POESIA DE EDUARDO PERSICO



ALGUNAS LUNFARDÍAS. 

                    Por Eduardo Pérsico.

  

A CHARLY.
                                  … más al gato Fidel  y
                                  otros queridos compadres.

 Perro al bombo que atorra sobre alfombra
y engrupe resguardar mi apartamento.
Que vive sin yugar y morfa en forma,
sin ladridos, ni pulgas ni espamento.

La va de superao el can rasposo
junando el techo desde su catrera.
¿Le dio vuelta el marote alguna cocker
o se hace el bocho de la vida fiera?

  Anda mejor que yo, qué duda cabe;
él apoliya sin hacer gambeta,
guadaña el morfi sin doblar la esquina

y si apuran deschavo última clave:
es un fiolo de raza bacaneta
que te afana de amor, como una mina.
____________________________


   LABERINTO CANCHERO.

                                        A  Jorge Luis Borges.
         
"El que dice burgués pronuncia Borges",
tartamudeó el chicato, despacioso,
junando al cielo con cara de pirado
careteando al fingir hacerse el oso.

Los giles daban huevos por ficharlo:
poderlo  franelear, enchabonados
a escracharse con él. El cholulaje
la juega de arrastrón en cualquier lado...

Pero el Yoryi fue un seso de primera,
un pensante entrenao de ponga y meta;
un marote a bastón yirando el mundo.

Que a veces se zarpó, como cualquiera,
y nos dio embole con su manganeta
de viejo sobrador, turro y profundo.
__________________________________________

   LA FLACA

(In memorian sin soneto ni sanata)

La jugaba de Freud y Tallaferro,
también de Marx y Catulín Castillo.
Tenía miga en el bocho la sofaifa
chamuyando balurdos que dan brillo.

De mufas, yo que sé, una ponchada...
Sabía el antes, el después y el que sé cuánto.
/Reciclaba  fangotes de mi abuela
pa' batir mi porqué del desencanto/

Si andaba shome, con orsai del cuore
y embroyao de recuerdo el cablerío,
se acodaba a mi estaño, madrugada,
a escabiarnos una lágrima de olvido.

Lástima el punto que traía de arrastre,
un pinta casoriao, de verso y calma,
que le hizo un curro chambón del amorío
y le rompió hasta el himen de su alma.

Era pinga la flaca, era muy pierna;
casi fue dueña de mi lado izquierdo,
ternura inolvidable de amueblada...

De no haber sido por su chamuyeta
que cinchaba a Lenín con Pirandello,
no la habría tumbado la pesada.
____________________________________
   


PUNTO FINAL.

Se afeitó como pudo, era la hora.
Armó el bagayo y se quedó esperando.
La parca le batió “venga la llave,   
se  acabó tu pensión. Vamos andando”.

Y olvidao entre nubes y angelitos
escurre que en La Nada no hay fandango: 
reventó con tres millones en el bolso
y Dios no le da bola, ni coimeando.

Eduardo Pérsico nació en Banfield y vive en Lanús, Buenos Aires, Argentina.
www.eduardopérsico.blogspot.com

Comentarios

  1. me escribió Pérsico y dijo:
    'Marta, ahi va foto con Borges por julio de '83.
    Un cariño grande, Eduardo'.
    www.eduardopersico.blogspot.com

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