COLOMBIA: Andrea Petro, hija del electo presidente,
Andrea Petro, hija del electo presidente, promete ayudar a los colombianos en Europa
"Yo quiero viajar a Madrid, a Barcelona, donde están las comunidades colombianas más importantes. Guiarlos e informarlos de lo mejor que yo pueda porque tengo mi experiencia como migrante", asegura una de las hijas de Petro que vive en Francia.
Andrea Petro, hija del presidente electo colombiano que vive desde hace diez años en Francia, va a empezar con la investidura de su padre una misión para ayudar a los emigrantes colombianos en Europa y apoyar el retorno de los que quieran volver. "Yo lo que quiero es trabajar con los colombianos en el exterior", explica Andrea en una entrevista con la agencia EFE, en la que detalla el alcance de esa misión, que no se traducirá en ningún puesto oficial ni sueldo (sería incompatible por sus vínculos familiares con Gustavo Petro) sino en una especie de diplomacia paralela.
La acción de Andrea va a depender de las directrices que fije el canciller elegido por su padre, Álvaro Leyva. Se llevará a cabo a través de ONGs que serán elegidas por el departamento de Exteriores, y será diferente de la encomendada a los cónsules y embajadores que trabajan con las autoridades de cada país: Andrea buscará hacer valer su experiencia personal en el exterior, al que debió dirigirse escapando del acoso vivido por ser hija de padres guerrilleros.
"Yo quiero viajar a Madrid, a Barcelona, donde están las comunidades colombianas más importantes, y escuchar a la gente. Guiarlos e informarlos de lo mejor que yo pueda porque tengo mi experiencia como migrante, que no fue nada fácil", asegura Andrea. La iniciativa fue suya porque pensó que con su padre en la Casa de Nariño tenía "la oportunidad de ayudar" aprovechando su nuevo estatus y la visibilidad que le da a nivel internacional. A Gustavo Petro la idea le pareció bien.
El acoso por ser hija de Petro
Esta mujer de 31 años, divorciada y con dos hijas de nacionalidad francesa de tres y cuatro años, llegó a Francia en 2012 para hacer sus estudios y, en parte, para poder escapar al acoso que sentía en Colombia como hija del que ya era entonces una figura política de primera línea que tenía que vivir continuamente protegido por escoltas.
Un acoso que le provocó primero un rechazo de la política porque ya no soportaba que "todo el tiempo" la estuvieran "juzgando de buena manera o de la peor manera posible, como son los colombianos" y de que en la escuela algunos compañeros le dijeran que sus padres no querían que hablaran con ella "porque era una comunista".
Andrea y su hermano Andrés son hijos de Gustavo Petro y Mary Luz Herrán, una bumanguesa con la que el nuevo presidente de Colombia militaba en la guerrilla del M-19. Aunque la historia de amor entre Herrán y Petro llegaría a su fin en 2003, al día de hoy continúan teniendo una relación tan estrecha y cordial que, incluso, Mary Luz formó parte de la campaña presidencial por el Pacto Histórico de Gustavo.
" La gente ve en ella a la ex de Gustavo, pero es una mujer extremadamente fuerte e inteligente y es tan política como Gustavo Petro", explica Andrea, quien vuelve a recordar su infancia: "A medida que los años van avanzando uno va entendiendo más, pero cuando eres un niño de seis, cinco, siete, ocho, nueve años, así tengas quince, no entiendes por qué la gente te juzga y te señala".
Ahora toda esa situación la dejó atrás y asume que forma parte de "una familia política", que la política la tiene "en las venas" y ha decidido ver cómo puede moverse en el terreno de la diplomacia europea y "aportar algo de mi manera y a mi manera". Afirma que eso no significa necesariamente el comienzo de una carrera política, aunque tampoco cierra la puerta completamente.
"Vamos a ver, primero tenemos que trabajar cuatro años", manifiesta Andrea, quien en cualquier caso asegura que no tiene "aspiraciones" de convertirse en presidenta de Colombia.
Su experiencia como migrante sin papeles
De lo que sí está convencida es de que puede "ayudar mucho" a los emigrantes con su propia experiencia personal, ya que desde que se fue a estudiar a Europa, además de obtener una maestría en comercio internacional, que es en lo que trabaja actualmente en el puerto de Fos sur Mer, cerca de Marsella, ha hecho otras cosas.
Cuenta que llegó a estar en situación irregular, que no podía trabajar, que tuvo que pasar por un proceso legal para obtener papeles, que trabajó cuatro años en un bar e incluso en un McDonald's: "La gente no se imagina lo que pude haber pasado, pero yo pasé por muchas cosas".
Andrea trata de desmontar algunas mentiras que corren sobre el nivel de vida la familia Petro, porque "nosotros no tenemos dinero", que tienen que mirar y contar mucho para comprarse los billetes para sus viajes ("la mayoría de las veces nos invitan") y que, por ejemplo, una casa en Florencia, Italia, en la que se ha alojado a veces su padre es de un amigo de éste.
La segunda parte de su misión sería elaborar un plan de retorno para los emigrantes que quieran volver a Colombia, que está en gran medida condicionado al éxito del programa político de su padre para terminar con la violencia y con la pobreza que han llevado a millones de personas a irse del país.
"Lo que queremos hacer es darles más oportunidades a las personas en el país para que no se vayan y darles oportunidades sobre todo para las personas que estudian en el extranjero para que puedan volver al país y brindar los conocimientos que puedan tener durante su experiencia estudiantil y que puedan beneficiar al país", explica Andrea.
Para eso, reconoce que "lo primero es estabilizar el conflicto armado", algo que "no será inmediato" aunque se muestra esperanzada en que "de aquí a dos años" eso se pueda solucionar.
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