POEMAS DE Marta Zabaleta

Querida Nela: respondiendo a tu gentil interrogante, te envío esta muestra de
lo que presenté a la selección para la 23o Exhibición de HOME/inside out. Solo para mujeres, en San Francisco.
GRACIAS por tu interés de siempre.
Besos, Marta

 
HOME/inside out
 
EL CAFETIN DE DEVOTO

              
 A las víctimas de la Operación Cóndor en Argentina, 
a mis hijxs Tomás Alejo y Yanina Andrea Hinrichsen               Zabaleta

 

“Traful, recuerdo con una quizás indebida alegría el año entero que pasamos enjaulados en un coqueto ambiente de 1, 5 x 1,80, con todos los adelantes (inodoro, piletita, lampazo). Leíamos desde las 6 a.m. hasta las 9am, hora de ir al recreo. En la tarde, después del recreo vespertino cantábamos a dos voces y los otros "internos" creían -promoviendo nuestra más sincera vanidad- que había una radio en el pabellón. Los dos 1 de septiembre en que convivimos canté para vos "Le temps des cérises". Un primero de febrero vos me cantaste un estilo de Gardel. A la noche, inventamos una ceremonia muy graciosa (para nosotros) con el objeto de preparar los catres. Podíamos a veces pasarla muy mal, pero éramos -¿lo diré?- felices. Nos fortalecían la esperanza, los ideales, las canciones, las lecturas y el sentido del humor. Y tu inmensa bondad solidaria”.

Emilio de Ípola *. 
9/5/2009


Devoto tenía ese que sé yo, ¿viste?
Y detrás de ningún árbol se me aparecía él.
Mezcla rara de penúltimo linyera y de primer polizonte a la luna
que no andaba por la larga calle de la cárcel. Calle sin árboles.
Piantados y piantadas había, pero estaban adentro. Presas. Presos. 
Y enfrente el cafetín sin mesas, abierto todo el d҉a,
como con bronca y coraje.

Mañanitas de Devoto con madres de los socialistas chilenos,
presos y presas de antes del golpe.
Acampadas durante la noche en la calle de la calle. Con un número que me guardaban,
porque yo tenía una hijita. Por eso llegaba tarde,
tipo siete de la mañana, al lugar de las chilenas,
que ya estaban bien adelante en la cola.

Llegaba, sí, pero ya estaba agotada. Y muy nerviosa. 
Porque las dos nos acostábamos a las tres de la mañana
siempre vestidas, como esperando, la nena y yo.
Por si nos secuestraban de madrugada.
Ella pensaba defenderse
con el palo del rastrillo de la playa
que todavía guarda bajo su cama.  

La dejaba durmiendo, con su nanita Silvia Ibalde
recién llegada. Salía a escondidas, si podía
sin saludar al portero, y caminaba
y caminaba y caminaba
a riesgo de extenuarme. Ingenuamente, 
creía que así nadie sabría
de qué casa o departamento había partido.

Siempre encontré complicado eso de pedirle al tachero que me llevara.
Por más que caminara, cuadras y cuadras, poder pasar anónima
en Buenos Aires, no era sencillo: decir Cárcel de Villa Devoto y azorocharme. Vendrían luego los cuentos, consejos, retos con amenazas, y hasta alguno que otro requiebro, quejas del alma. Mi marido chileno,
el preso Alberto, hubiera dicho
que todo era más simple, 'los encontrabas

porque les hablabas, y te seguirían todo el tiempo
desde antes de caer yo en cana…'

Desde Belgrano R hasta la cárcel, de un de repente, yo descansaba, revisando en la mente
si llevaba el dinero que debía depositarle en la cuenta
Banco Nación sucursal de la cárcel, para que le dieran
pan y mate cocido. Palos. El resto, hambre.
Por meses, no le entraron ropa. Después los utensilios de tocador, entregados desde la cola por mi padre, sin poder verlo. Y las requisas.

Y dejarlo sin visitas. Estaban suspendidas ¿habría traslados?
Sangre y terror, sin lágrimas. ¿Quién moriría?...

Aserrín aserrán
los maderos de San Juan
piden pan, no les dan,
piden queso, les dan hueso

y les cortan el pescuezo

Esas mañanitas de Buenos Aires

donde en la cola estaba 
una de las hermanas del Che Guevara.
Parada por horas, reclamando
el derecho de los presos de querer ser mirados.
Y una media atontada, agonizaba primero

en esa barcito ubicado justo enfrente de la puerta de la cárcel.

