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Entrevista a Tina Escaja

 

Un breve encuentro con Tina Escaja

Nuria Morgado

 

 

 

§S Foto: Dan Higgin

 

 

 

Considerada pionera de la literatura electrónica en español, Tina Escaja (a.k.a. Alm@ Pérez) destila excelencia en todas sus manifestaciones artísticas y académicas. Galardonada poeta, profesora distinguida de lenguas romances y estudios de género en la Universidad de Vermont, cyberpoeta destructivista, performer, editora, inventora, artista digital, en suma, Tina Escaja se desenvuelve exitosamente, y con fluidez, tanto en el dominio de la ciencia y la tecnología como en el del humanismo, ofreciendo nuevas formas de comunicación e interacción en sintonía con el actual panorama político, poético y tecnológico.

En esta entrevista Tina Escaja revela algunos ejemplos de la posición más transgresora o destructora de su creación artística y académica. Con convicción, vulnerando los límites inherentes a ciertas definiciones y conceptos, Tina Escaja es destructora del status quo que predomina en el constructo social, cultural y literario que nos enmarca, resistiéndose al mismo. Por ejemplo, se destaca su resistencia al concepto de poesía tradicional y canon poético vigente en sus performances y/o acciones destructivistas que lleva a cabo entre el público invitándolo a destruir y transformar un libro en otro(s) objeto(s). Ella misma nos explica en esta entrevista el proceso de ese Destructivism/o. Su movimiento destructivist/a invierte el movimiento creacionista de Huidobro, sobre cuya tumba se inició el movimiento el 12 de octubre de 2014, “Día de la resistencia Mapuche”. Además, en su trabajo poético se materializa la combinación de diferentes sistemas semióticos haciendo uso del medio electrónico y robótico, como sucede en sus Robopoem@s (2016) o en su más reciente proyecto por el momento, Mar y virus/Virus and the Sea, en el que representa el impacto del covid-19 en nuestras vidas y en nuestro medioambiente.

Su incesante labor creativa, y por ende su resistencia, se extiende a otros derroteros más académicos. Pongamos un par de ejemplos recientes: su colaboración e intervención como coeditora del poemario Resistencia. Poems of Protest and Revolution (2019), y su colaboración e intervención como coeditora del volumen Por un lenguaje inclusivo: Estudios y reflexiones sobre estrategias no sexistas en la lengua española (2021), en el que se aborda uno de los temas de mayor actualidad, el del lenguaje inclusivo, tema que ha generado en los últimos años un intenso debate. El pasado mes de marzo, Tina Escaja asistió en Nueva York a la presentación de la antología Poetry Fighters. He aquí algunas de sus impresiones dos años después del inicio de la pandemia. Resistencia y destrucción.

 

Nuria Morgado. Vi que estabas en la presentación del poemario Poetry Fighters en Bowery Club el pasado 23 de marzo. ¿Cómo fue la experiencia en una ciudad que, todavía en la pandemia, empieza a abrirse?

 

Tina Escaja. Fue algo extraño, sin duda, dado que regresaba a la ciudad y al Bowery justamente dos años después del inicio mismo de la pandemia. Marcos de la Fuente me había invitado a su serie “Se buscan poetas” en celebración del día de la mujer, el 8 de marzo de 2020. Al día siguiente Nueva York empezó a replegarse sobre sí misma bajo el peso devastador del virus de la covid-19. Recuerdo el sentimiento de urgencia, confusión y ansiedad de aquellos días, sentimientos que eventualmente inspiraron la serie y proyecto “Mar y virus”, todavía en ciernes. Dos años más tarde regreso al Bowery, invitada otra vez por Marcos, como parte del elenco de poetas involucrados en la antología Poetry Fighters. El mismo escenario ahora; el mismo sentimiento de celebración; pero el contexto humano y social es muy diferente. Seguimos imbuidos en la pandemia pero resurgiendo como colectivo. Ver a un público asimismo sin máscaras resultó contra-surrealista… O sea, la mascarilla como seña y marca de dos años de pandemia desaparecía en una normalidad alterada y en gran medida “en suspensión,” muy frágil. En el escenario “ilustré” el poema-performance de la antología, que leyó en inglés Sally Perret, y también, como no, llevé a cabo entre el público una acción destructivist/a.

