Poema de Marta Zabaleta para un niño amigo, mendigo de Santiago
Campana azul
rumbo sin tiempo
mar pero sin catacumbas.
Poesía de la alta noche:
cierra la puerta.
Detrás de un largo sueño
ronronea el perro, y
como cánceres de acero
caen, multiplicándose,
el viento fresco
y los peniques de la luna
mientras se cubrían de sangre
las fuentes, ya sin agua,
sin pescados los ríos,
sin pescados los ríos,
pero con muertos,
sin noches de dolce vita,
sin noches de dolce vita,
sin revolución y sólo muerte.
Porque el mendigo nació para morir,
allá en Santiago, Marito
vomita
sin mí
la Alta Poesía.
Por una gota se desliza
la noche hacia el vacío
y me evaporo,
hormiga,
hormiga,
hecha poesía.
© Marta Zabaleta. Londres, 26 de febrero 2008.
En cualqueir lugar del mundo...Foto de niño hambriento tomada de Internet.
Excelente poema donde juega la ambiguedad de la vida, un abrazo
ResponderBorrarSilvia Loustau
Duro e cruel é um mundo que vê nascer um menino - ou menina - para conhecer a mendicância. Que forte Martita!
ResponderBorrarQue atrocidad, en la Argentina hay hambre de nuevo, las primeras víctimas son los niños
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