PAULO FREIRE Y EL MIR HISTORICO DE CHILE
Paulo Freire y el MIR histórico. (del muro de Facebook de Marco Alvarez, 2 de mayo)
<><>Hoy se cumple un año más de la partida de Paulo Freire y, me gustaría compartir con ustedes un extracto de su libro "Pedagogía de la Esperanza", donde Freire cuenta la experiencia de educación popular más interesante que le tocó conocer en su vida:
"Es interesante observar, sin embargo, que el MIR, que estuvo continuamente a la izquierda del Partido Comunista, y después del propio gobierno de la Unidad Popular, mostró siempre simpatía por la educación popular que en general faltaba a los partidos de la izquierda tradicional.
Cuando el Partido Comunista y el Partido Socialista, dogmáticamente, se negaban a trabajar con ciertas poblaciones porque, decían, careciendo de "conciencia de clase", se movilizarían sólo durante el proceso de reivindicación de algo después de cuya obtención vendría necesariamente la desmovilización, el MIR creía que era necesario, primero, probar esta afirmación en torno al "lumpen"; segundo, que aun admitiendo la hipótesis de que en algunas situaciones hubiera ocurrido lo que se afirmaba, sería oportuno observar si, en un momento histórico diferente, se repetiría. En el fondo no se podía tomar la afirmación como un postulado metafísico, porque contenía algo de verdad.
Fue así que, ya durante el gobierno de la Unidad Popular, el MIR desarrolló un intenso trabajo de movilización y organización, ya en sí pedagógico-político, al que se sumó una serie de proyectos educativos en las áreas populares. En 1973 tuve oportunidad de pasar una noche con la dirigencia de la población de Nueva Habana que por el contrario, tras obtener lo que reivindicaba, sus viviendas, continuaba activa y creadora, con un sinnúmero de proyectos en el campo de la educación, la salud, la justicia, la seguridad, los deportes. Visité una serie de viejos ómnibus donados por el gobierno, cuyas carrocerías, transformadas y adaptadas, se habían convertido en bonitas y arregladas escuelas que atendían a los niños de la población. Por la noche esos ómnibus-escuela se llenaban de alfabetizandos que aprendían a leer la palabra a través de la lectura del mundo. Nueva Habana tenía futuro, aunque incierto, y por eso el clima que la envolvía y la pedagogía que en ella se experimentaba eran los de la esperanza".
Y Marta Zabaleta le ha respondido así:
<><>Gracias, Marco. Yo trabajé con Paulo en ICIRA, Chile, porque me tocó evaluar la efectividad de su método de alfabetización cuando era usado por el gobienro de Frei. Nos hicimos muy amigos, y ya en 1967 accedió a darles clases especiales en su casa a compañeros campesinos dirigentes con de grupos con los cuales teníamos contactos fraternales, venidos de otros paises (Perú, y Ecuador).
<><>Hoy se cumple un año más de la partida de Paulo Freire y, me gustaría compartir con ustedes un extracto de su libro "Pedagogía de la Esperanza", donde Freire cuenta la experiencia de educación popular más interesante que le tocó conocer en su vida:
"Es interesante observar, sin embargo, que el MIR, que estuvo continuamente a la izquierda del Partido Comunista, y después del propio gobierno de la Unidad Popular, mostró siempre simpatía por la educación popular que en general faltaba a los partidos de la izquierda tradicional.
Cuando el Partido Comunista y el Partido Socialista, dogmáticamente, se negaban a trabajar con ciertas poblaciones porque, decían, careciendo de "conciencia de clase", se movilizarían sólo durante el proceso de reivindicación de algo después de cuya obtención vendría necesariamente la desmovilización, el MIR creía que era necesario, primero, probar esta afirmación en torno al "lumpen"; segundo, que aun admitiendo la hipótesis de que en algunas situaciones hubiera ocurrido lo que se afirmaba, sería oportuno observar si, en un momento histórico diferente, se repetiría. En el fondo no se podía tomar la afirmación como un postulado metafísico, porque contenía algo de verdad.
Fue así que, ya durante el gobierno de la Unidad Popular, el MIR desarrolló un intenso trabajo de movilización y organización, ya en sí pedagógico-político, al que se sumó una serie de proyectos educativos en las áreas populares. En 1973 tuve oportunidad de pasar una noche con la dirigencia de la población de Nueva Habana que por el contrario, tras obtener lo que reivindicaba, sus viviendas, continuaba activa y creadora, con un sinnúmero de proyectos en el campo de la educación, la salud, la justicia, la seguridad, los deportes. Visité una serie de viejos ómnibus donados por el gobierno, cuyas carrocerías, transformadas y adaptadas, se habían convertido en bonitas y arregladas escuelas que atendían a los niños de la población. Por la noche esos ómnibus-escuela se llenaban de alfabetizandos que aprendían a leer la palabra a través de la lectura del mundo. Nueva Habana tenía futuro, aunque incierto, y por eso el clima que la envolvía y la pedagogía que en ella se experimentaba eran los de la esperanza".
Y Marta Zabaleta le ha respondido así:
<><>Gracias, Marco. Yo trabajé con Paulo en ICIRA, Chile, porque me tocó evaluar la efectividad de su método de alfabetización cuando era usado por el gobienro de Frei. Nos hicimos muy amigos, y ya en 1967 accedió a darles clases especiales en su casa a compañeros campesinos dirigentes con de grupos con los cuales teníamos contactos fraternales, venidos de otros paises (Perú, y Ecuador).
<><"><>En 1976, ayudó desde su trabajo en Suiza a salvar en Argentina, la vida mia y de mi hijita chilena de tres años, y en 1979 fue mi principal referente para comenzar mis estudios de doctorado en el exilio, que basé inicialmente en la continuación de una critica que le formulé desde que lo conocí: que no sabía distinguir entre los intereses y necesidades de las mujeres y los hombres que alzabetizaba. Y entonces adaptar las palabras generadoras acorde.
<><>Crítica que también les formulé en 1982 a los compañeros encargados del programa de alfabetización que usaban su método durante el comienzo del gobierno sandinista en Nicaragua.
<><>Guardo del querido colega, amigo y maestro, el más cariñoso de los recuerdos, e inclusive, hace poco la Biblioteca Nacional de Chile ha recuperado dos libros que escribá en 1968 sobre su trabajo, y que antes publicó en Conce la FEC. Obviamente, a mi me ayudó por ser mirista, algo que admiraba en mí; te lo explico por si no fuera algo sabido por ti.
Abrazos. MZ
Gracias Compagnera Marta. Oportuna y necesaria la divulgacion que haces de Don Pablo a partir de la rememoración de Marco. El mismo va a estar contento con tus recuerdos e intercambios que tuviste con Pablo Freire. Como buen investigador y cazador de recuerdos históricos, ya los debe haber almacenado bien y puesto a disposición de sus alumnos.
ResponderBorrarJulián Bastías
París.
Celebro el comentario de Julián Bastias muy especialmente, dado que él fue un dirigente mirista que empleó la metodología y compartió dando un ejemplo personal de la misma humanidad característica de Don Pualo, durante su importante trabajo en el Sur de Chile, como mestizo cristiano y tomador de fundos.
ResponderBorrarMarta Zabaleta
Londres