 

NM. Háblanos sobre esa acción. Yo he asistido a alguna en el pasado.

 

TELa acción destructivist/a del pasado marzo en Bowery corresponde a la acción número XXIV. En esencia es una forma de activismo que involucra al público y lo hace cómplice de una resistencia al canon literario y patriarcal, todavía en gran medida vigente. Acaso se implica también una resistencia al concepto mismo de libro y a nuestra relación cuasi-adictiva a la palabra impresa, hoy diversificada en variantes electrónicas. Lo que hago es invitar al público a “romper” e intervenir la segunda edición de mi poemario Caída libre; una edición que considero censurada dado que muchos elementos principalmente contestatarios y feministas del original fueron alterados. La ruptura “creativa” de ese libro permite cuestionar la imposición editorial y lo hace a través de variantes de artefactos que el propio público va creando y fotografiando. El resultado de estos nuevos objetos, a veces muy imaginativos, quedan documentados en la página de Facebook “Destructivism/o”, o sea, se transfieren al colectivo social. Mientras esta acción va tomando lugar entre el público, yo suelo leer fragmentos o llevar a cabo performances en base al poemario Manual Destructivista/Destructivist Manual. El proceso es divertido pero también contribuye a la reflexión sobre la naturaleza de la construcción arbitraria y manipulada del canon literario.

 

NM. ¿Cómo reacciona el público ante esta propuesta? ¿Conecta con el fin o propósito de la acción?

 

TE. Con frecuencia advierto ambivalencia entre el público ante esta rara propuesta; resistencia también a “destruir” un objeto con una gran carga política y estética; pero también celebración y hasta euforia, como no. De hecho, la euforia se acaba imponiendo, acaso como resultado de la transgresión última del tabú: la ruptura del libro y de la autoridad que implica, aunque en este caso, claro, desde la premisa de la solidaridad feminista frente a la censura. Pero también es verdad que asumen que mi pronunciamiento es válido, y eso quizás les libera para proceder a la destrucción creativa mediante nuevos artefactos creados a partir de las páginas arrancadas o intervenidas de ese libro. Pienso que el objetivo de intervención, reflexión, e intercambio solidario queda logrado, y hace de todas las personas que intervienen y se involucran, poetas guerrerxs, “poet fighters”.

 

NM. ¿Ha habido alguna anécdota, algo que haya ocurrido con el público que te haya llamado la atención de alguna manera?

 

TE. A lo largo de estos años de intervenciones por supuesto que ha habido todo tipo de situaciones, desde el editor que casi siente (literales) arcadas al decidirse a romper el libro, a la adolescente que instruye a su hermana pequeña de la razón y proceso de la acción destructivist/a, animándola a intervenir el libro. Ha habido personas que han quemado páginas in situ, o que han desaparecido brevemente para regresar con el libro intervenido de lluvia y barro. Son siempre maravillosas todas las acciones, y las voy coleccionando. Aunque muchas veces el libro desaparece también, y no tengo acceso a los productos finales, última instancia de re-acción y resistencia. También hay casos impolutos, o sea, que escogen el poema y se lo guardan sin intervenir, acaso para siempre. Me interesa asimismo la pose, esto es, la forma en que se escoge presentar el artefacto final para la fotografía que la persona cercana, cómplice de la acción, ha sacado del mismo o del proceso de intervención. Estas fotografías suelen mostrar satisfacción por el objeto creado, una forma exhibicionista que se alterna con el voyerismo asumido del colectivo. Los procesos de autoridad se desvían del original para diversificarse entonces en instancias de creación múltiples.
 
 

 
 
NM. Háblame de otra de tus “resistencias” que estás difundiendo estos días. Me refiero al libro Por un lenguaje inclusivo: Estudios y reflexiones sobre estrategias no sexistas en la lengua española. ¿Qué recepción está teniendo? ¿Cómo podrías resumir su tesis o propósito? ¿Ha habido algún inconveniente durante el proceso de producción/edición del libro? ¿Qué futuro le ves a esta cuestión?