No tenían medialunas, ni milanesas:
compañeras nerviosas, madres llorando, hermanas tristes, esposas una que otra , y hasta un hermano, dos padres, harto humo, café y miedo.
Mucho miedo; pero nunca un tango.
Y muy importante, había un servicio.
Después, pasar y adentro, humillación y espanto.
La cola: hijas, hijos, de pocos años
un día

llevándole un clavel y una rosa por el cumpleaños
a su madre.
Sería la hora en que los esbirros
comenzaban a tomar el mate amargo, que escupían a tu paso.
También la del primer güisqui mío del día, en ayunas, sin hielo ni soda

para darme coraje, desasustarme.

Paren las bembas.
Tómense un trago, que ya lo’vamos.
Barcito que no tenías wisky ni bombones, 

como aquel bar bienudo adonde a pocos selectos
les tocaba con sexteto el gran Piazzola.
Un dia charlando le pedí que tocara en el Luna Park  
para mandarle fondos a los presos en Chile,
¿En el Luna Park? repitió en un murmullo Se sonrió con tristeza, y comentó: ‘...Pero son tantos…’
Y yo que digo :Claro, che, hay que hacer algo, por eso…
‘…¿Quién va a pagar por escucharme en el Luna Park, Marta?’
Miraba con ironía, tal vez con cierta tristeza,
en aquella nochecita loca de Buenos Aires.
Tardecitas que a veces

tienen ese algo, un no sé qué, que te hace sentir tan sola
cuando hacés cola. Por un númerito, para irte al exilio,

por una sopa, o en un avión a la muerte en El Plata…
Aunque no nos quede pan, siempre les sobran balas.


Como olvidarte  en esta queja
cafetín de Buenos Aires
si sos lo único  en la vida
que se pareció a mi vieja.


*Horacio Traful Baldomero Alvarez Grunnman, chileno-argentino, fue secuestrado en Buenos Aires el 7 de abril de 1976. Apareció más tarde en la cárcel de Devoto y luego de la inspección de Amnisty Internacional, fue trasladado a la cárcel de Alta Seguridad de La Plata, Unidad 9, a cuya celda hace referencia su colega y amigo Emilio de Ipola, autor de este epitafio que escribió en la webpage de Traful (http://www.trafulalvarez.com.ar/ppal.htm), dos años después de la inesperada muerte de la muerte de Traful en el exilio en Francia, 2007.

.

Marta Zabaleta ©, Londres, 11 de marzo 2010, día en que en Chile asume el gobierno el pinochetismo, movimiento político que nunca dejó realmente el poder. Sólo el gobierno.

Capítulo de Dulce de Leche, libro de mis seudo memorias (sin publicar)

 
PIEZA: ponerlo en la la cocina



AUTOEXILIO

 Ahora que ya no soy quien antes fuera

árbol sin frutos florecido y dando sombra,

paloma herida que al partir se ha ido

sin ahorrarse campanas en la espera.

Que soy apenas Otra,

quien con sus manos trémulas

busca magnolias donde esparcir ternura.

 

Cuentan los vientos que en las noches cálidas

aun cruzan a las islas mis fantasmas.

Que por el río

bajan camalotes con pumas en sus cimas

y que las pirañas juegan con las ubres

de las vacas, en el agua clara.

Imagino a Rosario en lontananza, sonrío. 

 

Mas cual en telón escondido

de memorias tristes

veo a un gigante, a veces rudo. 

que aun me perturba.

 

No, no estoy loca.

Soy apenas la Otra.

 

Marta Zabaleta

En el exilio, 16 de agosto. 2003.

Día del cumpleaños de mi padre Roque Zabaleta, y

Día de la muerte de mi abuela materna, Fermina Zabaleta.

 
PIEZA: ponerlo en el dormitorio

 
YO, LA PEOR DE TODAS

El

me ha dicho

que no me ama:

¿Será porque soy

ingrata, abusiva,

irreverente, agresiva,

muy egoísta,

además de manipuladora’?

 

Y pensar que yo sólo lamentaba    

ser casi vieja y medio

gorda, más vale baja,

evasiva y dormilona,

además de rosarina.

 

Espera, porque también

dijo que soy 

‘solidaria, generosa,

y valiente como pocas’:

¿será porque me necesita como 'amiga'?

