FRANCIA :Sexo, violación, prostitucóon y escritura si, pero no como terapia:feminismo en crudo
Entrevista con Virginie Despentes "Cierto feminismo y cierta izquierda han comprado la idea de que el sexo es lo peor"
La escritora y ensayista francesa, autora del libro
referencia para feministas 'Teoría King Kong', reflexiona sobre la
burguesía literaria de su país, el orgullo de clase y la posibilidad de
crear un espacio de disidencia que enfrente el poder establecido.
"Escribo desde aquí, desde
las invendibles, las torcidas, las que llevan la cabeza rapada, las que
no saben vestirse, las que tienen miedo de oler mal, las que tienen los
dientes podridos, las que no saben cómo montárselo, esas a las que los
hombres no les hacen regalos, esas que follarían con cualquiera que
quisiera hacérselo con ellas, las más zorras, las putitas, las mujeres
que siempre tienen el coño seco, las que tienen tripa..."
Sirvan estas líneas a modo de aperitivo de lo que el lector puede encontrar en Teoría King Kong (Literatura Random House), un ensayo a cargo de la novelista francesa Virginie Despentes
publicado originariamente en 2006 y que ha servido de avanzadilla para
muchas de las cuestiones con las que el feminismo se da de bruces hoy
día. Un panfleto incómodo para algunos, que se ha convertido en el Santo
Grial del empoderamiento para una generación de jóvenes que no quiere
saber nada de sumisiones a un orden que ya no les corresponde.
¿Para quién escribió este ensayo?
Cuando lo escribí, hace poco más de 10 años, tenía la
sensación de que nadie hablaba a las generaciones más jóvenes sobre
estos asuntos. La cultura mainstream, de la que se nutrían
fundamentalmente, les bombardeaba de feminidad, pero en cuanto a
feminismo las carencias eran notables. Nadie les dijo que puede ser una
herramienta útil a la hora de ver el mundo y entender —incluso si no te
conviertes en feminista— por qué determinadas puertas se te han cerrado
por el simple hecho de ser mujer.
Le suelen preguntar por género y sexo, pero el caso es que en su discurso tiene mucho peso también la cuestión de clase...
Es esencial. El primer acercamiento que hice al
feminismo fue a través de un libro que leí con apenas 18 años y me dejó
muy impresionada; Mujeres, raza y clase, de Angela Davis. Este es
un texto que me ha construido como mujer y que tiene mucho peso en mi
forma de entender el feminismo, de tal forma que para mí la clase social
está en el centro mismo del análisis.
"La carta de Catherine Deneuve muestra la rabia de los ricos contra las víctimas"
Si lees, por ejemplo, la carta de Catherine Deneuve contra el "puritanismo" del #metoo,
te das cuenta de que es un texto en el que mujeres de la alta sociedad
expresan la rabia de los ricos. Más que feminismo, ese texto ejemplifica
hasta qué punto los ricos parecen estar molestos por el simple hecho de
que las víctimas se quejen. Se podrá leer en claves diversas, pero para
mí lo que refleja ese supuesto manifiesto no es más que un puñado de
ricos que no soportan que ciertas personas traten de poner límites al
ejercicio, según ellos legítimo, de poder que desempeñan sobre otras
personas. Parece que el problema es nuestro como víctimas por no
sabernos comportar como es debido y agachar la cabeza de forma
obediente. Dicho de otro modo; no creo que una cajera de Alcampo
suscriba ese mismo texto.
¿Usted viene de ahí, de la clase baja, cómo se desenvuelve Despentes entre los oropeles literarios parisinos?
Tengo 48 años y llevo 25 inmersa en la industria
editorial. Supongo que me he ido acostumbrando, pero lo cierto es que me
costó mucho. Al principio se notaba que a buena parte de esa burguesía
literaria parisina le causaba mucho reparo incluso tocarme para saludar,
no querían tener nada que ver conmigo. Por otra parte, es curioso que
todavía hoy, el 90% de las novelas que se publican y llegan a algo,
vienen en su mayoría de un 2% de la población muy definido y que
pertenece a la clase alta.
¿Se sigue sintiendo de prestado entre esa élite?
Siento que formo parte de la gente que publica
libros, comparto determinadas problemáticas inherentes al hecho de ser
escritor. Pero al mismo tiempo tengo muy presente de dónde vengo y me
sigue sorprendiendo lo alejados que están muchos de estos escritores de
realidades sociales como, por ejemplo, sacar adelante a dos hijos
cobrando 1.500 euros al mes. Lo que percibo en estos salones y ambientes
literarios es gente que está muy alejada de lo cotidiano.
Reivindica la rareza, el hecho de no avergonzarse por no encajar. ¿Cree posible la literatura desde otro sitio que no sea la alienación?
