ARPILLERAS: HOMENAJE A LAS MUJERES RESISTENTES
Siempre anduvo con la fotografía en la mano, la mostraba orgullosa a todo aquel que ella preguntara. Lo ha visto por aquí señora, señor? Es el padre de mis hijos y lo busco para llevarlo a casa. Ellos lo esperan señor, señora…
Con el pañuelo que secaba las amargas y ácidas lágrimas, mirando sentada por la ventana del tren aquellos paisajes que pasaban raudos por delante de sus ojos, horizontes lejanos de escaso verdor, sin colores en esa desmayada primavera, de amapolas muertas por la orilla del sendero. Sumergida en el pensamiento que la llevaban al recuerdo del ayer tan cercano en donde la alegría de ir avanzando por la vida era una realidad tan fértil y prospera. Momentos en que la existencia le sonreía ya eran parte de un recuerdo. Con el pañuelo al viento baila también la Cueca sola.
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