ARGENTINA: cuánto vale (en)cubrir el feminicido legalmente: el caso Belsunce
Amigos y familiares de Bártoli y García Belsunce (además de Hurtig) reunieron un millón de pesos.
Imagen: Télam, en Pag 12
PAGARON Y SALIERON EN LIBERTAD Una vaquita para salir libres
El TOC 1 fijó las fianzas de los condenados por el caso García Belsunce II: 500 mil pesos para Bártoli; 400 mil, Binello; 350 mil, Hurtig; 150 mil, García Belsunce; 30 mil, Gauvry Gordon. Para los tres familiares hubo vaquita de los amigos. Pagaron y salieron libres.
Cinco fianzas por un total de 335 mil dólares fueron ordenadas por el Tribunal Oral 1 que condenó a tres familiares de María Marta Belsunce, un amigo y un médico, y fueron pagadas en su totalidad con lo que por la tarde los cinco condenados recuperaron la libertad. Los montos fueron fijados en función de sus capacidad económica y propiedades: Guillermo Bártoli, medio millón de pesos; Sergio Binello, 400 mil; John Hurtig, 350 mil; Horacio García Belsunce, 150 mil; y Juan Gauvry Gordon, 30 mil. Binello tenía la opción de no pagar fianza y mantener la detención domiciliaria con pulsera electrónica, con lo que le iría corriendo el tiempo de condena y en ocho meses estimaban que podría contar con la condicional. Finalmente decidió pagar.
La estimación de las fianzas fue determinada por los jueces luego de que la Cámara de Apelaciones aceptara los hábeas corpus de cuatro de los cinco condenados (Gauvry Gordon no la presentó), pero la hizo extensiva a los cinco, y ordenó que se les estimara fianza a Bártoli, García Belsunce y Hurtig, mientras que dejó a criterio del tribunal qué decidir en torno de Binello y Gauvry Gordon, quienes recibieron menores condenas.El primero en pagar la caución fue el médico, pero durante la tarde los abogados de Bártoli, Hurtig y García Belsunce entregaron la caución correspondiente. Por último lo hizo Binello. Para hacerlo tan rápidamente, los abogados aseguraron que entre familiares y amigos hicieron una vaquita y reunieron el millón de pesos que hacía falta para liberar a los tres (ver aparte). Mientras que Binello tenía la posibilidad de optar entre pagar la fianza de 400 mil pesos o preferir la detención domiciliaria con pulsera electrónica que en ocho meses le permitiría, ya descontado ese tiempo de su condena, iniciar el período de libertad condicional.
Aunque la Sala I de la Cámara de Apelaciones había ordenado fianzas “significativas” para Bártoli y García Belsunce, quienes eran los que recibieron mayor condena, los jueces aplicaron la significación sobre todos, a excepción de Gauvry Gordon.
La resolución de los jueces del Tribunal Oral 1 nuevamente tuvo fallo dividido, al igual que en las órdenes de detención y de rechazo de la excarcelación inicial. Mientras que Alberto Ortolani votó por cauciones menores (había fijado la fianza de Bártoli en 150.000 pesos, la de García Belsunce en 80.000 y la de John Hurtig en 50.000, mientras que en el caso de Binello y Gauvry Gordon había optado directamente por la caución juratoria), los jueces María Elena Márquez y Ariel Introzzi Truglia decidieron por los montos que finalmente se debieron entregar.
El 4 de noviembre pasado, el Tribunal Oral 1, después de cinco meses de audiencias y nueve años después del crimen de los cinco pitutos, Bártoli, García Belsunce, Hurtig, Binello y el médico Gauvry Gordon fueron condenados por el encubrimiento agravado del crimen de María Marta, cometido el 27 de octubre de 2002 en su casa del country El Carmel de Pilar.
El tribunal dio por probado que todos sabían que María Marta había sido asesinada y realizaron distintas maniobras para encubrir el homicidio, como alterar la escena del crimen, gestionar un certificado de defunción “trucho”, evitar que llegara la policía, tirar una bala por el inodoro y, en el caso del médico, no realizar la denuncia por muerte violenta.
Los cinco permanecieron durante cuatro días en la DDI San Isidro, y luego todos fueron alojados en la Unidad 41 de Campana, donde se reencontraron con el viudo Carlos Carrascosa, quien cumple allí una condena de prisión perpetua como autor del crimen de su esposa.Pag 12
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