Busco ejemplos pero no los encuentro... Supongo que
no, supongo que siempre es mejor si tienes algo propio que ofrecer. Me
explico; si tu vida es maravillosa y vives entregado al frenesí, es
obvio que no te vas a meter en tu cuarto a escribir. En cambio, si
tienes el reflejo de encerrarte en tu mundo y sientes que no encajas
bien, es más probable que termines escribiendo. Casi todos los libros
que me gustan están escritos por gente que se siente un bicho raro.
Usted fue víctima de una
violación. 'Teoría King Kong' surgió de un intento por abordar un trauma
que quiso olvidar. ¿Hasta qué punto le marcó este hecho?
No puedo hacerme una idea. No puedo imaginarme sin
esta vivencia, por eso no puedo saber si sería la misma persona o
tendría menos problemas. A menudo me lo pregunto, ¿hasta qué punto me
habrá cambiado lo que viví?, ¿me libré del trauma o sigo sufriendo? Lo
que sí sé es que, como muchas mujeres en los 80, traté de hacer como si
no hubiera ocurrido.
¿Fue terapéutico escribir sobre ello?
No creo que sea bueno escribir para hacer terapia,
con el ejercicio de la escritura emergen también problemas... No sólo
escribir, sino publicar y pensar que algo tan íntimo lo va a leer
cualquiera. Desde luego, no se lo aconsejaría a nadie como terapia. En
mi caso quizá me haya ayudado un poco para poner orden y mirar lo que me
sucedió de frente.
¿Cómo lidia con la sobrexposición mediática? He leído que le resulta más dura que su pasado en la prostitución.
Tengo la impresión de que mucha gente se ha hecho
una fantasía sobre lo que es el trabajo sexual. Por supuesto que es un
trabajo duro, exigente y muy particular, pero cuando yo empecé a
publicar y a hablar de mi historia me pareció todo mucho más violento.
Cuando te conviertes en una persona pública, dejas de elegir a quién te
diriges, por la mañana cuando coges el metro tienes la misma cara que
aparecía en sus televisores la noche anterior.
"Tengo la impresión de que mucha gente se ha hecho una fantasía sobre lo que es el trabajo sexual"
Las
prostitutas que tienen sus papeles en regla y que eligen prostituirse
no creo que tengan mucho que envidiar a todas esas mujeres públicas que
por estar expuestas han perdido su intimidad. El problema aquí es que la
burguesía ha determinado que ser mediáticamente conocida es el bien,
pero que ejercer la prostitución es el mal y yo, que he hecho ambas
cosas, puedo decir que ha costado mucho más acostumbrarme a ser
insultada públicamente.
En España, buena parte de las voces beligerantes para con la prostitución no sólo vienen de la derecha católica, sino también de la izquierda
Me consta y en Francia no deja de ser muy diferente.
Hay algo que nos hemos tragado después de dos mil años de cristianismo y
es que el sexo, al parecer, es malo. Hubo un realizador francés que
solía comparar la pornografía con Auschwitz. Y lo cierto es que,
sinceramente, prefiero hacer una mamada antes que entrar en una cámara
de gas. Nos hemos creído todo eso de que el sexo daña la dignidad y la
integridad de la mujer.
Por otro lado, cierto feminismo y cierta izquierda
han comprado la idea de que el sexo es lo peor. Parece que para algunos
sectores de la izquierda trabajar 60 horas en un almacén de Amazon o
trabajar en una mina de carbón y estar machacado con apenas 40 años es
algo muy digno, pero en cambio es la prostitución lo que hemos de
perseguir porque esclaviza a la mujer. No tienen en cuenta, por ejemplo,
que es posible que esa prostituta gane mucho dinero haciendo su
trabajo, mucho más que dichos trabajadores.
La situación se polariza. Parece que o te conviertes en una mujer sumisa que acata el orden establecido o en una pirómana que quiere arrasar con todo
El problema es que no termino de ver de qué forma
nos podemos convertir en terroristas simbólicos. Más bien al contrario,
aquellos que intentan subvertir ese orden al que te refieres son
castigados y silenciados más que antes. De tal forma que el resto
intentamos evitarnos problemas y nos autocensuramos. Cuando te presentan
una voz disidente que tiene mucha presencia en la opinión pública es
porque dicha voz no es un peligro para el poder. Las voces disidentes de
verdad están cada vez más silenciadas y lo que se impone, en cambio, es
una especie de blues, como si intentáramos decir ciertas cosas dentro
de una sumisión permanente.
"Prefiero tener que hacer una mamada antes que entrar en una cámara de gas"Pertenecemos
enteramente al mercado, por primera vez en la historia esto es algo que
queda patente. Es necesario abrir un cierto espacio de disidencia
porque incluso desde la radicalidad, caemos muchas veces en un diálogo
con el poder en el que nos definimos en contra de nuestro interlocutor,
de modo que es el jodido poder el que nos termina configurando de alguna
manera. Tenemos que acabar con esta sensación, estoy convencida de que
las cosas no van a durar mucho tiempo tal y como las conocemos. Creo que
esta situación está apunto de estallar.
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