ARGENTINA; el Vaticano investiga la sexualidad del Obispo Bargalló
El Vaticano investiga al obispo argentino Fernando María Bargalló
después de que el canal argentino América 24 difundiera ayer varias
fotos en las que se le ve junto a una mujer en las aguas de un exclusivo
complejo turístico cercano a la ciudad mexicana de Puerto Vallarta. El
martes por la mañana una periodista del canal le preguntó al obispo por
esas imágenes y Bargalló aseguró desconocerlas. Después de que América
24 decidiera difundirlas fue el propio Bargalló, obispo de Merlo-Moreno y
presidente de Cáritas Latinoamérica, de 59 años, quien se apresuró a comparecer ante las cámaras
del mismo canal para tratar de explicarse. “Las fotos presentadas
responden, en efecto, a un encuentro en México, en donde coincidimos por
distintos motivos hace dos años con otras personas y también con esta
amiga de mi infancia, que conozco prácticamente desde que tengo uso de
razón y con cuya familia mantenemos vínculos de fuerte amistad desde
toda la vida. Lamento que aquella situación, no exenta de cierta
imprudencia de mi parte, pueda dar lugar a lo que no fue, a malas
interpretaciones. Pido de corazón perdón si ese hecho ha provocado o
pudiera provocar algún tipo de daño. Pero quiero también expresar con
claridad que estoy totalmente comprometido con Dios, con la Iglesia, en
esta misión que me ha encomendado en la querida Diócesis de Merlo-Moreno
y en las demás responsabilidades al servicio de los hermanos”.
El canal A24 dividió la pantalla en dos mientras el obispo hablaba. En una parte se le veía vestido de negro y alzacuello blanco —“siento profundamente mi sacerdocio y la entrega al señor Jesús y en ella quiero perseverar hasta el final”— mientras en la otra parte de la pantalla aparecían sus fotos en bañador jugando con su amiga de la infancia, en bikini.
“Les agradezco de corazón esta oportunidad, la gentileza de haber venido esta noche hasta la puerta de mi casa”, concluyó Bargalló sus palabras leídas en un folio. Cuando ya se iba, el periodista le preguntó:
- ¿Por qué usted reconoce en esas imágenes esa imprudencia? ¿A qué atribuye la imprudencia? Usted está, dice usted, con una amiga, disfrutando de un veraneo.
-Sí, claro, pero hay imágenes que pueden ser ambiguas, no soy zonzo. En ese sentido, creo que no debería haber tenido. Por eso pido perdón. Pero no se entiende sino de una amistad de muchos años, que conservamos gracias a Dios.
El País
El canal A24 dividió la pantalla en dos mientras el obispo hablaba. En una parte se le veía vestido de negro y alzacuello blanco —“siento profundamente mi sacerdocio y la entrega al señor Jesús y en ella quiero perseverar hasta el final”— mientras en la otra parte de la pantalla aparecían sus fotos en bañador jugando con su amiga de la infancia, en bikini.
“Les agradezco de corazón esta oportunidad, la gentileza de haber venido esta noche hasta la puerta de mi casa”, concluyó Bargalló sus palabras leídas en un folio. Cuando ya se iba, el periodista le preguntó:
- ¿Por qué usted reconoce en esas imágenes esa imprudencia? ¿A qué atribuye la imprudencia? Usted está, dice usted, con una amiga, disfrutando de un veraneo.
-Sí, claro, pero hay imágenes que pueden ser ambiguas, no soy zonzo. En ese sentido, creo que no debería haber tenido. Por eso pido perdón. Pero no se entiende sino de una amistad de muchos años, que conservamos gracias a Dios.
El País
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