CUBA: fundamentalismo religioso, violencias machistas dentro y fuera de la congregación
CUBA:Fundamentalismo religioso, violencias machistas dentro y fuera de la congregación
Por Lirians Gordillo Piña / Foto: Directorio de Afrocubanas
El pasado año 2018 marcó el momento en que los fundamentalismos religiosos en Cuba amplificaron su presencia en las redes sociales y medios de comunicación, con sus posturas y discursos agresivos, homofóbicos y machistas. Pero desde mucho antes la presencia de estos sectores en la sociedad cubana ha preocupado a personas de fe comprometidas con la justicia social y los derechos humanos.
Aquilatar el alcance de los fundamentalismos religiosos en la nación del Caribe pasa también por las violencias machistas que sufren las mujeres de fe.
Para la pastora Izzett Samá Hernández, no se trata de un enfrentamiento contra los grupos fundamentalistas, por eso convoca a “producir, brindar propuestas alternativas, crear dentro y fuera de las iglesias espacios de reflexión”.
¿Cómo afecta el fundamentalismo religioso a las mujeres de fe?
El fundamentalismo es un sistema de dominación que, por supuesto, afecta a las mujeres dentro y fuera de las congregaciones. Se sustenta en interpretaciones bíblicas y dogmas que ven a la mujer como subordinada al hombre. Esto impide, dentro de las congregaciones, que las mujeres asuman responsabilidades tradicionalmente asignadas a los hombres, como el pastorado por ejemplo, y reproduzcan roles más tradicionales.
Incluso en iglesias más progresistas, donde las mujeres pueden asumir estos roles, se presentan constantemente situaciones de menosprecio a la labor que realizan. El fundamentalismo religioso promueve dentro de las congregaciones la sumisión, la obediencia al hombre; muchas mujeres son violentadas pos sus esposos o por líderes de las congragaciones y lo asumen en silencio, por el adoctrinamiento al que son sometidas.
¿Qué alertas crees son necesarias para el contexto cubano?
Entre las alertas que pueden hacerse está el auge de las iglesias fundamentalistas, sin que nada, ni nadie, lo detenga. Tienen más seguidores dentro y fuera de las iglesias que lo que podemos imaginar. El contexto cubano es vulnerable por la falta de producción de sentidos que afecta a sectores que son bien aprovechados por estos grupos.
Son iglesias con mucho poder económico y sistemas de comunicación atractivos y eficaces, que aprovechan la cultura machista de la sociedad para sus posiciones homofóbicas, por ejemplo.
También debemos ser conscientes de su relación con campañas y organizaciones en América Latina que han sido clave en la aprobación de leyes moralistas y en el derrocamiento de gobiernos. Creo que aún no entendemos la magnitud del fenómeno y el alcance que puede tener.
¿Qué se puede hacer para desmontar el discurso y las propuestas del fundamentalismo religioso?
No es una guerra, ni un enfrentamiento; es producir, brindar propuestas alternativas, crear dentro y fuera de las iglesias espacios de reflexión. Propiciar debates que desmonten sus propuestas de interpretación bíblica, mostrar más ese otro sector religioso que tiene una propuesta ética coherente con los principios de justicia e inclusión del evangelio.
NOTA BENE qué novedoso!
Cuál será ese otro sector religioso no fundamentalista que trata a las mujeres de manera diferente?
El budú?
Porque lo que es ni el católico ni el evangelista lo hacen en ninguna parte, si se atienen al evangelio, o no?
Marta Zabaleta
Por Lirians Gordillo Piña / Foto: Directorio de Afrocubanas
El pasado año 2018 marcó el momento en que los fundamentalismos religiosos en Cuba amplificaron su presencia en las redes sociales y medios de comunicación, con sus posturas y discursos agresivos, homofóbicos y machistas. Pero desde mucho antes la presencia de estos sectores en la sociedad cubana ha preocupado a personas de fe comprometidas con la justicia social y los derechos humanos.
Aquilatar el alcance de los fundamentalismos religiosos en la nación del Caribe pasa también por las violencias machistas que sufren las mujeres de fe.
Para la pastora Izzett Samá Hernández, no se trata de un enfrentamiento contra los grupos fundamentalistas, por eso convoca a “producir, brindar propuestas alternativas, crear dentro y fuera de las iglesias espacios de reflexión”.
¿Cómo afecta el fundamentalismo religioso a las mujeres de fe?
El fundamentalismo es un sistema de dominación que, por supuesto, afecta a las mujeres dentro y fuera de las congregaciones. Se sustenta en interpretaciones bíblicas y dogmas que ven a la mujer como subordinada al hombre. Esto impide, dentro de las congregaciones, que las mujeres asuman responsabilidades tradicionalmente asignadas a los hombres, como el pastorado por ejemplo, y reproduzcan roles más tradicionales.
Incluso en iglesias más progresistas, donde las mujeres pueden asumir estos roles, se presentan constantemente situaciones de menosprecio a la labor que realizan. El fundamentalismo religioso promueve dentro de las congregaciones la sumisión, la obediencia al hombre; muchas mujeres son violentadas pos sus esposos o por líderes de las congragaciones y lo asumen en silencio, por el adoctrinamiento al que son sometidas.
¿Qué alertas crees son necesarias para el contexto cubano?
Entre las alertas que pueden hacerse está el auge de las iglesias fundamentalistas, sin que nada, ni nadie, lo detenga. Tienen más seguidores dentro y fuera de las iglesias que lo que podemos imaginar. El contexto cubano es vulnerable por la falta de producción de sentidos que afecta a sectores que son bien aprovechados por estos grupos.
Son iglesias con mucho poder económico y sistemas de comunicación atractivos y eficaces, que aprovechan la cultura machista de la sociedad para sus posiciones homofóbicas, por ejemplo.
También debemos ser conscientes de su relación con campañas y organizaciones en América Latina que han sido clave en la aprobación de leyes moralistas y en el derrocamiento de gobiernos. Creo que aún no entendemos la magnitud del fenómeno y el alcance que puede tener.
¿Qué se puede hacer para desmontar el discurso y las propuestas del fundamentalismo religioso?
No es una guerra, ni un enfrentamiento; es producir, brindar propuestas alternativas, crear dentro y fuera de las iglesias espacios de reflexión. Propiciar debates que desmonten sus propuestas de interpretación bíblica, mostrar más ese otro sector religioso que tiene una propuesta ética coherente con los principios de justicia e inclusión del evangelio.
NOTA BENE qué novedoso!
Cuál será ese otro sector religioso no fundamentalista que trata a las mujeres de manera diferente?
El budú?
Porque lo que es ni el católico ni el evangelista lo hacen en ninguna parte, si se atienen al evangelio, o no?
Marta Zabaleta
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