Chavela Vargas sale del armario en 2001
Chavela Vargas recibe un premio musical de Almodóvar en 1999.
Foto de Andrea Comas
México
Chavela sale del armario
por Juan Cabral
DICIEMBRE 4. A los 81 años de edad, la legendaria cantante mexicana Chavela Vargas, ícono de varias generaciones de lesbianas latinoamericanas, ha salido, por fin, de su transparente armario. Ya es oficial lo que todo el mundo sabía: que Chavela es lesbiana. Lo nuevo, y bueno, es que está orgullosa de serlo.
Chavela, que hace poco recibió la Gran Cruz de Isabel la Católica, le dijo al diario madrileño El País en octubre: "Yo he tenido que luchar para ser yo y que se me respete, y llevar ese estigma, para mí, es un orgullo. Llevar el nombre de lesbiana. No voy presumiendo, no lo voy pregonando, pero no lo niego. He tenido que enfrentarme con la sociedad, con la Iglesia, que dice que malditos los homosexuales... Es absurdo. Cómo vas a juzgar a un ser que ha nacido así. Yo no estudié para lesbiana. Ni me enseñaron a ser así. Yo nací así. Desde que abrí los ojos al mundo. Yo nunca me he acostado con un señor. Nunca. Fíjate qué pureza, yo no tengo de qué avergonzarme.... Mis dioses me hicieron así."
Hija rebelde de un ranchero costarricense, Chavela, que nació en ese país en 1919, se fugó de su casa y se fue a México a los 14 años. Allí empezó cantando en la calle, se enamoró de Frida Kahlo y se hizo famosa en los años 50. Parrandera, bebedora y enamorada, se hundió y resurgió un montón de veces.
"Estrenaba un coche el viernes y el lunes ya no tenía nada, me emborrachaba y me iba a cantar por las calles, llegaba tarde al show. Yo tomaba tequila, todo me lo tomé, por eso no quedó nada allá," dice Chavela, recordando su vida en México, que terminó en una orgía alcohólica que duró casi quince años, durante los cuales casi no cantó.
El cineasta español Pedro Almodóvar la encontró en un oscuro bar de un suburbio de Ciudad de México hace unos años y la ayudó a rehacer su vida y su carrera. En abril, Chavela, que ahora vive en España y ya no bebe, dio un concierto triunfal para 20,000 personas en el Zócalo de Ciudad de México.
A Chavela todavía le gustan las armas de fuego, pero ahora dice que no es verdad que una vez se robara a una mujer a punta de pistola. Dicen que su leve cojera se debe a que, por un desengaño con otra mujer, se tiró un día por la ventana. Ella no lo niega.
Nosotros | Correo | Portada
© The Gully, 2001. All rights reserved
Comentarios
Publicar un comentario