CUBA: DIA 8 contra la violencia contra las mujeres; la crítica y ridiculización del lenguaje inclusivo
Revictimización,
otro peligro en las redes sociales
Por Dixie
Edith /
Foto: Cortesía
de la entrevistada
Insultos,
humillaciones, amenazas de violación e incluso convocatorias a
cometer feminicidios o campañas de odio se han vuelto habituales
en las redes sociales. Investigaciones globales dan cuenta de que la revictimización
de las mujeres en los nuevos escenarios de las TICS trasciende la forma
en que se publica un hecho concreto de violencia y alcanzan a cuestionar
los derechos de las mujeres en general.
Para la periodista Lisandra Chaveco, feminista y activista de la campaña
cubana Evoluciona, estamos en presencia de un caso de revictimización
“cuando la persona violentada se ve obligada a re-experimentar o
revivir la situación de violencia y las emociones asociadas a ella,
en repetidas ocasiones, lo que lamentablemente ocurre con mucha frecuencia
en las redes sociales debido a su amplio nivel de alcance e interacción”.
¿Qué caracteriza
esa revictimización?
Una imagen, mensaje ofensivo o contenido íntimo divulgado en
redes sociales sin consentimiento puede ser visto, comentado y compartido
miles de veces, en cuestión de segundos, gracias a la “magia
de internet”. Al no existir mecanismos eficientes para exigir y
garantizar el retiro de la información, sus consecuencias se amplifican.
Las víctimas se ven obligadas a lidiar con la culpa, el sufrimiento
y el aislamiento social, de manera sostenida o por tiempo indeterminado.
Independientemente de la forma de violencia empleada, dígase sextorsión,
ciberacoso, acecho virtual, amenazas, escarnio o ciberbullying, las mujeres
continúan siendo el blanco fundamental de los ataques pues, aunque
el escenario haya cambiado, el origen de la violencia sigue siendo el
mismo: la construcción social, histórica y cultural de la
desigualdad entre lo femenino y lo masculino.
¿Existen plataformas más
usadas que otras para estos ataques? ¿Cuáles comportamientos
son más comunes en Cuba?
Facebook sigue siendo la red social más popular y usada en
Cuba, así que constituye uno de los escenarios donde más
suele fructificar este tipo de ataques y donde logra mayor alcance. Otra
red social donde esta práctica se multiplica es Twitter, espacio
que se distingue por el activismo político y la presencia significativa
de hombres con posturas neomachistas y conservadoras, que cuestionan e
intentan minimizar las luchas por los derechos de las mujeres.
Entre las manifestaciones más frecuentes figuran las descalificaciones,
amenazas y comentarios machistas, racistas, homofóbicos y misóginos
que provienen, en su mayoría, de hombres jóvenes de entre
20 y 30 años, cuyos argumentos se apoyan en posturas ultra fundamentalistas
y patriarcales.
Desde el discurso casi siempre se cuestiona la credibilidad de la víctima,
sus posturas, vestimenta o creencias. Es frecuente, además, la
resistencia a reconocer que los derechos de estas mujeres han sido vulnerados,
los orígenes de estas formas de violencia o cualquier posicionamiento
que atente contra los constructos que sustentan las masculinidades hegemónicas.
¿Cuáles son los ataques
más frecuentes en las redes?
Por lo general, en Facebook y Twitter se generan polémicos
debates de hombres jóvenes que apuntan a la hipercrítica
hacia los feminismos y la reivindicación de sus “derechos
fundamentales” (como hombres). Incluso, existen quienes no solo
discuten, sino que se vuelven cazadores de post y comentaristas activos
para arremeter toda su furia machista contra determinadas publicaciones.
En este sentido, es frecuente el cuestionamiento de la capacidad intelectual
de las mujeres, la crítica y ridiculización del lenguaje
inclusivo y, desde las tendencias religiosas más conservadoras,
predominan los posicionamientos contra el aborto, el matrimonio igualitario
y el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos.
El empleo de los términos “feminazi” o “feministas
de ahora”, con la intención de ridiculizar y minimizar el
impacto ideológico del feminismo, son usuales, así como
discursos que reducen peyorativamente la teoría de género
y la perspectiva feminista a la frase “ideología de género”,
en interés de minimizar el alcance de siglos de luchas por la igualdad
de derechos y oportunidades.
¿Qué recomendarías
como contraparte desde prácticas comunicativas inclusivas?
Responder oportunamente a las demandas de contenidos y la necesidad
de denuncias. Potenciar la visibilización y posicionamiento de
iniciativas comunicativas que contribuyan al desmontaje de imaginarios
y creencias machistas. Informar, advertir, documentar las diferentes manifestaciones
de violencia, sus características y posibles estrategias de prevención.
Sensibilizar y educar para una convivencia saludable, como usuarios o
usuarias de las tecnologías. Dar voz a expertas y expertos, pero
también a personas que han vivenciado experiencias de este tipo.
Visibilizar las historias de sobrevivientes que han apostado por emanciparse
del machismo. Construir redes de apoyo a las que acudir en situaciones
como estas.
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