ARGENTINA SIGLO XXI ¿Quién (nos) manda, a pesar de tener un mujer presidenta?
SIGLO XX- 1951:
Evita, apoyada por trabajadoras y trabajadores, pero acosada por las fuerzas del machismo, encabezadas por las jerarquías de las fuerzas armadas y la iglesia católica, renuncia a la candidatura a Vicepresidencia de la Nación, la primera vez que las mujeres argentinas votarán en elecciones nacionales.
Menos de meses después, en su temprana treintena, muere de cáncer cervical. Víctima tal vez del stress al que vivió sometida en su corta y muy intensa actuación política, la que duró, en la cuenta mas optimista, a lo más siete años (1945-1952).
SIGLO XXI 2011: las mujeres están todavía muy lejos de tomar el poder del estado y sus aparatos.tampoco tiene igualdad en la actividad privada.
Dice la Dra Marta R. Zabaleta, especialista en la historia del peronism en la conciencia social de Eva Perón y otras mujeres peronistas .
La foto del renunciamiento
¿Quién (nos) manda en Argentina?
Esta pregunta se la plantea el proyecto que desarrolla en Argentina el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género, ELA.
En este país, cuya Presidenta es mujer y ha sido reelecta con una amplia votación, y donde la ley de cuota (o de cupo) ha permitido que el 40 por ciento de las curules parlamentarias estén ocupadas por argentinas, parecería que la participación política de las mujeres está resuelta.
No obstante, el estudio ¿Quién manda en Argentina?, realizado por el proyecto encontró que esa nación "presenta un estado crítico en términos de equidad de género: de cada 10 puestos de máxima autoridad estudiados, menos de dos son ocupados por mujeres", aseguró Mariana Morelli, representante de ELA.
En el legislativo, los datos arrojados por el estudio realizado en el Congreso de la Nación y en seis legislaturas provinciales muestran una ausencia de mujeres en la presidencia de bloques numéricamente mayoritarios. El porcentaje de mujeres que preside algún bloque es de 33 por ciento en el Congreso y menor a 20 por ciento en las restantes jurisdicciones incluidas en el estudio.
De manera similar, si bien las mujeres son mayoría en casi todos los ámbitos que componen el sistema judicial argentino, a medida que se asciende en los puestos de autoridad, el número de argentinas desciende.
El estudio también indagó en otros sectores de poder, y encontró que "allí donde no hay ley de cuotas, la participación de las mujeres cae estrepitosamente", agregó Morelli. Por ejemplo, en las dirigencias de las organizaciones de la sociedad civil apenas el ocho por ciento las ocupan argentinas.
El mayor cargo jerárquico de los medios de comunicación está ocupado por mujeres en apenas 7,5 por ciento en promedio. Y las gerencias del sector empresarial están en manos de mujeres en sólo tres por ciento.
"Los números solos poco nos dicen acerca de los obstáculos y situaciones de discriminación y segregación que sufren las mujeres en su vida diaria, por eso realizamos otra investigación llamada 'El poder más allá de los números', para explorar las barreras subjetivas de las mujeres para acceder al poder, anotó Morelli.
El obstáculo más mencionado fue la responsabilidad de cuidado (de hijos, mayores, enfermos) y la conciliación entre las tareas reproductiva y productiva. Sin embargo, las argentinas no expresan una demanda hacia el Estado de políticas públicas que eliminen o alivien esta barrera.
De allí que no es de extrañar que también encontraran que entre las legisladoras hay una mayor proporción de solteras y que ellas tienen un promedio menor de hijos que los varones parlamentarios.
Finalmente, el estudio confirma que la división sexual del trabajo se da en el parlamento, dado que hay más argentinas en las comisiones que tratan temas relacionados con los roles tradicionalmente asignados a las mujeres, tales como familia, educación e infancia.
Fuente; SEIMAC, nov-dic 2011
Evita, apoyada por trabajadoras y trabajadores, pero acosada por las fuerzas del machismo, encabezadas por las jerarquías de las fuerzas armadas y la iglesia católica, renuncia a la candidatura a Vicepresidencia de la Nación, la primera vez que las mujeres argentinas votarán en elecciones nacionales.
