ARGENTINA: los vuelos de la muerte:la confesión de la 'azafata', ahora psiquíatra.
http://elmuertoquehabla.blogspot.com/2009/05/la-confesion-de-la-azafata-de-los.html
Domingo 17 de mayo de 2009
La confesión de la "azafata" de los "vuelos de la muerte" (apriete aquí para leer)
Silvia María Patera
Una psiquiatra relató ante colegas que en la dictadura dopaba a víctimas de la represión antes de ser arrojadas al Río de la Plata.
Por Laureano Barrera
lesahumanidad@miradasalsur.com
Hace más de tres años, durante una reunión con su grupo de trabajo y reflexión, la psiquiatra Silvia María Patera ya no pudo soportar el peso de su pasado, y se quebró: confesó con pesadumbre que fue obligada por sus superiores a inyectar clorato de potasio (una sustancia adormecedora que afecta el sistema nervioso central) a detenidos clandestinos, que participó en vuelos de la muerte y que, según se sabría más tarde, fue partera de embarazadas secuestradas en nacimientos clandestinos. Sus colegas y ocasionales testigos de esa noche, se quedaron impávidos ante lo que oían. Ella acababa de relatar por segunda vez en 30 años de profesión sus difíciles inicios: su trabajo –desde febrero de 1976 hasta el fin de la dictadura– como enfermera en el Hospital Militar Central, y las cosas que allí había visto y vivido.
http://www.elargentino.com/nota-40314-La-azafata-de-los-vuelos-de-la-muerte.html
Una psiquiatra relató ante colegas que en la dictadura dopaba a víctimas de la represión antes de ser arrojadas al Río de la Plata.
Por Laureano Barrera
lesahumanidad@miradasalsur.com
Hace más de tres años, durante una reunión con su grupo de trabajo y reflexión, la psiquiatra Silvia María Patera ya no pudo soportar el peso de su pasado, y se quebró: confesó con pesadumbre que fue obligada por sus superiores a inyectar clorato de potasio (una sustancia adormecedora que afecta el sistema nervioso central) a detenidos clandestinos, que participó en vuelos de la muerte y que, según se sabría más tarde, fue partera de embarazadas secuestradas en nacimientos clandestinos. Sus colegas y ocasionales testigos de esa noche, se quedaron impávidos ante lo que oían. Ella acababa de relatar por segunda vez en 30 años de profesión sus difíciles inicios: su trabajo –desde febrero de 1976 hasta el fin de la dictadura– como enfermera en el Hospital Militar Central, y las cosas que allí había visto y vivido.
http://www.elargentino.com/nota-40314-La-azafata-de-los-vuelos-de-la-muerte.html
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