ARGENTINA: a favor del aborto legal - por sobre todas las cosas, está 'la vida de quienes abortamos'
"Senadores y Senadoras, no podemos esperar más"
Estudiantes del Colegio Nacional de Buenos Aires enviaron una carta al Senado para exigir la legalización del aborto
A solo dos días de la votación en la Cámara Alta del proyecto de ley que busca legalizar la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), alumnas y alumnos del Centro de Estudiantes del Colegio Nacional de Buenos Aires enviaron una carta al Senado para reclamarles a los legisladores y las legisladoras la aprobación de la iniciativa.
"La cuenta regresiva ya comenzó", celebraron les jóvenes en la carta titulada En tiempos decisivos, es hora del aborto legal, destinada a senadoras y senadores en las vísperas de la votación que tendrá lugar el próximo 29 de diciembre. La iniciativa, que será objeto de debate este martes, ya cuenta con la media sanción de la Cámara de Diputados, donde el pasado 11 de diciembre recibió 131 votos a favor, 117 en contra y 6 abstenciones.
"Estamos a horas de que el Senado de la Nación, después de dos años, vuelva a discutir sobre el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) en los últimos días de un año difícil, que garantizó que las condiciones de crisis y de pandemia sean aún peores para las mujeres y las diversidades de nuestro país", expresaron les estudiantes, al remarcar que "no hubo cuarentena para la profundización de la pobreza, la precarización, la deserción de las escuelas, la violencia y aún menos la clandestinidad".
En el escrito, les adolescentes recordaron que son "el sector de nuestra sociedad más afectado" por "no poder acceder al aborto de forma libre". "Somos nosotres a quienes nos niegan las herramientas básicas para cuidarnos hasta el día de hoy", explicaron, al recordar que "la falta de implementación efectiva de una educación sexual laica y científica se profundizó durante la cuarentena, mientras se reforzó la violencia y los abusos dentro de nuestros hogares".
Les jóvenes aprovecharon la oportunidad para manifestar su rechazo a la "objeción de conciencia institucional" y la "obligación a les menores de 16 años de ir acompañades por un adulto, sabiendo que el mayor índice de embarazos no deseados se produce en la adolescencia".
El Centro de Estudiantes del Colegio Nacional de Buenos Aires cerró su carta con un claro mensaje: "Nosotres ya nos animamos a tomar en nuestras manos la tarea de escribir otra historia para las mujeres y todas las personas con capacidad de gestar en Argentina. Ahora le toca al Senado. Por eso les exigimos que en su trabajo legislativo tiene que primar por sobre todas las cosas la vida de quienes abortamos, y que corre constante peligro por sobre los lobbys y los intereses ajenos a nuestra realidad".
"Ya demostró el tiempo que mirar para el costado solo asegura la muerte en nuestra cotidianeidad y que es ahora de hacer algo para frenarla", concluyeron les estudiantes.
La carta completa
En tiempos decisivos, es hora del aborto legal.
La cuenta regresiva ya comenzó. Estamos a horas de que el Senado de la Nación, después de dos años, vuelva a discutir sobre el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) en los últimos días de un año difícil, que garantizó que las condiciones de crisis y de pandemia sean aún peores para las mujeres y las diversidades de nuestro país. No hubo cuarentena para la profundización de la pobreza, la precarización, la deserción de las escuelas, la violencia y aún menos la clandestinidad para nosotras y nosotres.
Llegamos a esta instancia tras dos años dónde nos dieron la espalda a millones y las cosas solo empeoraron desde entonces: aumentaron las muertes en la clandestinidad, a su vez aumentó la violencia intrafamiliar durante el aislamiento, y no cesaron los casos de niñas que tras una violación fueron obligadas a parir. Les jóvenes, les estudiantes, hace dos años venimos tomando en nuestras manos la pelea en defensa de la ampliación de derechos que representa que el aborto sea legal, seguro y gratuito. El pañuelo verde pasó a ser un símbolo de lucha que portamos todos los días en nuestra vestimenta y lo multiplicamos en acciones callejeras, pañuelazos masivos, caravanas con distanciamiento social y responsabilidad, y tomas de los colegios. Estas herramientas nos llevaron a que este debate interpele a toda la sociedad y a conquistar la media sanción en el Congreso por segunda vez.
No nos destacamos en esta lucha porque "este de moda". Como ya explicamos tantas veces, somos del sector de nuestra sociedad más afectado por no poder acceder al aborto de forma libre. Somos nosotres a quienes nos niegan las herramientas básicas para cuidarnos hasta el día de hoy. La falta de implementación efectiva de una educación sexual laica y científica se profundizó durante la cuarentena, mientras se reforzó la violencia y los abusos dentro de nuestros hogares. La vulnerabilidad a la que estamos expuestes se cobra todos los días una piba violentada.
Ante esto les decimos, Senadores y Senadoras, que no podemos esperar más. Les planteamos que sabemos muy bien que a horas del comienzo de la sesión están jugando con nuestros derechos desde todas las fuerzas políticas gobernantes que lo integran. Queremos alertar que ya no conformes con las restricciones que se introdujeron, estas van a afectar a la implementación efectiva del aborto legal. Repudiamos, desde la objeción de conciencia institucional, hasta la obligación a les menores de 16 años de ir acompañades por un adulto, sabiendo que el mayor índice de embarazos no deseados se produce en la adolescencia. Gran parte del bloque de Juntos por el Cambio plantea la limitación hasta la semana 22 al haber sido víctima de una violación, lo que sumado al pedido del senador Alberto Weretilneck implicaría más dilaciones al proyecto y un posible retorno a la Cámara de Diputados del mismo.
Los antiderechos llegaron a este debate con argumentos enemigos de la ciencia y la medicina para no salvar ninguna vida pero seguir perpetuando la condena de quienes gestamos. En todo este camino que recorrimos y en este punto del debate, es innegable que todas estas trabas corresponden a la gran presión que se ejerce desde el Vaticano y de todas las iglesias tanto católicas como evangélicas, para hacer lobby parlamentario en estas horas decisivas e intentar frenar nuestra lucha.
Hoy todavía estamos a tiempo. Nosotres ya nos animamos a tomar en nuestras manos la tarea de escribir otra historia para las mujeres y todas las personas con capacidad de gestar en Argentina. Ahora le toca al Senado. Por eso les exigimos que en su trabajo legislativo tiene que primar por sobre todas las cosas la vida de quienes abortamos, y que corre constante peligro por sobre los lobbys y los intereses ajenos a nuestra realidad. Ya demostró el tiempo que mirar para el costado solo asegura la muerte en nuestra cotidianeidad y que es ahora de hacer algo para frenarla. Este 29 tenemos un desafío: movilizarnos masivamente con conciencia y cuidados sanitarios a golpear las puertas del poder político una vez más y a que vean que estamos dispuestes a concretar lo que soñamos; para terminar con la clandestinidad y hacer justicia por les que ya no están. Está en nuestras manos.
¡Que sea ley!
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