Hoy, 22 de julio. "Día Internacional del Trabajo Doméstico". Recuerdo una conversación amable que sostuve en 1999 con Aída Moreno, fallecida hace un tiempo, quien fue histórica dirigenta de las trabajadoras de casa particular en Chile. Una mujer que, a partir de su propia experiencia, supo avanzar en la articulación de estas mujeres para mejorar sus condiciones laborales, identificar las principales carencias que confrontan y profesionalizar dicho trabajo. La recuerdo con admiración:
Algunas de sus frases":
"Hay muchas mujeres que han trabajado toda su vida en el servicio doméstico, más de 20 ó 30 años con una misma familia, criando a los hijos de una generación y luego a los hijos de esos hijos. ¿Cuándo vas a ser persona, con tu propia familia? Hay trabajadoras que sienten desapego hacia su familia biológica, sobre todo si salieron de allí huyendo de algún problema, y se identifican con esta familia donde prestan sus servicios...".
"La mayoría empieza a trabajar cuando es adolescente. Muchas no han tenido adolescencia, han salido a trabajar por problemas económicos de la familia, y llegan a asumir una responsabilidad cuando son muy jóvenes. Y aunque pueden estar muchos años trabajando puertas adentro, es posible que alrededor de los 45 años pierdan esa estabilidad laboral y terminen muy desprotegidas. Por eso no es raro que cuando son mayores, enfrenten la pobreza y la soledad".
..."Es muy importante que las trabajadoras de servicio doméstico remunerado se agrupen, que formen parte de una organización, esto hace que la persona sea más persona, que esté informada de lo más relevante sobre sus derechos, y que no se sienta aislada. Sin embargo, son muy pocas las que están organizadas y esto parte porque la sociedad misma ha desvalorado el trabajo doméstico y le ha asignado un salario desventajoso. Sin embargo, los estudios están comenzando ha demostrar la contribución que significa para la economía nacional, para el desarrollo del país. Por ello tenemos que tomarlo como una profesión, con orgullo y cariño...".
"Nuestro lema será, como siempre, luchar por hacernos visibles, defender nuestra dignidad, nuestros derechos, y la valorización del trabajo y de la persona. Estas son nuestras metas. Y para mí, esta es mi vida".
Sacado del muro de Facebook de Adriana Elena Gomez Munox, con muchas gracas
NOTA BENE:
muy bueno.
Yo trabajé con varias compañeras jóvenes estudiantes de le U. de Concepción, todas del Frente de Mujeres Revolucionarias del MIR, en 1972 y 73 en Concepción con este sindicato, y fue una experiencia muy enriquecedora.
En particular para mi, que cuando tendria 7 u 8 años, le prometi a la lavandera de mi casa que me haría doctora para mejorar sus vidas, y otro día le sugerí que empezáramos ahora mismo, con ella trayendo a jugar conmigo a sus tres niñxs que se quedaban solxs cuando ella salia a trabajar.
Pero ella me tocó la cabeza y dijo : " Serás doctora, Martita, y cuando pase a tu lado, no me reconocerás."y yo casi lloré. Así sembró la semilla de mi temprano feminismo.
Desgraciadamente, aunque quise dedicarle mi tesis doctoral, lograda aquí en exilio a los 51 años, mi Universidad no me lo permitió.
-Acá eso no se usa- fue la única explicación. La lentitud aplastante de las ruedas de nuestra herstoria. Abrazos,Adriana.. Para lo que pueda servirles, Marta R. Zabaleta.FRATERNALMENTE, hermanas.
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