ARGENTINA: TEJEDORAS Tejedoras wichí abren tienda virtual de comercio justo con sus artesanías

A través de la marca colectiva Thañí, que en wichí puede traducirse como “Viene del monte”, mujeres indígenas de las comunidades de Santa Victoria Este (Salta) venden sus textiles artesanales en internet y en el marco del comercio justo. https://vienedelmonte.com.ar/

Por Elena Corvalán. Fotos: Fabiola Benítez y Facebook Thañí

Ellas se arremolinan para observar el tapiz de hilo de chaguar. Señalan detalles en su trama colorida y hacen comentarios en voz baja, en wichí. Son miradas expertas. Estas mujeres llegaron desde sus comunidades desperdigadas en el monte en la zona tripartita de Argentina, Bolivia y Paraguay, a la vera del río Pilcomayo para participar del primer encuentro de los grupos de tejedoras que participan en Santa Victoria Este. Allí se va gestando la marca colectiva Thañí, que en wichí puede traducirse como “Viene del monte”. Es la herramienta que pensaron y trabajaron largamente para vender sus creaciones a precios justos, en red con diversas instituciones y apoyos. Llevó tiempo y finalmente el 6 de abril, meses después de aquella reunión, abrieron su tienda virtual. Allí las mujeres indígenas de las comunidades de Santa Victoria Este (a 600 kilómetros de Salta) venden sus textiles artesanales en internet y en el marco del comercio justo. 

Las mujeres de los pueblos originarios que habitan esta zona del norte salteño tejen sobre todo contenedores textiles, con fibras y tintes naturales. Pero no sólo elementos útiles: “Cada una de nuestras piezas es única, irrepetible, hechas a mano, bajo la sombra de los árboles, cerca del fuego con el que cocinamos. Cada figura geométrica que representamos tiene un significado, un mensaje ancestral, lleva en ella historias de nuestra cultura”, lo explican ellas mismas en el texto de presentación de la marca colectiva. 

Los grupos de tejedoras son de ocho o nueve comunidades, pero están unidas por la marca colectiva, iniciativa del INTA que se financia a través del Proyecto Bosques y Comunidad del Ministerio de Ambiente de la Nación. 

En la reunión de la que participa esta cronista y Fabiola Benítez, comunicadora del Pueblo Chorote y residente de la zona, faltan las mayores. Las jóvenes hacen notar que las maestras tejedoras por distintas razones han quedado en sus comunidades. Sus nombres resonarán en el encuentro en la casa de Cecilia Thomas, una de las integrantes del equipo territorial del INTA. 

El proyecto tuvo la característica de que las capacitaciones se hicieron en cada lugar de residencia de las tejedoras, distribuidas en grupos familiares de La Nueva Curvita, La Puntana y Alto La Sierra. En total 127 mujeres fueron capacitadas en innovación, producción y comercialización de sus obras. 

Aunque hace pocos días que abrieron su tienda en internet, la marca viene construyéndose desde hace cuatro años. Sin embargo, nunca se habían reunido todos los grupos de tejedoras en un solo encuentro. Lo hicieron por primera vez en noviembre de 2020 en Santa Victoria Este.

Muchas de ellas andan en pantalones o calzas deportivas, en lugar de las multicolores polleras tradicionales. El cambio tiene que ver principalmente con que han llegado en motocicletas, el nuevo vehículo de transporte en estos parajes. A muchas las trajeron sus maridos u otro pariente varón. Pero algunas han venido solas, todo un cambio.

El encuentro comenzó con las presentaciones, a través de la técnica del ovillo con el que se va haciendo un tejido a medida que las participantes refieren sus identidades. Con pausas, algunas se contaron en castellano y otras en “idioma”. “Somos mujeres wichís de las comunidades del municipio de Santa Victoria Este. Realizamos tejidos con piola de chaguar que hilamos de forma artesanal y teñimos con tintes naturales. El chaguar es una fibra natural silvestre, que buscamos en el monte, muy cerca del río Pilcomayo”. Se narran las mujeres en la presentación oficial de Thañí. 

“Desde hace mucho tiempo realizamos tejidos para redes de pesca y para yicas que usamos para ir cazar y recolectar en el monte. Los diseños geométricos que realizamos son abstracciones de fragmentos de animales del monte, o de la vegetación que nos rodea. En este tiempo estamos experimentando nuevos diseños, haciendo convivir nuestros tejidos ancestrales con nuevos materiales y confecciones”.