CUBA: tratando de salir de la asfixia del machismo institucionalizado
Cuba: Documental rescata
luchas feministas antiguas.
Por Sara Más
(masfarias5@gmail.com)
La Habana, julio (SEMlac).- En busca de un espacio, documental que estrena este 26 de junio la realizadora cubana Marilyn Solaya, revive las luchas feministas, rescata una parte poco divulgada de la historia de la nación caribeña y el aporte que hicieron las cubanas por la defensa de sus derechos entre los primeros años del siglo XX.
Basado en la investigación recogida en el libro En busca de un espacio: historia de mujeres en Cuba, del historiador cubano Julio César Gonzáles Pagés, la obra audiovisual de corte histórico reconstruye parte de la tradición feminista cubana, con énfasis en las primeras cuatro décadas de la República, entre 1900 y 1940.
"Al leerme esa investigación, me doy cuenta de que hay un grupo de mujeres que hicieron grandes aportes a la construcción de la ciudadanía de la nación cubana y no están en los libros de texto, que han estado inivisibilizadas a lo largo de la historia", sostuvo Solaya en conferencia de prensa.
La también directora de la película Vestido de novia (2014) dijo a la prensa que esas mujeres no solo inspiraron este nuevo documental, sino que la empujaron a escribir el guion de Todas, su próximo proyecto de largometraje.
En busca de un espacio combina las actuaciones de las actrices cubanas Isabel Santos, Amada Morado y Andrea Doimeadiós, con la narración, las fotos de época, el material de archivo y la caricatura, entre otros elementos visuales que ayudan a reconstruir una historia que apenas ha sido contada o revisitada.
La directora del filme reconoció que la labor de recuperación histórica fue todo un reto para el equipo de trabajo y para ella en particular, acostumbrada a trabajar con historias de vida en tiempo presente. La filmación pudo hacerse en siete días, precisó, pero conllevó un largo trabajo de unos tres meses de post producción.
Uno de los inconvenientes fue tener que desechar fotos que, técnicamente, era imposible utilizar; o enfrentar la carencia de imágenes de las feministas negras.
En ese sentido agradeció el acceso que tuvo al archivo personal de instantáneas y documentos del profesor González Pagés, así como la colaboración cercana de la historiadora Neida Peñalver, en la ardua tarea de rastrear imágenes históricas por instituciones, bibliotecas y archivos. Muchas de esas imágenes son inéditas y se publican por vez primera en este documental.
Igualmente, la narración del audiovisual se apoya en las entrevistas a especialistas que permiten un acercamiento más humano y detallado del tema, entre ellas la periodista e investigadora Gisela Arandia, la historiadora Daysi Rubiera, la profesora universitaria Norma Vasallo, la jurista Yamila Gonzalez Ferrer y el propio González Pagés.
Los rostros, ideas, acciones, luchas y pensamientos de las feministas ocupan la atención durante todo el documental, que además despliega un meticuloso trabajo de apropiación de fotos, documentos de archivo y reconstrucción histórica.
Parte de las escenas transcurren, además, en los lugares de La Habana donde ocurrieron los hechos que se narran, entre ellos la sede donde fue creado y funcionó el Club Femenino de Cuba, así como los espacios de celebración de los congresos de mujeres en el Teatro Nacional (hoy Gran Teatro Alicia Alonso) y el Paraninfo de la Academia de Ciencias de Cuba.
"El libro es un evento más privado, mientras el cine tiene la capacidad de llegar a más personas y la imagen es siempre más tentadora", valoró González Pagés y reiteró que este documental intenta devolver la historia feminista a Cuba, donde, dijo, "el feminismo sigue siendo todavía quizás una mala palabra o una palabra mal contada".
"Tampoco basta con la investigación, se necesita del talento de una realizadora como Marilyn Solaya, comprometida abiertamente con estos temas", agregó.
El documental recrea pasajes de la historia, vida y obra de varias de las exponentes del feminismo liberal cubano, muy subvalorado durante mucho tiempo por la presencia en él de cubanas de la mediana y pequeña burguesía, precisó.
Entre esas figuras cimeras está María Luisa Dolz y Arango (1854-1928), escritora, ensayista, docente y precursora del feminismo social, quien promovió la enseñanza secundaria, incluyó la práctica de la educación física y fue la primera cubana que obtuvo el grado de Doctora, en la especialidad de Ciencias Naturales.
