ARGENTINA: Cristina Fernández, una mujer con agallas y convicciones retó a la policía en público:BRAVO!
La Presidenta reprendió a la policía en pleno cortejo fúnebre
Se bajó del auto para pedirles a los oficiales que la custodiaban que no golpearan a los manifestantes que acompañaron los restos de Kirchner hasta Aeroparque
Viernes 29 de octubre de 2010 | 14:27 (actualizado a las 16:04 hora local)
Foto: Martín Turnes
Sorpresivamente, Cristina Kirchner se bajó del auto y reprendió a la policía que la custodiaba y que intentaba despejar la zona entre empujones, forcejeos y golpes. Fue en la avenida Leandro N. Alem, entre Perón y Mitre.
En medio del generalizado asombro, empezaron los aplausos a la jefa del Estado y las muestras de apoyo y agradecimiento. "Fuerza Cristina", le gritaban aquellos que pudieron verla aunque sea unos segundos.
En ese momento, muchos agradecieron el gesto e incluso la animaron para que siga reprendiendo a los oficiales. Varios de ellos se habían puesto violentos.
BRAVO, CRISTINA!!!!! Los policías tenían miedo al pueblo, vos no! ...BRAVISIMO
Fuente. La Nación de Argentina.
Cristina me hace sentir orgulloso
ResponderBorrarde haber adoptado la ciudanía argentina! Me emociona recordar
la profuda amistad que José
sentía por ella, y la confianza
en su gestión.
Un abrazo
Ricardo
Querídisimo Ricardo:
ResponderBorrarcelebro antes que nada tu regreso a mi blog de Noticias,a pesar de tu duelo personal
En segundo lugar, celebro que Cristina Fernández te represente un hilo conductor con la presencia de tu compañero de toda una vida.
Y entre otras muchas cosas más, celebro que estés dispuesto a ponerle el hombro a un futuro institucional que tanto se merece la gente decente que vive en Argentina, sean o no nacionales.
Un abrazo en el dolor social,
Marta
Querida Marta
ResponderBorrarlo que son actos fallidos, en lugar de amistad quise escribir admiración,
pero supongo que aunque no la tratamos podría ser una amiga. José
la vio en persona en el último congreso al que asistió en su vida, el de traductores en Buenos Aires, a
principios de marzo. Estaba muy contento. Entiendo lo que debe estar
sintiendo ella en este momento. Más
allá de los lugares que ocupen las personas el dolor -aunque intranferible- es el mismo.
Abrazo
Ricardo