CUBA:Invertir en un futuro sin violencia



Invertir en un futuro sin violencia/ SEMIac
Por Lirians Gordillo Piña / Foto: Internet

Desde su experiencia en el trabajo con jóvenes, Yasmany Díaz Figueroa rescata la posibilidad de cambio en estas edades. Afirma que conocer las expresiones y mutaciones de la violencia machista resulta fundamental para “desaprender la cultura patriarcal impuesta por siglos”.
El coordinador de la Articulación Juvenil del Centro Oscar Arnulfo Romero (CEOAR) afirma que “la violencia de género nos enseña a identificar la desigualdad de poder entre los géneros y esa desigualdad, con determinadas particularidades, también se expresa entre muchachos y muchachas en la sociedad cubana actual”.
¿Cuáles son las manifestaciones de la violencia de género más frecuentes en estas edades?
Existen diversas expresiones y escenarios donde se suele manifestar la violencia por motivos de género, que se relaciona sobre todo con las características de esta etapa de la vida.
Por ejemplo, el grupo y el escenario escolar son muy importantes en estas edades. La violencia suele expresarse a través de la presión social que ejercen los amigos y que imponen seguir determinadas pautas sobre lo que te corresponde hacer o no. Hay que tener en cuenta la presión constante de quedar bien con el grupo por temor a ser víctima de
bullying o acoso escolar.
El
bullying es una forma de violencia común, al igual que los piropos, que en muchos casos son ofensivos y dañan a las muchachas.
En las relaciones sexuales, afectivas y de pareja puede darse la violencia sobre la base de los mitos del amor romántico. La posesión de la otra persona o la privación de sus derechos se expresan en frases como “tú eres mía”, “sin mí no puedes salir”, “cómo vas a salir sola”, etc. También es frecuente que se revise el celular de la pareja y se controlen sus relaciones en la vida cotidiana o en las redes sociales.
Las nuevas tecnologías y las redes sociales son una herramienta para el control de la pareja; sirven para el acoso cibernético o la difamación a partir de la circulación no consentida de imágenes eróticas.
Todo esto se socializa y comparte a través de la cultura, desde la familia y la comunidad. Los estereotipos de género impactan en los proyectos de vida de las muchachas. De acuerdo al sexo, se suele marcar qué es lo correcto y “mejor visto” para las muchachas. Así se pauta qué carrera corresponde estudiar, cuándo y cómo constituir familia, cómo comportarse en el espacio escolar, público o familiar y se prefigura la maternidad como destino de la feminidad. Estas demandas generan desigualdades y situaciones que ponen a las muchachas en desventaja social.

¿Por qué dedicarle al público joven la Jornada cubana por la no violencia hacia la mujer?
Cuando hablamos de juventud, nos referimos a un momento de la vida que tiene que ver con el desarrollo y la consolidación de determinadas concepciones del mundo.
La juventud, con su propensión al cambio, es capaz de desmontar viejos mitos y es propensa a romper con prejuicios y estereotipos. Me gusta la idea de que esta es una inversión para el futuro. Trabajar las juventudes de hoy nos ayudará a tener mejores adultos mañana.

¿Qué debemos tener en cuenta cuando trabajamos con jóvenes?
Se debe partir de una estrategia que conciba a la juventud como protagonista de la participación. No pueden ser solo consultarles o movilizarlos en determinados espacios. Ellos y ellas deben ser quienes piensen en las formas de violencia que existen en sus contextos y cómo, a partir de sus experiencias, pueden ser transformadores de esa realidad.
La Articulación Juvenil que el Centro Oscar Arnulfo Romero (CEOAR) está impulsando tiene que ver con esto. Que sea la diversidad de jóvenes quienes generen espacios de diálogo, sensibilización y aprendizaje. Sobre todo que logren identificar la responsabilidad que tenemos para superar esta problemática.
Trabajar con jóvenes también impone flexibilidad y pensar nuevas formas y maneras de trabajar los temas. No podemos reproducir esquemas y valores que en otras oportunidades nos han resultado, pues la propia juventud cambia y cambian también las percepciones sobre la manera de concebir los procesos.
Readecuarnos, facilitar una verdadera participación y que sean capaces de amplificar su voz. CEOAR ha seguido estos principios en su trabajo y se expresa en el hecho de que han sido jóvenes quienes han diseñado la campaña “Eres más”, y también a partir de la Articulación Juvenil que busca potenciar los diversos aportes de jóvenes, proyectos y profesionales en la lucha por una vida sin violencia de género.


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