 

TE. La génesis y proceso de este volumen pienso que sintoniza con la complejidad y polémica misma del tema tratado: el lenguaje inclusivo. La verdad es que no resultó nada fácil. El punto de partida fue una acalorada discusión llevada a cabo por vía electrónica entre integrantes de la ANLE (Academia Norteamericana de la Lengua Española), de la que entonces yo era Correspondiente (hoy Numeraria), extendida a la ASALE (Asociación de Academias de la Lengua Española). La discusión venía referida a una nota sobre el tema del lenguaje inclusivo que se compartió entre el grupo. La nota causó opiniones encendidas, que inicialmente se oponían con virulencia a cualquier supuesta “alteración” del lenguaje en función de una “inclusividad” cuestionada y hasta ridiculizada. Yo intervine vivamente anotando que es nuestra responsabilidad profesional hacer eco de una realidad cambiante, y que resultaba preciso constatar y reflexionar sobre las prácticas vigentes lingüísticas al respecto, en sintonía también con una diversificación de identidades de género que en la actualidad exigen visibilidad e inclusión. Tal es el caso del uso de la “e” en vez del masculino genérico, uso bastante extendido hoy por hoy en países como Argentina. Las peculiaridades de la polémica mencionada están recogidas en la introducción al volumen de ensayos editados por la ANLE que finalmente se hizo posible y que coedité con Natalia Prunes. El mismo recoge toda una serie de propuestas académicas y creativas que reflexionan y consideran estrategias a favor de un lenguaje inclusivo. Dada la negación rotunda por parte de la RAE de abordar con efectividad el tema, este tipo de publicaciones se han convertido en un eje y en una necesidad, a modo de referente contra un status quo que se resiste a constatar una realidad que exige, y de hecho practica, alternativas lingüísticas no sexistas. En cuanto al futuro, estoy convencida de que se impondrán, como se están imponiendo, opciones inclusivas en la lengua española, que incluyen la “e”, o la utilización estandarizada de semántica que reemplace el masculino genérico y excluyente (palabras como “personas”; “infancia”; etc.). El volumen puede adquirirse gratuitamente en formato PDF en el siguiente enlace, y eventualmente, confío, a través de las distribuidoras habituales.

 

NE. Por último, cuéntame qué proyectos estás haciendo ahora. Mencionaste el proyecto Mar y virus, por ejemplo. Ya sé que tu trabajo poético con frecuencia es multimodal y hace uso del medio electrónico y hasta robótico, como tus Robopoem@s. En este sentido de “resistencia” quizás al concepto de poesía tradicional, me gustaría también saber qué piensas de la poesía en general en la actualidad y en particular en la poesía en español en EEUU.

 

TE. Como mencionas, mi trabajo poético se diversifica en propuestas multimodales, en sintonía, pienso yo, con las variantes y opciones digitales del nuevo milenio, que resultan inevitables y hasta necesarias. El punto de referencia en mi concepción poética es siempre la interacción, el intercambio, evidente en mis trabajos digitales, pero también en mis instalaciones de arte en las que habitualmente invito a “tocar”, a acceder, intervenir, y participar en la experiencia/objeto-poema. En el caso de mi instalación Mar y virus/Virus and the Sea en la Galería Flynndog de Burlington, Vermont, germen de este proyecto, la tecnología funcionó en principio para lo contrario, esto es, para “no tocar”, al tratarse de la premisa que inscribió la covid-19 para evitar contagios. La comunicación y el “tocarse” se transfirió entonces al ámbito virtual, y la tecnología se convirtió en un aliado exponencial en tiempos de pandemia. Así que, entre otros artefactos, creé un Poem@ CAPTCHA por el cual el acrónimo original: “Completely Automated Public Turing test to tell Computers and Humans Apart”, fue transferido a “Completely Automated Public test to Tie Computers and Humans as Allies”, incidiendo en la alianza entre humanidad y tecnología. Poem@ CAPTCHA recoge y documenta códigos QR que he ido pegando por multitud de espacios y ciudades de distintos países, a través de los cuales se pueden aportar testimonios vinculados a la covid-19. El proyecto se amplía a una experiencia de Realidad Virtual en la que se transita por ese mismo QR, a modo de laberinto tridimensional, indagando poemas, vídeos e información sobre el virus, a modo de introspección última en la experiencia colectiva.

