URUGUAY: Mujica: y por casa, con la represión, cómo andamos?

viernes, 27 de septiembre de 2013

Uruguay: Dando la cara. Ayer se llevó a cabo una marcha en la que se reclamó el cese de la represión policial

LA DIARIA

Convocada por la Coordinadora contra la Represión, se realizó ayer una concentración en la explanada de la Universidad de la República desde donde partió una marcha por la avenida 18 de Julio que llegó hasta la sede del Ministerio del Interior (MI), en Mercedes y Río Branco. Desde las 19.00 unas 500 personas se desplazaron ocupando uno de los carriles de la avenida detrás de una pancarta que decía: "Basta de represión. Tocan a uno, tocan a todos".

Si bien una de las principales organizaciones convocantes fue Plenaria Memoria y Justicia, hubo una importante movilización de grupos de gremios estudiantiles y sindicatos de trabajadores del Estado. También participaron unos 50 jóvenes vestidos con prendas negras, que llevaban los rostros cubiertos con bufandas o pañuelos y pequeñas banderas negras que colgaban de trozos de cañas tacuaras. Como ya es habitual en estas marchas, hubo batucada, bombo, bicis, motos, abundantes petardos, grafiteadas y un ambiente tenso con los trabajadores de los medios de comunicación por el rechazo de algunos manifestantes a ser fotografiados o filmados. Un joven con la cara cubierta discutió con un camarógrafo y le dijo: "No filmes acá, no. Después tus tomas van a parar a la Policía y por eso nos detienen". A otro camarógrafo le pintaron la lente de la cámara con aerosol.

Un altoparlante repetía: "Contra la persecución y la tortura, por el derecho a protestar, contra la infiltración y las detenciones preventivas". Durante toda la marcha hubo cánticos como: "Contra la represión / solidaridad y acción" o "el pueblo está podrido / hay que desmantelar el aparato represivo", pero también hubo baile, y mucho salto al ritmo del "Borom bom bom / el que no salta es un botón".

La sede del MI estaba protegida con un doble vallado y una formación de policías protegidos con cascos, escudos y protectores de piernas. Había también efectivos dispersos, entre ellos varios camarógrafos y fotógrafos con potentes focos para filmar desde lejos a los manifestantes. La marcha llegó hasta el lugar convenido y luego de algunos cánticos contra el despliegue policial se leyeron dos discursos, uno de Plenaria Memoria y Justicia y otro del grupo de jóvenes vestidos de negro. Nieves Cancela, de la primera organización, dijo que "como Eduardo Bonomi dice no tener conocimiento de lo que está pasando, venimos a decirle que desnudar a los detenidos, golpearlos y amenazarlos con submarinos y violaciones es tortura". "Que un policía sin uniforme, que se mete en las movilizaciones intentando hacerse pasar por uno de nosotros y que intenta utilizar a los trabajadores de la prensa diciendo que es uno de ellos cuando le preguntamos por qué están fichando a los compañeros, es un tira, un infiltrado y no otra cosa". La proclama rechazó "todos los eufemismos con que el ministro ha salido a justificar la persecución y la tortura que realizan sus aparatos represivos" y preguntó por los responsables de los operativos policiales en la marcha del 14 de agosto, las detenciones del 24 de agosto, el procedimiento en Santa Catalina, "donde hubo torturas", y la detención de "los compañeros de la Asociación de Funcionarios del CASMU en una pegatina". También rechazó el pedido de procesamiento por parte del fiscal Gustavo Zubía para "siete compañeros luchadores", entre los que se encuentra la referente de Plenaria, Irma Leites, presente ayer.

La otra proclama decía: "Los golpes que se han hecho sentir son constantes y los vivimos todos los días en los barrios. Es la naturaleza de los cuerpos represivos [...]. No queremos tomar el poder, vamos contra el poder, y eso los desconcierta. Queremos todo y no negociamos nada. Libertad y auto organización, respeto, apoyo mutuo, reciprocidad. Abajo los victimarios, arriba la acción directa. Saquen sus manos de nuestros compañeros".

Luego, la marcha volvió a subir hacia 18 de Julio para volver hasta la Plaza del Entrevero. Antes de retirarse, un reducido grupo de manifestantes derribó las primeras vallas y se marchó.