 

En ese caso, me digo:

¿sería yo, apenas un producto espúreo

de la especie? Pues dice que soy

una mujer fuera de serie, un ser extraordinario’.

Ah! espera... que agrega algo negativo‘¡pero tan resentida!’

 

Faltaba más: también sería yo

'envidiosa-inmadura-irrespetuosa', según otro:

“‘…en lo  que concierne a la mujer, a la Marta ósea,

carnal, vital, sensitiva, diré que prefiero su misterio

-que lo tiene- a sus falsas galanuras de niña malcriada’.

 

Esto me dicen 

mis dos admiradores digitales.

¿Soy pecadora?

YO, la peor de todas.

 

Marta Zabaleta©Londres, 2006

 
Pieza: para poner en el balcón.

 

EL COLOR DEL TIEMPO



A mis hijos Tomás Alejo y Yanina Andrea Hinrichsen Zabaleta

 
    Audacia suave la del árbol sin hojas

que da sombra a los pájaros de otrora

 

los pasos

los cuerpos

el suspenso

 

y ese cálido

olor de otros tiempos.

 

Marta Zabaleta©Tomé, Chile, septiembre de  2004

 

Sacado de Crónica Literaria, Comodoro Rivadavia, 23 de noviembre  2004, Argentina.

Poema  con el que abre mi biografía oral Be longing, por Zibby Alfred, guardada en el Museum of London, 2005

 
Poema traducido a más de 25 lenguas

Pieza: livingroom

 

HEMORRAGIAs
         
                a mi querido cumpa, Julián Bastías


Con menstruación permanente
dibujaba todo el espacio
de las torturas

¿Pensaba
que la vida
se esfumaría así, rápidamente?

El cabo cuando me llevaba al baño 
se paró y me gritó:
-¿Es posible que usted sea la Sra. de Hinrichsen?

Pude haberle respondido
-Sí, mi cabo.
Pero callé.

Al orinar, la sangre
se arrebató en borbotones
y le ensució las botas.

-Conteste,
hija de puta,
aulló entonces

Y fue su culpa
por no dejarme a solas.
Mi vómito le ensangrentó el bigote.
 
Marta Zabaleta, octubre 1973-2011

 

Pieza: bathroom 

 

Marta Raquel Zabaleta nació en Alcorta, Argentina, en 1937; fue expulsada de Chile en 1973 y de Argentina en 1976. Desde entonces  vive en el exilio en el Reino Unido. Es madre de Tomás Alejo y de Yanina Andrea Hinrichsen. Es economista y cientista social, escritora y poeta. Como tal, figura desde 1992 en aproximadamente 40 biografías Who’s Who, de EEUU, y Europa. Coordina, entre otras cosas, desde hace años una red internacional ‘Mujeres y Palabras en el Mundo’. No tiene casa propia. Vive en el mundo.


Comentarios

  1. Bien Marta por seguir recordando a tu amigo mi tio Traful..un gran abrazo...
    Alejando Paez
    en el muro de Fcaebook
    CABA, ARGENTINA

    Si, Alejandro, Traful vivirá siempre en mi ocrazón.

    ResponderBorrar
  2. Esta sra es una pensadora, Escritora ,economista,poeta e investigadora en la universidad exxes en Gran bretaña. Amiga de.mi tio Horacio Traful Alvarez
    Alejnadro Paez,
    en Facebook otra vez


    Muchas gracias, Alejandro.
    Marta

    ResponderBorrar
  3. Querida Marta.
    Acabo de abrir la computadora. Me encuentro con algo tan maravilloso.

    Es un regalo. No hay dudas para mi que sos una poeta extraordinaria.

    Leeré lo que me mandaste una y otra vez. ¡Gracias!.

    Celebrando el día de la poesía, esta vez, será inolvidable







    Un fuerte abrazo


    Nela Rio


    Argentina/Canadá


    Hola, Nela! Y yo no me lo puedo creer! Pero muchas gracias. me voy con vos a la lectura de hoy, en homenaje a Mandela.
    Que lo goces mucho.
    Besos
    Marta

    ResponderBorrar
  4. Muchas gracias, querida Amelia. Siempre me acuerdo que me ayudaste a redondear El cafetín, porque el dolro a veces me traba . Y cuando alguna vez cumplas con tu promesa de escribirme y contarme de tu nueva nieta, te confiaré quienes son mis verdugos innombrables, porque la vida es más sana si la vivimos con un poco de chisme y mucha pasión. ¿No, Doña? Besos
    Marta

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