Margaret Randall: "Estados Unidos es una república bananera"
21 de julio de 2020.Pag 12
La poeta beat publicó "Estrellas de mar sobre una playa"
La neoyorquina escribió los 38 poemas del volumen en un momento extraordinario, entre marzo y mayo de 2020, con el avance mundial de la Covid-19.
Randall es militante feminista, activista social y autora de más de 150 libros.
A los 83 años, la poeta beat escribe poemas con el temblor indómito de las preguntas. Una constante en la prodigiosa vida de Margaret Randall -militante feminista, activista social, autora de más de 150 libros de poesía, ensayo e historia oral- ha sido la contracultura y la búsqueda de justicia. En México, adonde llegó a principios de los años '60 con Gregory, su primer hijo de 10 meses, fundó la revista bilingüe de poesía El corno emplumado - The Plumed Horn, junto al poeta mexicano Sergio Mondragón, su pareja entonces y el padre de dos de sus hijas, Sarah y Ximena. La revista difundió por primera vez en español a Allen Ginsberg y a Ernesto Cardenal en inglés.
La poeta neoyorquina -criada en Albuquerque- apoyó la lucha de los estudiantes mexicanos en el '68, y sufrió la represión cuando dos paramilitares entraron a su casa y le quitaron el pasaporte. Ella y sus cuatro hijos -la última es Ana, que tuvo con el poeta norteamericano Robert Cohen- se exiliaron en La Habana. Durante la intensa década que vivió en Cuba conoció a Rodolfo Walsh, fue amiga de Roberto Fernández Retamar y colaboró en la Casa de las Américas. Después del triunfo de la Revolución Sandinista, vivió en Nicaragua, hasta que en 1984 regresó a su país.
El gobierno estadounidense intentó deportarla porque sus libros “estaban en contra del buen orden y la felicidad de los Estados Unidos”. Acompañada por un gran número de escritores y otras personalidades, como Norman Mailer, Arthur Miller, Kurt Vonnegut y Toni Morrison, la batalla por la reintegración de su ciudadanía duró cinco años. También estuvo en Vietnam del Norte en 1974, durante los heroicos últimos meses de la guerra de los Estados Unidos en ese país, “donde los paisanos en bicicleta/ resistieron al ejército más grande el mundo/ y prevalecieron”, escribió en el poema “David contra Goliat, el invasor”.
A los 50 años descubrió su lesbianismo, se enamoró de la pintora Barbara Byers -“el amor de mi vida”, la define-, su compañera desde hace 34 años, con la que se casó en 2013. “Con los pocos, me levanté/ contra los muchos./ Tomé mi puesto/ en batallas hercúleas/ mientras los camaradas caían/ a mi alrededor./ Combatí a un gobierno/ que intentó deportarme/ porque no le gustaba/ lo que escribía/ ni que fuera una mujer/ que no iba a pedir perdón./ En la lucha/ el propio movimiento/ impulsa/ y una no se detiene,/ porque movimiento/ es energía./ Pero esta ofensiva/ contra el virus/ es defensiva por naturaleza./ Hay que refugiarse en el lugar,/ mantener la calma, resistir/ en el silencio unísono/. Nuestro desafío: construir/ fuerza ofensiva/ a partir de/ una posición defensiva,/ como el polen de una flor/ cuando la abeja/ entra”, plantea la poeta en “Como el polen de una flor”, incluido en Estrellas de mar sobre una playa. Los poemas de la pandemia, edición bilingüe con traducción de Sandra Toro, que inaugura la colección “Concierto animal”, homenaje a la poeta peruana Blanca Varela, dirigida por el poeta colombiano Fredy Yezzed, de la editorial Abisinia. La bellísima edición de este - libro -que tiene mosaicos marroquíes y pinturas de Byersse- se presentará este miércoles 22 a las 21 por el Facebook Live de RITA (Red de Investigaciones de Tecnología Avanzada) de la bogotana Universidad Distrital Francisco José de Caldas.