También aparecen María Collado Romero (1885-1960), periodista y poetisa, primera mujer reportera y cronista parlamentaria de Cuba, quien creó y presidió el Partido Demócrata Sufragista de Cuba; y Ofelia Domínguez (1894-1976), abogada y primera notaria del país, quien venció la carrera de Derecho en año y fue de las primeras en proponer reformas al Código Penal para lograr despenalizar el aborto en 1936.
Otras protagonistas son la periodista Mariblanca Sabas Alomá (1901-1983), escritora y primera mujer ministra sin cartera en el país; y María Dámasa Jova (1890-1940), escritora y pedagoga que defendió los derechos de las mujeres negras y es una de las precursoras del afro feminismo en Cuba.
De acuerdo con Pagés, el documental hace un guiño intencional entre pasado y presente, por tratarse de una historia inacabada, en un mundo donde las mujeres aún siguen reclamando muchos de los derechos que estas cubanas lograron hace décadas, como la patria potestad en 1917, el divorcio en 1918, el sufragio en 1934 y el aborto terapéutico en 1936.
Solaya es partidaria de que su documental se exhiba en amplitud de espacios, "en el circuito comercial, pero también en los de debate, para que puedan apreciarlo mujeres y hombres, porque ellas tienen que saber de dónde vienen y ellos, conocer, respetar y reconocer sus aportes", argumentó.
Mientras el documental se estrena y devela un mundo apenas visitado de la historia cubana, la directora ya le da vueltas al proyecto Todas, la película cuya narración comenzará a principios de la República y será contada a través del lente de un personaje particular, una de las primeras fotógrafas que ejerció este oficio en La Habana y va documentando los eventos que el filme narra.
En el elenco volverán a estar, junto a otras actrices, las que participaron en el documental En busca de un espacio.
"A mí me el trabajo para el documental y con todo el equipo me ha permitido aprender mucho. Marilyn se apoderó de la historia de Julio e hizo el guion; luego yo me apodero de todo eso y hago mi personaje. Es una historia que va creciendo, mientras pasa de mano en mano", reflexionó la actriz Isabel Santos, al referirse a su trabajo para el documental que recién se estrena.
"Ahora estoy esperando locamente el guion de la película, en la que nos vamos a reunir mujeres de distintas edades".
Por Sara Más
(masfarias5@gmail.com)
La Habana, julio (SEMlac).- En busca de un espacio, documental que estrena este 26 de junio la realizadora cubana Marilyn Solaya, revive las luchas feministas, rescata una parte poco divulgada de la historia de la nación caribeña y el aporte que hicieron las cubanas por la defensa de sus derechos entre los primeros años del siglo XX.
Basado en la investigación recogida en el libro En busca de un espacio: historia de mujeres en Cuba, del historiador cubano Julio César Gonzáles Pagés, la obra audiovisual de corte histórico reconstruye parte de la tradición feminista cubana, con énfasis en las primeras cuatro décadas de la República, entre 1900 y 1940.
"Al leerme esa investigación, me doy cuenta de que hay un grupo de mujeres que hicieron grandes aportes a la construcción de la ciudadanía de la nación cubana y no están en los libros de texto, que han estado inivisibilizadas a lo largo de la historia", sostuvo Solaya en conferencia de prensa.
La también directora de la película Vestido de novia (2014) dijo a la prensa que esas mujeres no solo inspiraron este nuevo documental, sino que la empujaron a escribir el guion de Todas, su próximo proyecto de largometraje.
En busca de un espacio combina las actuaciones de las actrices cubanas Isabel Santos, Amada Morado y Andrea Doimeadiós, con la narración, las fotos de época, el material de archivo y la caricatura, entre otros elementos visuales que ayudan a reconstruir una historia que apenas ha sido contada o revisitada.
La directora del filme reconoció que la labor de recuperación histórica fue todo un reto para el equipo de trabajo y para ella en particular, acostumbrada a trabajar con historias de vida en tiempo presente. La filmación pudo hacerse en siete días, precisó, pero conllevó un largo trabajo de unos tres meses de post producción.
Uno de los inconvenientes fue tener que desechar fotos que, técnicamente, era imposible utilizar; o enfrentar la carencia de imágenes de las feministas negras.
En ese sentido agradeció el acceso que tuvo al archivo personal de instantáneas y documentos del profesor González Pagés, así como la colaboración cercana de la historiadora Neida Peñalver, en la ardua tarea de rastrear imágenes históricas por instituciones, bibliotecas y archivos. Muchas de esas imágenes son inéditas y se publican por vez primera en este documental.
