CUBA: arte, sexo y erotismo:¿ MEJOR TARDE QUE NUNCA?
La Habana, enero
(SEMlac).- La homofobia y la diversidad sexual comienzan a ser mucho
más visibles en obras y exposiciones de las artes visuales
contemporáneas en Cuba, que han incursionado, sobre todo,
en procesos sociales complejos como la crisis de los años
noventa, la emigración y el racismo, entre otros.
El cine, la literatura y los medios de comunicación han abierto más ventanas a la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros). Sin embargo, pese a la presencia de la temática homoerótica en la obra de reconocidos pintores como Servando Cabrera Moreno, Raúl Martínez y Carlos Enríquez, en las artes plásticas contemporáneas hay mayores silencios.
Para críticos y público, esta realidad encierra más incógnitas que respuestas, aunque emergen el machismo, la homofobia, el temor de las instituciones como posibles agentes de una complicada ecuación.
"No sé cuáles pueden ser las causas, incluso hoy se pueden contar con los dedos de las manos los artistas que abordan asiduamente esta temática: Rocío García, Gustavo César Echevarría (Cutty), entre otros que no pasan de 10", dijo el curador y crítico de arte Piter Ortega, al inaugurar el pasado viernes 18 de enero en La Habana la muestra Sex in the City. Homoerotismo en el arte cubano.
Para muchos, Sex in the City , puede marcar un punto de giro a partir de la incorporación de jóvenes creadores y reconocidas figuras que, por primera vez, se acercan al homoerotismo.
Un total de 25 artistas realizaron obras exclusivas para esta muestra convocada por Ortega y que reúne pintura, dibujo, fotografía, instalación, performance, video arte y fotografía. Desde la sutileza hasta la demostración más explícita, el arte contemporáneo cubano expuesto parece apostar por la provocación y el desenfado.
Para el dramaturgo y activista gay Norge Espinosa, la exposición será mucho más que un evento perecedero y permitirá "repasar el panorama visual, reajustar algunas claves y hacer preguntas a los artistas".
En declaraciones a SEMlac, Espinosa afirmó que "más allá del compromiso a priori, hay obras que proponen una manera mucho más irreverente en el sentido del juego y el deseo; lo interesante será cómo reorganizar todo esto al interior de las artes visuales actuales, que han sido atrevidas en algunos temas, pero no tanto como para asumir los valores del cuerpo y la identidad sexual".
Precisamente aún se vislumbra la ausencia de identidades trans y un homoerotismo femenino que supere los cánones patriarcales. De la totalidad de las obras, solo seis abordaron el erotismo lésbico y, de ellas, solo una pieza pertenece a una creadora.
El impacto de las obras expuestas en la galería La Acacia, en un céntrico espacio de la ciudad, puede trascender el ámbito cultural, según especialistas. Tanto Espinosa como el crítico Piter Ortega coinciden en los cambios que significaría la mayor visibilización de estos discursos artísticos.
En su curaduría, Ortega provocó a los artistas para que se lanzaran al ruedo sin ataduras ni prejuicios, pues, según opina, "a veces una bofetada sensibiliza más que el temor y la sutileza".
En tanto, Espinosa espera que las 500 personas aglomeradas dentro y fuera de la galería se multipliquen durante el mes de la muestra y que iniciativas como Sex in the City recorran el país. "Ojalá la exposición sirva para sacudir ciertos conceptos y atraer a la gente a ver en las paredes lo que se imaginan ocurre detrás de las paredes", dijo a SEMlac.
El cine, la literatura y los medios de comunicación han abierto más ventanas a la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros). Sin embargo, pese a la presencia de la temática homoerótica en la obra de reconocidos pintores como Servando Cabrera Moreno, Raúl Martínez y Carlos Enríquez, en las artes plásticas contemporáneas hay mayores silencios.
Para críticos y público, esta realidad encierra más incógnitas que respuestas, aunque emergen el machismo, la homofobia, el temor de las instituciones como posibles agentes de una complicada ecuación.
"No sé cuáles pueden ser las causas, incluso hoy se pueden contar con los dedos de las manos los artistas que abordan asiduamente esta temática: Rocío García, Gustavo César Echevarría (Cutty), entre otros que no pasan de 10", dijo el curador y crítico de arte Piter Ortega, al inaugurar el pasado viernes 18 de enero en La Habana la muestra Sex in the City. Homoerotismo en el arte cubano.
Para muchos, Sex in the City , puede marcar un punto de giro a partir de la incorporación de jóvenes creadores y reconocidas figuras que, por primera vez, se acercan al homoerotismo.
Un total de 25 artistas realizaron obras exclusivas para esta muestra convocada por Ortega y que reúne pintura, dibujo, fotografía, instalación, performance, video arte y fotografía. Desde la sutileza hasta la demostración más explícita, el arte contemporáneo cubano expuesto parece apostar por la provocación y el desenfado.
Para el dramaturgo y activista gay Norge Espinosa, la exposición será mucho más que un evento perecedero y permitirá "repasar el panorama visual, reajustar algunas claves y hacer preguntas a los artistas".
En declaraciones a SEMlac, Espinosa afirmó que "más allá del compromiso a priori, hay obras que proponen una manera mucho más irreverente en el sentido del juego y el deseo; lo interesante será cómo reorganizar todo esto al interior de las artes visuales actuales, que han sido atrevidas en algunos temas, pero no tanto como para asumir los valores del cuerpo y la identidad sexual".
Precisamente aún se vislumbra la ausencia de identidades trans y un homoerotismo femenino que supere los cánones patriarcales. De la totalidad de las obras, solo seis abordaron el erotismo lésbico y, de ellas, solo una pieza pertenece a una creadora.
El impacto de las obras expuestas en la galería La Acacia, en un céntrico espacio de la ciudad, puede trascender el ámbito cultural, según especialistas. Tanto Espinosa como el crítico Piter Ortega coinciden en los cambios que significaría la mayor visibilización de estos discursos artísticos.
En su curaduría, Ortega provocó a los artistas para que se lanzaran al ruedo sin ataduras ni prejuicios, pues, según opina, "a veces una bofetada sensibiliza más que el temor y la sutileza".
En tanto, Espinosa espera que las 500 personas aglomeradas dentro y fuera de la galería se multipliquen durante el mes de la muestra y que iniciativas como Sex in the City recorran el país. "Ojalá la exposición sirva para sacudir ciertos conceptos y atraer a la gente a ver en las paredes lo que se imaginan ocurre detrás de las paredes", dijo a SEMlac.
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