En el prólogo del libro, Randall (Nueva York, 6 de diciembre de 1936) cuenta que escribió los 38 poemas en un momento extraordinario, entre marzo y mayo de 2020, con el avance mundial de la Covid-19. “Yo creo que la poesía -el arte en general- es tan necesaria para la vida como lo es el aire, el agua, el sustento, la salud. Quizás es mucho pedir que transforme al mundo, pero sensibiliza a la gente y la hace cuestionar, soñar, cambiar, transformar sus relaciones humanas, sus comunidades y naciones”, dice la poeta estadounidense desde Albuquerque en la entrevista con Página/12.
para leer la entrevista, presione este enlace. https://www.pagina12.com.ar/autores/5997-silvina-friera
La poeta neoyorquina -criada en Albuquerque- apoyó la lucha de los estudiantes mexicanos en el '68, y sufrió la represión cuando dos paramilitares entraron a su casa y le quitaron el pasaporte. Ella y sus cuatro hijos -la última es Ana, que tuvo con el poeta norteamericano Robert Cohen- se exiliaron en La Habana. Durante la intensa década que vivió en Cuba conoció a Rodolfo Walsh, fue amiga de Roberto Fernández Retamar y colaboró en la Casa de las Américas. Después del triunfo de la Revolución Sandinista, vivió en Nicaragua, hasta que en 1984 regresó a su país.
El gobierno estadounidense intentó deportarla porque sus libros “estaban en contra del buen orden y la felicidad de los Estados Unidos”. Acompañada por un gran número de escritores y otras personalidades, como Norman Mailer, Arthur Miller, Kurt Vonnegut y Toni Morrison, la batalla por la reintegración de su ciudadanía duró cinco años. También estuvo en Vietnam del Norte en 1974, durante los heroicos últimos meses de la guerra de los Estados Unidos en ese país, “donde los paisanos en bicicleta/ resistieron al ejército más grande el mundo/ y prevalecieron”, escribió en el poema “David contra Goliat, el invasor”.
A los 50 años descubrió su lesbianismo, se enamoró de la pintora Barbara Byers -“el amor de mi vida”, la define-, su compañera desde hace 34 años, con la que se casó en 2013. “Con los pocos, me levanté/ contra los muchos./ Tomé mi puesto/ en batallas hercúleas/ mientras los camaradas caían/ a mi alrededor./ Combatí a un gobierno/ que intentó deportarme/ porque no le gustaba/ lo que escribía/ ni que fuera una mujer/ que no iba a pedir perdón./ En la lucha/ el propio movimiento/ impulsa/ y una no se detiene,/ porque movimiento/ es energía./ Pero esta ofensiva/ contra el virus/ es defensiva por naturaleza./ Hay que refugiarse en el lugar,/ mantener la calma, resistir/ en el silencio unísono/. Nuestro desafío: construir/ fuerza ofensiva/ a partir de/ una posición defensiva,/ como el polen de una flor/ cuando la abeja/ entra”, plantea la poeta en “Como el polen de una flor”, incluido en Estrellas de mar sobre una playa. Los poemas de la pandemia, edición bilingüe con traducción de Sandra Toro, que inaugura la colección “Concierto animal”, homenaje a la poeta peruana Blanca Varela, dirigida por el poeta colombiano Fredy Yezzed, de la editorial Abisinia. La bellísima edición de este - libro -que tiene mosaicos marroquíes y pinturas de Byersse- se presentará este miércoles 22 a las 21 por el Facebook Live de RITA (Red de Investigaciones de Tecnología Avanzada) de la bogotana Universidad Distrital Francisco José de Caldas.
En el prólogo del libro, Randall (Nueva York, 6 de diciembre de 1936) cuenta que escribió los 38 poemas en un momento extraordinario, entre marzo y mayo de 2020, con el avance mundial de la Covid-19. “Yo creo que la poesía -el arte en general- es tan necesaria para la vida como lo es el aire, el agua, el sustento, la salud. Quizás es mucho pedir que transforme al mundo, pero sensibiliza a la gente y la hace cuestionar, soñar, cambiar, transformar sus relaciones humanas, sus comunidades y naciones”, dice la poeta estadounidense desde Albuquerque en la entrevista con Página/12.
para leer la entrevista, presione este enlace. https://www.pagina12.com.ar/autores/5997-silvina-friera
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