ARGENTINA : de dónde deriva tanto odio contra la Presidenta? El caso ESMA, según una escritora porteña
Las puertas de la Esma, de las palabras y los sentidos se abrieron.
Carta a una amiga
Amiga, es raro o al menos llamativo, que los defensores de la dictadura, los que no
hicieron nada contra las leyes que impedían juzgar a los militares, ahora se tomen
de una actividad de fin de año de los que trabajaron en ese espacio, para defenestrar
a los que luchan por la memoria. Como te conté cuando vi que Néstor abrió la Esma y
cambió el sentido de muerte en vida, de muerte en pensamiento, de muerte en arte,
supe que había que ser un grande para hacer eso, que no se pudo lograr en otros paises.
También supe que enfrentarse con esos poderes no fue nunca sencillo. Los militares no actuaron solos, fueron los ejecutores de los planes del poder económico. Hubo jueces, obispos, periodistas, diarios como La Nación y Clarín (que recibieron de las manos sucias de Videla una fábrica de papel arrebatada a sus dueños en la mesa de tortura) abrazados con ellos, que no ven la hora de terminar con una política profundamente ética. Me llama la atención que los que nuncan comentan sobre los juicios, un logro indudable de los gobiernos de Néstor y Cristina, se rasgan las vestiduras por un brindis en un espacio recuperado.
Hoy me preguntaste si no tienen errores, claro que sí, siempre que se hace se falla. Lo
que podés tener la seguridad es que el ataque feroz es por los aciertos, por buscar los
cambios. Estuve en Nuñez hace poco y la gente salía contenta del Recital de Paco Ibañez que se hizo en la ex Esma, alegre, de la fiesta de música y poesía, pensé que incluso en democracia pasar por esa vereda me hubiera dado terror y valoré el cambio. Lo nuevo es lo que no toleran y les da tanto odio. Porque los que hablan de conciliación están difamando en forma ofensiva, constante y hasta cruel a la presidenta sin respetarla a ella ni a los que la votaron.
Es enloquecedor pedirle que no conteste los agravios que parecen estar en cadena.
Por otra parte es lo que siempre se le pidió a las mujeres. Ella no enloquece, desarma el mecanismo y lo muestra con inteligencia. ¿Es que los que no tenemos derecho a hablar somos los tantos que pusimos el voto para un proyecto que no nos defraudó?.
Darín tiene derecho a hablar, por suerte hay la mayor libertad que yo conocí en mi vida.
El derecho a hablar por supuesto también lo tiene Cristina. Es algo extraño, pero los que se quejan de una sociedad dividida, no se consideran ellos los divisores, aunque no toleran más que su propio discurso autoritario. Usan la constante crítica, el deseo de muerte, el golpe bajo, el golpe en la caricatura, el golpe de mercado y todo tipo de golpes, y a todo lo que no sea de ese nivel lo denominan K pero como si fuera un insulto, como si para ellos pensar distinto a ellos no fuera válido. Coincido en que no quiero una sociedad dividida pero para eso hay que ser democrático y dejar gobernar al que sacó un 54 por ciento de los votos y respetar la investidura de la que nos representa. Los que dicen no querer la división buscan que los que sacaron 54 por ciento se sometan al proyecto de los que sacaron un porcentaje mínimo.
Es verdad que con esta insistencia de que se calle la presidenta, no conteste, se someta, esté alterada, se recurre a estereotipos usados contra la mujer, prejuicios ancentrales.
He visto gritar de firma grosera a los señores de la sociedad rural que no terminaron
de pagar lo que compraron a un precio vil, y nadie dice que estan alterados. Los señores sindicalistas camioneros también se ven enervados pero a los hombres se les permite. Es probable que los prepotentes y violentos que consiguieron posiciones ventajosas a través de golpes de estado, de mercado, golpes de todo tipo, no toleren el lenguaje de los votos. La concordia sería dejar gobernar y hacer señalamientos que permitan construir y no usar la mentira y la crítica por una cosa y la contraria,, lo que es la muestra del odio y la violencia.
Cristina Villanueva
Buenos Aires, 7 de enero de 2013
Comentarios
Publicar un comentario