HAITIi: el terremoto al desnudo
Haití: Población desplazada: ¿seguir la flecha o "darfurizar" Haití? |
Puerto Príncipe, abril (Especial de SEMlac).- El censo de la cantidad de asentamientos espontáneos y sus necesidades tras el terremoto que asoló ese país el 12 de enero pasado, está hecho por la propia población haitiana que, con su ingeniosidad, nacida de toda una vida de sobrevivencia y subsistencia, ha inventado las formas populares de conocer y reconocerse para apoyarse mutuamente. Si en Haití hasta ahora emerge un "modelo" de ayuda humanitaria, ha sido ese. Luego del terremoto que azotó la capital y sus vecinos poblados, se inició un "censo" tan espontáneo como los asentamientos mismos. Mediante graffiti en las paredes y letreros colgados de los alambrados públicos —que en este momento apenas sirven de colgaderos—, se ha trazado a puño, letra y flecha dónde se necesita la ayuda. Curiosamente, los letreros son en inglés y en español, por si a la gente que llega con la ayuda no se le ha ocurrido aprender algo de francés o créole. "We need help here", dice un aviso colgado del alambrado y que contiene una flecha apuntando a un pequeño y aparentemente insignificante pasillo entre dos edificios destruidos. Al seguir la flecha, se abre un inmenso campo de football que alberga a miles de personas que, a estas alturas de abril, no han recibido nada. Mientras tanto, es el mercado interno, ese que llaman informal y está en manos de las mujeres en un 98 por ciento en Haití, el que está supliendo las necesidades de sobrevivencia de la gente. Hay verduras, frutas, agua, granos y azúcar cruda de caña. Cinco mandarinas le costaron apenas 25 gourdes a una señora que, a su vez, limpia ropa para médicos en los campamentos, con lo que se gana el sustento para adquirir sus alimentos. Cuarenta gourdes equivalen a un dólar. Lise Marie Déjean, Secretaria Ejecutiva de Solidaridad entre Mujeres (SOFA), resalta que, en las condiciones actuales, las mujeres sufren más porque al perder las mínimas condiciones de intimidad en los asentamientos provisionales, quedan expuestas a una escalada de violencia. Tan solo la Red Nacional de Derechos Humanos de Haití reportó en marzo 19 casos documentados de violaciones ocurridas entre el 12 de enero y el 24 de febrero. Aclara Déjean que la distribución de alimentos sigue estando bajo en control del los hombres y, en muchos casos, se sabe que estos obligan a las mujeres a tener sexo con ellos a cambio de comida, lo cual fue confirmado por Genevieve Jacques, de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), tras su recorrido por los campamentos. Por otro lado, ya se documentado que la política de los organismos humanitarios de entregar ayuda a las mujeres en los centros de distribución, sin seguridad y transporte, las hace víctimas de abusos y robos. Déjean estima que las mujeres no están participando en las decisiones sobre la vida en los campamentos y el país porque tienen tanta responsabilidad en el cuidado, alimentación y seguridad de sus familiares, que no pueden participar en otras actividades. |
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