CHILE: El campamento de prisioneros y prisioneras políticxas de 3 Álamos

 


El campamento de prisioneros y prisioneras políticxs de 3 Álamos fue uno de los campos de concentración más grandes de Chile, ocupando asi el lugar que tuvo el Estadio Nacional y posteriormente llamado Estadio Chile (Estadio Víctor Jara).

Ubicada en la actual comuna de San Joaquín, este Campamento de prisioneros y prisioneras políticas funcionó entre los años 1974-1977, permaneciendo hacinados más de 6 mil prisioneroxs políticxs.
La custodia represiva estaba a cargo de Carabineros de Chile, incorporando al Coronel de Carabineros Conrado Pacheco Cárdenas, a quien dieron de baja en la Unidad Popular –UP- por la muerte de un manifestante, él como represor del denominado grupo móvil en la comuna de Barrancas.
Son muchos los testimonios que dan cuenta de las bestialidades de “patas cortas” como se le denomino a Conrado Pacheco, quien murió impunemente unos años atrás sin cumplir ningún juicio.
En la sección de castigo, “El Chucho”, que era un subterráneo húmedo, helado, lleno de ratas ubicada en la casa de Administración de 3 Álamos, se hacía con las suyas en la tortura hacia mujeres y hombres, y también la represión política sexual de las más de 150 mujeres promedio que cohabitaban en el campo de concentración que eran castigadas a aquel lugar.
Pese a toda vulnerabilidad de prisioneros políticos, y sin dudar a dudas contra prisioneras políticas, supieron levantarse, organizarse, mujeres resilientes y solidarias, crearon poder popular dentro de las mazmorras de la represión, jugando un papel importante en la elaboración de artesanías que organizadamente se hacían en los talleres.
Las artesanías fueron un factor importante en la incorporación de la mujer bajo el encierro, y estas se vendían en el extranjero como una ayuda económica y la actividad política que dentro de los campos de concentración se volvía a activar.
Dentro del campo de concentración 3 Álamos se crearon talleres de formación política, idiomas, historia, costura, artesanía; se crearon huertos urbanos, se crearon eco-domos, y carretas solidarias.
También fue importante el muñeco llamado Soporopo que se creó con doble intención; por una parte, sirvió como un obsequio para los niños hijos en su mayoría de prisioneras políticas, además, se usó para sacar información hacia el exterior en la denuncia internacional de detenidos desaparecidos y también torturadores y casas de torturas, en una coordinación entre familiares que iban a visitarlas, organismos de Derechos Humanos como la Vicaria de la Solidaridad, y radio Moscú en el extranjero.
Muchas veces en el programa de Radio Moscú “Escucha Chile” eran denunciados los crímenes de Pinochet y la Dina, y se repetían los abusos de Conrado Pacheco, el cual reaccionaba con el castigo en el Chucho.
Por otra parte, dentro de 3 Álamos, pero oculto se encontraba un pabellón de Incomunicación a manos y custodia de la Dina. Este pabellón se denominaba 4 Álamos, y no fue reconocido por la dictadura hasta 1976 como centro clandestino de aislamiento y tortura.
Quien estaba a cargo de este centro de detención era un Gendarme en retiro incorporado a la DINA luego de su retiro.
Por este centro transitaban con frecuencia esbirros como Miguel Krassnoff, Guatón Romo, e -incluso Manuel Mamo Contreras fue visto.
Además de delatores como Luz Arce, Alejandra Merino flaca Alejandra.
En estas celdas de incomunicación fueron vistos por última vez muchos de lxs prisionerxs políticxs que hoy engrosan las largas listas de Detenidos Desaparecidos.
Entre estxs prisionerxs desaparecidxs desde 4 Álamos hay 4 mujeres que se encontraban embarazadas. Cecilia Miguelina Bojanic Abad, Jacqueline Drouilly Yurich, Gloria Esther Lagos Nilsson Maria Cecilia Labrín Saso.
Más de 45 prisioneros y prisioneras políticas fueron vistos por última vez en 4 Álamos, o sea que se les perdió la pista según los testimonios de sobrevivientes, de lxs cuales muchxs son del caso de los 119.
Orlando Manzo Durán, “El Care Pálida” era el represor a cargo del pabellón Dina, y fue juzgado por muchos casos de lesa humanidad, entre ellos la desaparición de Jacqueline Binfa Contreras.
Gracias a actos políticamente combativos se salvaguardó muchas vidas, para lo cual con mecanismos de resistencia como el teléfono, a traves de un agujero se podía ver a los ingresados prisioneros y prisioneras políticas en 4 Álamos, y se acudía a la denuncia internacional a través de Vicaria de la Solidaridad y Radio Moscú programa Escucha Chile ; ambos que fueron fundamentales en esta tarea de salvar vidas.
Hay que reconocer también la labor de mujeres que fueron activistas, que recorrían campos de concentración en la tarea de salvar vidas, madres, hermanas, abuelas, hijas que se apostaron en la entrada del campamento 3 Álamos en búsqueda de sus familiares secuestradxs por la DINA, aparato del terrorismo de Estado.
Este año 2021, a más de un año del estallido social-revuelta social, recordamos estos hechos, puesto que los crímenes de estado siguen sucediéndose, con mutilaciones, desaparecidos y desaparecidas, secuestros ilegales, amedrentamiento y hostigamiento, acoso sexual y violaciones, entre otros.
Centro de Estudios sociales “LA PORFÍA”
08 DE MARZO DEL 2021, SECTOR PERIFERICO Y POPULAR DE SANTIAGO. LATINOAMERICA


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