Menos de meses después, en su temprana treintena, muere de cáncer cervical. Víctima tal vez del stress al que vivió sometida en su corta y muy intensa actuación política, la que duró, en la cuenta mas optimista, a lo más siete años (1945-1952).
SIGLO XXI 2011: las mujeres están todavía muy lejos de tomar el poder del estado y sus aparatos.tampoco tiene igualdad en la actividad privada.
Dice la Dra Marta R. Zabaleta, especialista en la historia del peronism en la conciencia social de Eva Perón y otras mujeres peronistas .
La foto del renunciamiento
¿Quién (nos) manda en Argentina?
Esta pregunta se la plantea el proyecto que desarrolla en Argentina el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género, ELA.
En este país, cuya Presidenta es mujer y ha sido reelecta con una amplia votación, y donde la ley de cuota (o de cupo) ha permitido que el 40 por ciento de las curules parlamentarias estén ocupadas por argentinas, parecería que la participación política de las mujeres está resuelta.
No obstante, el estudio ¿Quién manda en Argentina?, realizado por el proyecto encontró que esa nación "presenta un estado crítico en términos de equidad de género: de cada 10 puestos de máxima autoridad estudiados, menos de dos son ocupados por mujeres", aseguró Mariana Morelli, representante de ELA.
En el legislativo, los datos arrojados por el estudio realizado en el Congreso de la Nación y en seis legislaturas provinciales muestran una ausencia de mujeres en la presidencia de bloques numéricamente mayoritarios. El porcentaje de mujeres que preside algún bloque es de 33 por ciento en el Congreso y menor a 20 por ciento en las restantes jurisdicciones incluidas en el estudio.
De manera similar, si bien las mujeres son mayoría en casi todos los ámbitos que componen el sistema judicial argentino, a medida que se asciende en los puestos de autoridad, el número de argentinas desciende.
El estudio también indagó en otros sectores de poder, y encontró que "allí donde no hay ley de cuotas, la participación de las mujeres cae estrepitosamente", agregó Morelli. Por ejemplo, en las dirigencias de las organizaciones de la sociedad civil apenas el ocho por ciento las ocupan argentinas.
El mayor cargo jerárquico de los medios de comunicación está ocupado por mujeres en apenas 7,5 por ciento en promedio. Y las gerencias del sector empresarial están en manos de mujeres en sólo tres por ciento.
"Los números solos poco nos dicen acerca de los obstáculos y situaciones de discriminación y segregación que sufren las mujeres en su vida diaria, por eso realizamos otra investigación llamada 'El poder más allá de los números', para explorar las barreras subjetivas de las mujeres para acceder al poder, anotó Morelli.
El obstáculo más mencionado fue la responsabilidad de cuidado (de hijos, mayores, enfermos) y la conciliación entre las tareas reproductiva y productiva. Sin embargo, las argentinas no expresan una demanda hacia el Estado de políticas públicas que eliminen o alivien esta barrera.
De allí que no es de extrañar que también encontraran que entre las legisladoras hay una mayor proporción de solteras y que ellas tienen un promedio menor de hijos que los varones parlamentarios.
Finalmente, el estudio confirma que la división sexual del trabajo se da en el parlamento, dado que hay más argentinas en las comisiones que tratan temas relacionados con los roles tradicionalmente asignados a las mujeres, tales como familia, educación e infancia.
Fuente; SEIMAC, nov-dic 2011
Me escribió la Dra Nora Strejilevich, y dijo :
ResponderBorrar'martita, siempre me resulta difícil publicar comentarios, ergo digo esto por esta vía:
Interesante, porque a menudo las apariencias engañan. Ojalá estos datos se publicaran en los periódicos argentinos...'
A lo que respondí muy agradecida, y deseando que muchas otras personas entendieran mi mensaje.
Dra. Marta R. Zabaleta