, sino contextos y evitabilidad de muertes. Pedimos que el Estado genere condiciones de igualdad para que las mujeres no estén desprotegidas ni entregadas a situaciones violentas.
¿Cómo influye la resistencia machista de los medios?
Dora: Lo mediático es un problema hoy en día.
Antiguamente la opinión pública -que viene de público y prensa escrita-
no tenía la fuerza que tiene hoy que está concentrado desde el punto de
vista patriarcal. De ahí viene la incorrección permanente. Se ha
sustituido crimen pasional por femicidio. Pero siempre hay un
dispositivo respecto de algunas muertas de menguar la situación brutal
por procedimientos denostativos que sugieren que la chica estaba
vestida, como el caso de Melina (Romero) que fue paradigmático. Creo que
de esto se sale. Pero hay una colonización. Estamos en una democracia
disuasiva de la opinión diferente. Yo estoy bastante optimista a pesar
de la penumbra.
¿Cómo observan el fenómenos de marchas tan multitudinarias en las convocatorias de Ni Una Menos y del Encuentro de Mujeres?
Dora: El Ni Una Menos es un movimiento que se
proyecta por el mundo. Haber hecho una huelga que antes era solo sexual
es un fenómeno y un momento muy excepcional. Los sentimientos
feministas, si hubieran estado tan empáticamente forjados, lograrían que
el mundo esté patas para arriba.Diana: Para algo excepcional podemos estar acompañadas. Pero hay que trabajar mucho para tener coherencia. La marcha no fue uniforme, sino muy diversa y en los poquitos días de organización se discutió si los varones van o no van y si nos vestimos de negro.
Dora: Qué absurdo discutir si los varones van...
Diana: No es tan absurdo...
¿Qué piensan de la participación de los varones en los reclamos de las mujeres?
Dora: Los grandes congresos de fines del siglo
diecinueve tenían muchos varones. Recuerdo en un Encuentro Feminista que
no la dejaron entrar a Lohana Berkins.Eva: Diana cuando estuvo (como Defensora adjunta) en la Defensoría del Pueblo hizo mucho por los derechos humanos de las travestis e hizo el primer censo de travestis en Buenos Aires. Hay que recordarlo y ponerlo en la memoria.
Diana: No se me hubiera ocurrido sola sin Lohana Berkins. También peleó mucho en los Encuentros Mabel Bellucci.
Eva: Lohana fue la musa inspiradora.
¿La violencia machista es la de siempre pero ahora hay aún mayor reacción o la violencia machista se recrudeció?
Eva: La crueldad masculina se ha incrementado en un
nivel pavoroso. Los informes que yo leo todos los días en el Programa
Las víctimas contra las violencias, son terribles. Realmente estamos
viendo crueldades que no habíamos visto en el 2006 cuando empezamos. Ya
no es la amenaza “te voy a quemar viva”, ahora la queman. Las echan de
la casa y los hombres se quedan en la casa.
¿Qué pasa con las violaciones colectivas que aparecen en relatos de las jóvenes con mayor presencia que antes?
Eva: Aparecen desde la escuela adolescentes violando
en banda a sus compañeras. Es la histórica violación en banda, pero que
no era habitual hace unos años. El nivel de crueldad, porque no hay
otra palabra, aumentó: golpear a la mujer ya no alcanza. Hay que
lastimarla de alguna otra manera. Está sistematizada la amenaza “te voy a
sacar lo que más querés, que son los chicos”. De las amenazas hay que
cuidarse porque después se cumplen. Es una especie de interface entre la
amenaza y matarla: hay un espacio en el que hay una fase de terror de
la mujer.Dora: El terror es paralizante.
¿El femicidio de Lucía Pérez, en Mar del Plata, es emblemático de esa crueldad?
Eva: Sí, exactamente. Lucía muere de un paro
cardíaco por exceso de dolor por un empalamiento. Ojo porque cada vez
más recrudece la violencia.
¿Es un contraproyecto a mujeres que desean?
Eva: ¿Pero cómo se te ocurre que una mujer puede
tener deseo autónomo sin que el varón te haya convocado? Tenes que
esperar a ser novia avanzada o esposa.Diana: Y que el deseo te lo genere él...
