ARGENTINA: juicio a Patti y del dictador Reynaldo Bignone
LOS ACUSADOS YA TIENEN PEDIDO DE PRISION PERPETUA
Tiempo de alegatos finales en el juicio a Patti
El abogado Pablo Llonto, representante de los familiares del asesinado ex diputado nacional Diego Muñiz Barreto, aseguró que las víctimas del ex subcomisario de Escobar Luis Patti y del dictador Reynaldo Bignone sufrieron un "genocidio" ya que se pretendía "exterminar a quienes impulsaban abrir la conciencia social, laboral y política".
"Entre quienes lo cometieron están los aquí imputados", agregó Llonto al iniciar su alegato final en el juicio que lleva adelante el Tribunal Oral Federal 1 de San Martín, donde Patti y los demás acusados ya tienen pedido de prisión perpetua por parte de la fiscalía., Pag 12
Buscando su foto, encontré esto en un blog llamdo:Con otros cristal
Miren bien la foto de este hombre. Es Reynaldo Bignone. A simple vista podría pasar desaparecido por un inofensivo anciano de 82 años, ¿no les parece? Sin embargo, se calcula que este ‘abuelito’ tiene a sus espaldas más de 30.000 desapariciones y el secuestro de cerca de 500 bebés, cuyas madres fueron forzadas a dar a luz en centros clandestinos de detención. El pasado martes un tribunal de Buenos Aires le condenaba a un cuarto de siglo de prisión por delitos de lesa humanidad en el mayor centro clandestino del régimen militar, Campo de Mayo. El antiguo dictador es una de las 68 personas que han sido condenadas en Argentina por los secuestros y torturas cometidos durante el período 1976-1983, gracias a las leyes que derogaron la norma de la Obediencia Debida en 2003. La mayoría de los altos jefes militares fueron juzgados tras la llegada a la presidencia de Alfonsín en 2003, pero en 1987 la Ley de Obediencia Debida – también conocida como de Punto Final – dejó sin condenar a centenares de asesinos.
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Miren bien la foto de este hombre. Es Reynaldo Bignone. A simple vista podría pasar desaparecido por un inofensivo anciano de 82 años, ¿no les parece? Sin embargo, se calcula que este ‘abuelito’ tiene a sus espaldas más de 30.000 desapariciones y el secuestro de cerca de 500 bebés, cuyas madres fueron forzadas a dar a luz en centros clandestinos de detención. El pasado martes un tribunal de Buenos Aires le condenaba a un cuarto de siglo de prisión por delitos de lesa humanidad en el mayor centro clandestino del régimen militar, Campo de Mayo. El antiguo dictador es una de las 68 personas que han sido condenadas en Argentina por los secuestros y torturas cometidos durante el período 1976-1983, gracias a las leyes que derogaron la norma de la Obediencia Debida en 2003. La mayoría de los altos jefes militares fueron juzgados tras la llegada a la presidencia de Alfonsín en 2003, pero en 1987 la Ley de Obediencia Debida – también conocida como de Punto Final – dejó sin condenar a centenares de asesinos.
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