Igualmente, la narración del audiovisual se apoya en las entrevistas a especialistas que permiten un acercamiento más humano y detallado del tema, entre ellas la periodista e investigadora Gisela Arandia, la historiadora Daysi Rubiera, la profesora universitaria Norma Vasallo, la jurista Yamila Gonzalez Ferrer y el propio González Pagés.
Los rostros, ideas, acciones, luchas y pensamientos de las feministas ocupan la atención durante todo el documental, que además despliega un meticuloso trabajo de apropiación de fotos, documentos de archivo y reconstrucción histórica.
Parte de las escenas transcurren, además, en los lugares de La Habana donde ocurrieron los hechos que se narran, entre ellos la sede donde fue creado y funcionó el Club Femenino de Cuba, así como los espacios de celebración de los congresos de mujeres en el Teatro Nacional (hoy Gran Teatro Alicia Alonso) y el Paraninfo de la Academia de Ciencias de Cuba.
"El libro es un evento más privado, mientras el cine tiene la capacidad de llegar a más personas y la imagen es siempre más tentadora", valoró González Pagés y reiteró que este documental intenta devolver la historia feminista a Cuba, donde, dijo, "el feminismo sigue siendo todavía quizás una mala palabra o una palabra mal contada".
"Tampoco basta con la investigación, se necesita del talento de una realizadora como Marilyn Solaya, comprometida abiertamente con estos temas", agregó.
El documental recrea pasajes de la historia, vida y obra de varias de las exponentes del feminismo liberal cubano, muy subvalorado durante mucho tiempo por la presencia en él de cubanas de la mediana y pequeña burguesía, precisó.
Entre esas figuras cimeras está María Luisa Dolz y Arango (1854-1928), escritora, ensayista, docente y precursora del feminismo social, quien promovió la enseñanza secundaria, incluyó la práctica de la educación física y fue la primera cubana que obtuvo el grado de Doctora, en la especialidad de Ciencias Naturales.
También aparecen María Collado Romero (1885-1960), periodista y poetisa, primera mujer reportera y cronista parlamentaria de Cuba, quien creó y presidió el Partido Demócrata Sufragista de Cuba; y Ofelia Domínguez (1894-1976), abogada y primera notaria del país, quien venció la carrera de Derecho en año y fue de las primeras en proponer reformas al Código Penal para lograr despenalizar el aborto en 1936.
Otras protagonistas son la periodista Mariblanca Sabas Alomá (1901-1983), escritora y primera mujer ministra sin cartera en el país; y María Dámasa Jova (1890-1940), escritora y pedagoga que defendió los derechos de las mujeres negras y es una de las precursoras del afro feminismo en Cuba.
De acuerdo con Pagés, el documental hace un guiño intencional entre pasado y presente, por tratarse de una historia inacabada, en un mundo donde las mujeres aún siguen reclamando muchos de los derechos que estas cubanas lograron hace décadas, como la patria potestad en 1917, el divorcio en 1918, el sufragio en 1934 y el aborto terapéutico en 1936.
Solaya es partidaria de que su documental se exhiba en amplitud de espacios, "en el circuito comercial, pero también en los de debate, para que puedan apreciarlo mujeres y hombres, porque ellas tienen que saber de dónde vienen y ellos, conocer, respetar y reconocer sus aportes", argumentó.
Mientras el documental se estrena y devela un mundo apenas visitado de la historia cubana, la directora ya le da vueltas al proyecto Todas, la película cuya narración comenzará a principios de la República y será contada a través del lente de un personaje particular, una de las primeras fotógrafas que ejerció este oficio en La Habana y va documentando los eventos que el filme narra.
En el elenco volverán a estar, junto a otras actrices, las que participaron en el documental En busca de un espacio.
"A mí me el trabajo para el documental y con todo el equipo me ha permitido aprender mucho. Marilyn se apoderó de la historia de Julio e hizo el guion; luego yo me apodero de todo eso y hago mi personaje. Es una historia que va creciendo, mientras pasa de mano en mano", reflexionó la actriz Isabel Santos, al referirse a su trabajo para el documental que recién se estrena.
"Ahora estoy esperando locamente el guion de la película, en la que nos vamos a reunir mujeres de distintas edades".
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