Eva: Y que no venga usado. Si ella tiene ganas es una arrastrada. El deseo de la mujer libre que quiere tener algo con un galán y lo avanza es insoportable para el varón que piensa que su pene tiene que entrar abriendo el mar. El fantasma y la fantasía identitaria es un pene erecto, cosa que no pueden siempre. Y tienen significativos fracasos de los que las mujeres con muchos años podemos hablar.
¿Qué pasa con las deudas del sistema judicial?
Diana: Las mujeres tiene todo tipo de barreras para
acceder a la Justicia. En la provincia de Buenos Aires cada vez que
denuncian van a un juzgado diferente. Cada juzgado tiene su propio
laberinto. La idea es generar otra Justicia al 2020, según una propuesta
del Ministerio de Justicia donde habría tribunales de violencia
unificados en lo Civil y lo Penal que sería muy bueno. Es un cambio de
paradigma muy grande. Hay que darle una porosidad a la Justicia en su
relación con la comunidad. La Justicia no la hacen solamente los jueces.
Las personas tienen que comprender cómo hacer valer sus derechos. El
día de la marcha hubo 30 por ciento más de llamados en la Línea 144.Eva: En la Línea 137 somos los únicos que vamos con un móvil que no está identificado, con una psicóloga y una trabajadora social y un policía de civil para defender a las trabajadoras y entrar a la casa. También puede llamar un vecino. Ya atendimos 20.425 llamados desde el 2006.
Dora: Amo a estas mujeres, pero no sabemos toda la crueldad anterior.
Diana: Con Alicia Muñiz se hizo público el tema en Argentina.
¿Dora, creés que la violencia anterior era igual de grave y no se dimensionaba?
Dora: En nuestra primera revista feminista Nosotras,
de 1902, se dice qué barbaridad ha muerto una mujer pero el Código
Penal ha sido muy benévolo. El Código Penal autorizaba, hasta 1921, la
muerte a homicidas por dignidad del honor y daban penas mínimas. Yo me
torné feminista en Brasil cuando mataron a una mujer de alta sociedad en
Buzios alegando infidelidad y el defensor dijo “legítima defensa del
honor”. Pero si las feministas pensamos que vamos a derrocar al
patriarcado con el Código Penal en la mano estamos completamente fritas.
De todos modos, el Estado tiene que hacer algo con las víctimas. Tiene
un costo tremendo ir y denunciar.Diana: Tiene que tomarlas en serio.
¿Cómo ven la renovación del feminismo que trajo Ni Una Menos y el Paro de Mujeres del 19 de octubre?
Dora: Felizmente se terminó el feminismo de capilla.Eva: Las que sabían...
Diana: Teníamos un feminismo de CEO´S.
¿Cuál es el cambio?
Dora: Hay un derrame notable de feminismo de todos
los colores. Hay una diáspora extraordinaria y el movimiento LGTBI es
importantísimo, nos da otros sentidos. Yo soy optimista. El fenómeno
argentino es único y de emulación hacia afuera. El paro del 19 de
octubre fue impactante. Hay sectores duro de roer que sintieron el
impacto. Es un gran logro político en todo el país. Se sacudió muchísima
gente.Diana: Impactó a otros países rápidamente. Y es muy prometedor que son chicas muy jóvenes.
Dora: También son muy importantes los grupos lesbofeministas. Son hechos políticos muy impactantes. Es un momento de quebranto. Hay que cuidar de no banalizar un escenario tan extraordinario. Son ritos fundamentales que no tienen que ser una vuelta en escena ni dejar colonizarse por el patriarcado.
¿El feminismo también es una respuesta política frente a la actual coyuntura?
Dora: Este es un momento de crisis donde los machos
se desestructuran y van a arraciar las violencias cuando sube la tasa de
desempleo, como ya vimos en los noventa. Hay que pensar un proyecto muy
mejorado con equidad, equidad, equidad.
¿Qué rescatan de la marcha del 19 de octubre?
Eva: Se marchó gritando. No sirve marchar llorando
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