Daniela Catrileo: la poetisa mapuche del feminismo comprometido con el weichan
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Daniela Catrileo: la poetisa mapuche del feminismo comprometido con el weichan
Gracias a la publicación de su libro Rayülechi Malon -Guerra florida, el premio municipal de literatura Santiago 2019 ya está en manos de la poetisa mapuche Daniela Catrileo. Nacida en la Futa Waria (Santiago) en 1987, confiesa que llegó a la escritura de forma intuitiva, ya que los versos antes de tomar forma, existían como un gesto o canto que posibilita el encuentro con las personas. Para ella la poesía es un acto cultural comunitario que desde la sobrevivencia sirve para la acción política.
El suyo es un feminismo cuya esencia no implica una supremacía socio-racial, burguesa y hegemónica. Dice que implica “comprender los procesos anticoloniales de estos territorios, que aprenda de la lucha que dan los pueblos. Un feminismo que no esté centrado en el género sino que pueda comprender las opresiones de clase y raza. Un feminismo que esté conectado con los territorios y las epistemologías de donde vive, con los cuerpos cercanos, con las vidas que amenaza el neoliberalismo”.
“Que aprenda a escuchar, pero sobre todo que se atreva a hacer nütram (dialogar), que se reúna en torno a la política, a las resistencias. Un feminismo que se cuestione constantemente sus privilegios y que genere acción. Un feminismo autocrítico no solo en el discurso, que no imponga agendas y que no obligue a todas las mujeres a ser feministas, sino que justamente aprenda de otros saberes que no vienen de las élites dominantes”, explica Catrileo.
En “Río herido” (2016), Daniela realiza un viaje autobiográfico que visibiliza la migración mapuche a la periferia pobre de Santiago. Recuerda que “la imagen de Wallmapu (en el libro) está establecida en una búsqueda constante de regreso. Mi familia es de Nueva Imperial, de Lumahue, y se vinieron a finales de los años 60 a vivir a Santiago después de un proceso de empobrecimiento de las comunidades. A partir de la muerte de la mamá de mi papá los niños quedan huérfanos y mi abuelo se tiene que ir a buscar trabajo a Santiago. Al ser muchos hermanos se los tiene que traer de a poco. Río herido es un encuentro con mi viejo y con mi abuelo”.
“Mi papá vivió en una ruca toda su vida, hasta los 8-9 años. Entonces toda esa infancia está compuesta de ciertos imaginarios que están en el libro. Incluso hay una parte muy bonita que es cuando mi papá estaba paseando por los campos abiertos en Wallmapu. El ve unas bolas de fuego atravesando los campos, mientras iba en la carreta con mi abuelo. Entonces le pregunta a su papá ¿qué es esto? y mi chaw le contesta que son los brujos que están peleando en la noche”, continúa la escritora.
Las páginas de “Río herido” tienen que ver con la pérdida del territorio, con viajar desde ahí, pero siempre con la esperanza del regreso. Catrileo puntualiza que “en un momento empecé a tener pewma (sueños) con la mamá de mi papá. Me llamaba mucho la atención que yo soñara con alguien que nunca conocí. Me transformó la vida y ahí empezó una búsqueda muy intensa”.
En cuanto a “Rayülechi Malon -Guerra florida” (2018), la también poetisa mapuche Viviana Ayilef, reseña que “La guerra florida es contra una misma. Una se florece, una se lastima. Florece porque se lastima. O, tal vez, puede lastimarse porque ha florecido. La guerra florida es también, pero históricamente, aquella batalla que tiene que ver con la ofrenda. El corazón palpitante es la flor en la guerra, late desde su dolor, hace de su herida la posible calma. Sana. Pero la guerra es la guerra. Es la Guerra. Esta palabra ha quedado marcada estos últimos meses”.
“Este libro está dedicado a cada ñaña con el corazón de weichafe. Sigue firmemente su dedicatoria y gana con ello en lealtad, en memoria…Daniela Catrileo hace de la experiencia de género una perspectiva en esta nueva historia. Como una crónica intervenida o como un relato raspado, como la necesaria Nueva Crónica de Waman Poma, Daniela no apuesta en sus textos a una descolonización en términos simples sino que construye un triple algoritmo para sacarle su flor a la época: despatriarcaliza el poema”, agrega Ayilef.
“En Guerra Florida”, continúa la comentarista, “hay volcanes, ramas, fuego, agua de mar, montes, culebras, canelo, zorzales, montañas, arboledas, hiedra. Hay, a su vez, gases lacrimógenos y cafés nocturnos, territorio neón, rímeles que se derraman como si fueran petróleo. “¿Cuántas hemos caído/ ya?”, se pregunta este texto. ¿De quiénes fuimos las alas?, parece preguntarse esta ñaña”.
El proceso de construcción de su identidad mapuche es fundamental a la hora de describir la obra de Daniela Catrileo. Acota que “la he concebido de forma política porque es reflexiva y activa, se piensa desde la comunidad, desde la sobrevivencia, el despojo colonial, las resistencias, las formas de lucha. En este país lo mapuche siempre se ha intentado tachar o despolitizar, y por eso considero que es importante reafirmarnos en un espacio que es racista y hostil, que impone dominaciones socio-raciales porque así ha fundado su República. Por eso, voy construyendo nuestra identidad a punta de esquirlas y memorias comunes”.
“La Fütra waria también es territorio mapuche, acá siempre hubo la existencia de pu lamngen (hermanos/as) que habitaban estos territorios en convergencia y coexistencia con otros pueblos indígenas, antes y después de la llegada de los españoles. Hoy también resignificamos esta ciudad, somos parte de las migraciones forzadas por las reducciones postocupación del Wallmapu, las continuidades coloniales y el empobrecimiento que aquello generó. Sin embargo, esta ciudad también se ha ido mapuchizando con nosotros, acá existimos, nos relacionamos. Mi trabajo como poeta no puede estar absolutamente separado de todo lo que me conforma, esto emerge, va imbricado a la lucha por la liberación de nuestro pueblo”, concluye la poetisa. Daniela Catrileo es la cuarta poeta mapuche en recibir el premio municipal de literatura de Santiago. También han sido galardonadas las letras de Leonel Lienlaf, Elicura Chihuailaf y Roxana Miranda Rupailaf, poetas reconocidos a nivel internacional.
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