En cuanto a la poesía actual, y en EEUU, todavía advierto una segregación y jerarquía importante, primero en cuanto a la poesía electrónica misma, que en España sobre todo se mantiene en una posición de marginalidad cultural que contradice el estadio “postdigital” en que nos encontramos, esto es, un momento en que lo digital se ha convertido en instancia normalizada y ha dejado su contingencia sorprendente y revolucionaria. En ese sentido, una gran parte de la población depende y se integra a un contexto personal y social de dispositivos digitales, de una forma totalmente cotidiana. Así que la poesía, como otras formas de creación electrónica, debería sintonizar asimismo con dichas pautas, y hay multitud de expresiones literarias electrónicas fabulosas en Hispanoamérica, si bien en general, fuera del ámbito mismo de la literatura electrónica, se desconocen, o se les da escasa proyección.

Sobre la poesía en español en EEUU opino que sigue estando también marginada en función de una jerarquía que privilegia ostensible y hasta exclusivamente la literatura angloamericana y en papel. Existe una realidad espectacular y efervescente de creaciones y ediciones literarias en español, pero esa efervescencia apenas se proyecta más allá de los círculos hispanos, como muestran los congresos y eventos literarios nacionales de EEUU en los que se mantiene férreamente un status quo prácticamente exclusivo de literatura escrita en inglés. Es el caso de conferencias como la organizada anualmente por la AWP (Association of Writers and Writing Programs), por ejemplo, en la que apenas se incluye la literatura en español. A lo que sí se presta más atención es a las propuestas de literatura Latinx, no necesariamente en español, con una solvencia y presencia admirables.

 

 

 

Nuria Morgado es una autora española. Ha publicado Voces de mujer (2007) y coeditado, entre otros, Cervantes ayer y hoy (2016) y Entre la ética y la estética: Ensayos en honor a Joan Gilabert (2017). Es cofundadora de la revista electrónica Letras Hispanas: Revista de Literatura y Cultura, Editora/Directora de Cuadernos de ALDEEU y editora de la sección de reseñas del Arizona Journal of Hispanic Cultural Studies. Es profesora de estudios hispánicos en el College of State Island y el Graduate Center, CUNY.

 

 

 

Comentarios

  1. Anónimo2:59 p.m.

    ¡Magnífico! Gracias, Marta. Siempre alerta y solidaria.

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  2. en el fonde me quede con que es rique hacer pedace y buene que le gente participe

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    Respuestas
    1. Anónimo2:49 p.m.

      Esa triviallización de un tema tan importante y actual dice mucho de quien escribe el comentario... Lástima..

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    2. Pienso exactmente lo mismo, y aunque es muy frustrante la respuesta de Jorge, no deberia sorprenderme. Por ejemplo, mi propio trabajo literario ha sido censurado (porque utilizo un intento de lenguaje inclusivo ), por otros amigos chilenos exiliados escritores y el dueño de una editorial chilena también. En el caso de ellos, como en el de Jorge, una hubiera esperado - dado que son gente progresista - , que más vale contribuyeran al debate con una crítica constructiva, pero pareciera o que no entienden una dimensión crucial de la realidad cultural actual, inspirada por el legítimo derecho de querer tratar de contribuir a dar pasos tendientes a hacer avances hacia una mayor justicia social en muchos ámbitos, o que no aceptan perder algo... Aclaro que personalmente, desde que comencé mis estudios de doctorado en 1979 aqui -en el exilio de Chile(1973) y Argentina (1976) -, y a instancias de una de mis supervisoras de tesis, la Dra. Kate Young, trabajo en el cambio del lenguaje binario desde 1979, y voy aprendiendo de quienes luchan por hacer visible a distintos generos sociales, y hacen progresar modalidades del lenguaje inclusivo.

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  3. Adriana Goñi Godoy
    01:24 (23 minutes ago)
    to me, Tina, Lola

    Gracias Martita! muy interesante
    abrazo
    Adriana

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