CHILE y sus mujeres actuando políticamente: el caso de Jimena Pardo en el exilio..Segunda Parte


                                   Jimena y su mamá



Una de las cartas mencionado es de mi abuela, supe este año sobre la existencia de la carta y fue como una ventana a la desesperacion, impotencia y persistencia de los familiares buscando a sus seres queridos....


Jimena sentada en las rodilllas de su abuela





19/12/1975
Remitente: Adriana Balladares Balladares
La familia Pardo Balladares llevaba un año rota. Con 53 años en 1975, Adriana Balladares le escribía a Lucía para pedir la liberación de su hijo Luis Pardo Balladares y su esposa María Cristina Zamora Eguiluz, ambos estudiantes de Medicina de la Universidad de Chile y detenidos en el campamento Tres Álamos, a esa fecha, por más de 12 meses.
La hija de ambos, de dos meses de vida, tuvo que quedar a cargo de los abuelos paternos “pese a que hemos hecho todo lo que está de nuestra parte para reemplazarles con cariño y dedicación. A raíz de las crisis nerviosas que he sufrido, padecí de una trombosis que me que ha quitado parcialmente la vista, amenazando con perderla totalmente; todo ello, más la crianza de la pequeña niña, ha derivado, además, en ingentes gastos; mi esposo es músico y debido a la vigencia del toque de queda… prácticamente sus ingresos se han reducido a cero”.
Ambos jóvenes habían recibido visas para irse a Inglaterra, pero ni así habían podido salir del encierro: “Al denegarles su libertad ¿se toma o no en cuenta el inmenso daño que se ha causado a una pequeña de un año de edad? Son todas ellas interrogante que, estoy segura, Ud. como madre puede entender mejor que nadie”.
Un año después, en octubre de 1976, María Cristina y su hija Jimena salían en avión rumbo a Inglaterra, donde viven hasta hoy. Luis se les uniría en diciembre de ese año, todos con una beca familiar para estudiar del World University Service.
Desde Inglaterra, Jimena Pardo, la hija de esta pareja y la nieta que cuidó Adriana, recuerda: “Desgraciadamente la carta no sirvió para liberar a mis padres, porque quedaron presos hasta el 76. Su libertad fue el resultado de la presión y solidaridad de familiares, grupos y organizaciones de derechos humanos en Chile y en la comunidad Internacional. Mi abuela era una mujer increíble, porque de su forma trato de ayudar a mis padres, los íbamos a ver en Tres Álamos y a veces era posible una visita con los dos presentes. Logré conocer a mi abuela en Chile en 1996 cuando volvimos por primera vez”.
20 cartas para Lucía
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20 cartas para Lucía
Estas 20 cartas fueron dirigidas a Lucía Hiriart, escritas casi en exclusiva por mujeres que tuvieron que ponerse al frente de sus familias.

 

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